El mes de octubre comenzó con una nueva caída en las tasas de interés que ofrecen los bancos argentinos para los plazos fijos en pesos a 30 días, uno de los instrumentos de inversión más utilizados por los pequeños ahorristas. La baja, aunque leve, refleja la tendencia de las últimas semanas: los rendimientos continúan perdiendo terreno frente a la inflación y al resto de las opciones financieras disponibles.

Según los datos relevados entre las principales entidades del país, la Tasa Nominal Anual (TNA) promedio se ubicó en 35,87%, por debajo del 36,24% registrado la semana pasada. El ajuste fue impulsado principalmente por algunos bancos privados, mientras que la mayoría de las entidades públicas mantuvo sus valores sin cambios.

Cuánto rinden hoy los plazos fijos de $1.000.000

De acuerdo con las nuevas tasas, un depósito de $1.000.000 a 30 días genera los siguientes intereses, según cada banco:

  • Banco Nación: TNA de 37,5% → Monto al vencimiento: $1.030.821,92
  • Banco Credicoop: TNA de 37% → Monto final: $1.030.410,96
  • Banco Santander: TNA de 35% → Monto final: $1.028.767,12
  • Banco Galicia: TNA de 35,25% → Monto final: $1.028.972,60
  • Banco Provincia: TNA de 34% → Monto final: $1.027.945,21
  • En Cuenta DNI, sin embargo, ofrece una tasa preferencial de 42% anual, que eleva el retorno mensual.
  • Banco Macro: TNA de 36,5% (antes 38%) → Monto final: $1.029.726,03
  • Banco BBVA: TNA promedio de 35,5% → Monto final: $1.029.010,95
  • ICBC: TNA de 35,15% → Monto final: $1.028.640,41

En términos simples, los rendimientos mensuales rondan entre $26.000 y $30.800 por cada millón de pesos invertido, lo que representa un interés efectivo mensual promedio del 2,9%.

Por qué caen las tasas

La baja en los rendimientos responde al contexto de estabilidad monetaria y a la política de relajamiento financiero impulsada por el Banco Central, que busca sostener la liquidez en el sistema bancario y reducir el costo del dinero.

Los bancos, al no tener una presión inmediata por captar depósitos, ajustan sus tasas a la baja para acompañar la menor expectativa de inflación en los próximos meses. Sin embargo, esta tendencia afecta directamente a los pequeños ahorristas, que ven disminuir su capacidad de obtener ganancias reales a partir de sus depósitos.

Qué implica para los inversores

Para los tenedores de pesos, la baja de tasas reduce el atractivo del plazo fijo tradicional, que pierde terreno frente a otras alternativas de inversión como los fondos comunes, bonos CER o las opciones en dólares financieros.

Mientras tanto, la rentabilidad real sigue siendo negativa: con una inflación mensual estimada en torno al 8%, los rendimientos de los plazos fijos apenas cubren un tercio de la suba de precios.

Perspectiva hacia fin de año

Los analistas financieros prevén que las tasas continuarán estables o incluso podrían seguir bajando si el Banco Central mantiene su política actual. En ese escenario, el plazo fijo dejará de ser la herramienta preferida de resguardo para los pequeños ahorristas y podría haber una migración hacia instrumentos más flexibles o indexados a la inflación.

En definitiva, el clásico refugio de los pesos pierde fuerza: el millón invertido hoy en un plazo fijo deja apenas 30.000 pesos en un mes, una cifra que sigue corriendo detrás de los precios y del rendimiento de otras opciones del mercado.