Mañana será celebrado el Día del amigo y como todos los años habrá reuniones, encuentros y muchas palabras dedicadas a exaltar esa relación afectiva y duradera entre dos o más personas, basada en el cariño, la confianza y el respeto mutuo. Precisamente, se debe hacer de la amistad el vínculo que nos permita entendernos, solidarizarnos y obrar en bien de nuestro prójimo para hacer que la vida transite por los caminos del entendimiento, el buen trato y la cooperación, únicas vías que nos pueden llevar a la comprensión de que siempre necesitamos de los demás para alcanzar los objetivos que nos proponemos.

El individualismo, nos lleva por el camino de la soledad, el egoísmo y la falta de empatía con nuestros semejantes. Debemos aprender a abrirnos a las relaciones sinceras, esas que no buscan otra cosa que el afecto personal, puro y desinteresado. Hay que aprovechar todas estas cualidades para aplicarlas a la vida diaria, en todos los ámbitos en los que nos toca desarrollarnos y solo así nos daremos cuenta que la vida debe ser vivida de otra manera sin egoísmos, envidias o traiciones.

Ojalá que quienes tienen en sus manos el poder para tomar decisiones que incumben a todos comprendan que la amistad entre los humanos es la base de las grandes realizaciones y no se dejen llevar por sentimientos opuestos como la soberbia, el autoritarismo y la crueldad, propio de algunos que les gusta actuar de esa manera para sentirse por sobre los demás.

Que este día del amigo se hagan más firmes los vínculos que hemos sabido estrechar y que salgamos a la calle con el propósito de cosechar nuevos amigos, en síntesis siendo más humanos.