No es coincidencia que haya habido 68 amenazas de bomba en 53 centros comunitarios judíos en 27 estados de EEUU desde enero, o que cerca de 200 lápidas fueron vandalizadas en un cementerio judío en Missouri días atrás. Trump creó este monstruo.

Aunque probablemente no tenga nada en contra del pueblo judío el presidente les recuerda a sus críticos que su hija Ivanka se convirtió al judaísmo y se casó con un judío ortodoxo ha desatado las fuerzas oscuras del racismo, la xenofobia y la intolerancia desde el primer día de su campaña presidencial.

Y como figura pública, no se puede ser antimexicano, ni antimusulmán, ni burlarse de los discapacitados, ni decir que se puede agarrar a las mujeres por sus genitales, sin enviar un mensaje tácito de que está bien burlarse de las minorías, e involuntariamente alentar los crímenes de odio.

Como lo dijo el congresista Mark Sanford, "Trump ha avivado la llama de la intolerancia''. Y una vez que uno hace eso, es difícil apagar el fuego. Recordemos que Trump abrió su campaña presidencial el 16 de junio de 2015 afirmando de que la mayoría de los inmigrantes indocumentados mexicanos son criminales y violadores.

A partir de ese momento, su velado discurso de odio racial y su retórica xenófoba han subido de tono. 
Hizo comentarios racistas contra los musulmanes, cuando dijo a CNN el 9 de marzo de 2016 que "el Islam nos odia'', sin distinguir entre los seguidores de esa religión y los terroristas islámicos.

Y los grupos supremacistas blancos y neonazis lo han apoyado abiertamente. Trump afirmó durante varios años que el ex presidente Barack Obama no nació en Estados Unidos, lo que fue visto por muchos como un intento racista para deslegitimar al primer presidente negro.

El lema de Trump "América Primero'' fue el eslogan de los nazis estadounidenses durante la II Guerra Mundial. La Liga Antidifamación le pidió a Trump el 18 de abril de 2016 que lo abandonara, debido al "subyacente de antisemitismo'' del lema. Trump no lo ha hecho. Más importante aún, Trump se ha rodeado de varios asesores vinculados al movimiento de extrema derecha "alt-right''.

Eso hizo aumentar las sospechas cuando la Casa Blanca emitió una declaración con motivo del Día Internacional del Holocausto sin mencionar la matanza de seis millones de judíos.

Mi opinión: Señor Presidente, usted es quien debe erradicar el odio y los prejuicios, porque usted es quien ha desatado esos demonios. Y la manera de hacerlo no es simplemente decir que el antisemitismo es horrible, sino dejar de hacer declaraciones contra los mexicanos y contra los musulmanes, entre otros, y denunciar a los neonazis dentro de quienes lo apoyan.

Respire profundo, sáquese de encima ese aire de enojado, comience a construir una agenda positiva en lugar de ser el presidente antiinmigrante, anticomercio y antitodo, y conviértase en el presidente de todos los estadounidenses.