En Argentina, cada año se diagnostican cerca de 12.300 nuevos casos de leucemias, linfomas y mielomas múltiples, lo que representa más de 30 diagnósticos. A diferencia de otros tipos de cánceres, las enfermedades oncohematológicas no forman tumores sólidos. Afectan la médula ósea, el sistema linfático y las células de la sangre, por lo que pueden ser poco identificables en las instancias iniciales, pero ir comprometiendo progresivamente funciones vitales que pueden poner en riesgo la vida. Uno de los principales desafíos es lograr diagnósticos tempranos.
La fatiga persistente, infecciones recurrentes, pérdida de peso sin causa aparente, sangrados o moretones frecuentes, sudoración nocturna y dolores óseos son algunos de los síntomas que deben generar sospecha, especialmente si se mantienen por más de dos o tres semanas.
“En el caso del mieloma múltiple, un tipo de cáncer que afecta las células plasmáticas de la médula ósea, a menudo, los pacientes llegan al diagnóstico tras consultas reiteradas por dolores óseos, o fracturas espontáneas. Es clave pensar en mieloma cuando hay lesiones óseas sin traumatismo, o anemia sin causa clara”, explicó Mariana Auad, vicepresidente y coordinadora general de FAM.
Por su parte, Haydeé González, fundadora y presidente de ACLA, puntualizó: ‘Los linfomas son cánceres del sistema linfático. Existen 2 grandes grupos linfoma de Hodgkin y linfomas no Hodgkin y más de 70 subgrupos, siendo los No Hodgkin los más frecuentes . Entre algunas de las señales más habituales de alerta, se destacan el aumento indoloro de ganglios linfáticos, fiebre persistente, picazón en la piel, sudoración nocturna y pérdida de peso”.
En cuanto a las leucemias, que comprometen la producción normal de glóbulos blancos en la médula ósea, pueden aparecer en cualquier momento de la vida, aunque hay dos picos: adultos mayores y niños pequeños.
“Hay signos que no deben minimizarse, como la fiebre que no baja, hematomas espontáneos, sin golpes identificables, infecciones que no mejoran con antibióticos comunes o sudoración nocturna. El diagnóstico oportuno puede salvar vidas”, señaló Fernando Piotrowski, paciente con leucemia y director ejecutivo de la Asociación ALMA.
Los avances científicos permitieron controlar muchas de estas enfermedades con tratamientos cada vez con mejor perfil de seguridad, en ocasiones libres de quimioterapia, y durante periodos de tiempo cada vez más prolongados.
De todos modos, persisten grandes diferencias en el acceso a tratamientos innovadores según la cobertura de salud y la región del país. En muchas provincias, el diagnóstico llega tardíamente por falta de recursos o escasa disponibilidad de hematólogos. A esto se suman la falta de actualización de vademécums por parte de obras sociales y prepagas, además de los tiempos prolongados de aprobación para la realización de estudios de control o para la entrega de medicación, situaciones que ponen en riesgo la continuidad terapéutica.
