FOTOS Maxi Huyema

El Teatro del Bicentenario diseñó una visita especial en el mes de las infancias ofreciendo una propuesta creativa y que permitirá una experiencia más participativa, más allá de ver un espectáculo. Para esta actividad se hizo una convocatoria abierta a las escuelas y el cupo se llenó en pocas horas. Serán 10 grupos (11 con el ensayo general que será con público) de 100 alumnos cada uno de escuelas de distintos departamentos del Gran San Juan y algunos alejados los que tendrán la oportunidad de recorrer el teatro, aprender sobre cotidiáfonos y luego intervenir en la obra que harán para ellos en la Sala Auditorium. 

Todo es parte del programa "Con la música a otra parte" que desarrolla el TB en conjunto con la Fundación del Banco San Juan, y que en esta ocasión convocó al Departamento de Música de la FFHA de la Universidad Nacional de San Juan para sumarse por primera vez a las visitas temáticas. Porque serán 25 estudiantes avanzados de música los que estarán encargados de interpretar y enseñar sobre música a los chicos de 11 a 13 años que asistirán. 

Eligieron la obra de Wiliam Shakespeare, El sueño de una noche de verano, que mostrarán en un formato resumido, con música original y con las actuaciones Ignacio Caro, Juan Manuel Flores y Sofía Colombo. Pero antes de llegar a la Sala Auditorium, los chicos recorrerán el teatro, aprenderán "Con la Fundación del Banco San Juan hicimos distintas cosas, generalmente acciones que tienen que ver con que los alumnos fuera a ver una obra en la sala principal, pero el planteo que les hicimos este año fue que los chicos no hicieran sólo eso sino que tuvieran que ver con la experimentación. Armamos un equipo de proyectos, ahí involucramos a la Escuela de música" explicó Silvana Moreno, directora del TB sobre cómo nació esta propuesta que vienen trabajando desde hace algunos meses. 

Después de comenzar como todo paseo guiado por la sala principal donde verán parte del montaje del Requiem, los chicos harán una suerte de taller express sobre cotidiáfonos, que por definición son "instrumentos sonoros realizados con elementos cotidianos". Por cuestiones de tiempo no los construirán, sino que los fabricaron desde el área de utilería del teatro y los alumnos de la Escuela de Música les enseñarán cómo usarlos y cuándo, para transformarse en parte del espectáculo. 

"Se fabricaron más de 100 cotidiáfonos, porque se reutilizan de visita en visita, algunos se les cambia un papel que se usa con la boca y eso tiene que cambiar por uno nuevo, pero todos los demás se van a reutilizar. Están hechos con materiales reciclados de los propios talleres del teatro" contó Moreno que consideró que consiguieron generar "una acción inmersiva" y destacó que hay un cruce entre lo artístico y lo formativo. "Estamos cumpliendo un doble rol, porque por un lado están los alumnos que vienen a hacer las visitas, y por otro lado los alumnos de la Escuela de música que están aportando estos conocimientos de abordaje pedagógico y artístico. Estamos aunando experiencias enriquecedoras para quienes están en el escenario y quienes están en la platea", dijo.

La logística para atender a 100 chicos en forma simultánea será importante. Se dividirá el grupo en dos, una parte en la sala de la orquesta y otra en la de marcación, ubicadas en distintos plantas. 

Música original

Para estas funciones con la obra de Shakespeare en el TB se creó un acompañamiento propio, que estuvo a cargo del músico Paulo Carrizo, profesor también en el Departamento de Música. "Empezamos trabajando con la música de Mendelsohn y nos dimos cuenta de que podíamos hacer una obra completamente original. Algunas de las intervenciones son sobre una pista de música de orquesta, muy de película con arreglos míos en base a algunas propuestas de los alumnos, también tocan los chicos algunas cosas solos y tenemos sobre el escenario un laboratorio de efectos especiales" contó Carrizo quien destacó el trabajo conseguido con los estudiantes y lo que se mostrará.