Un Ford 1920 estacionado en la puerta del Chalet Cantoni daba la bienvenida a un paseo especial. Una puerta hacia el pasado y un relato de otra época. Ideal para quien disfruta de encontrar reliquias, de los objetos únicos, de revolver en un baúl buscado la prenda especial o de poder conocer la historia de una pieza. Ayer fue la primera jornada de la Feria Vintage organizada por el Ministerio de Turismo y Cultura, que hoy tendrá la segunda noche (desde las 20, gratis). La convocatoria original estuvo pensada para toda persona que quisiera dar una nueva vida a objetos antiguos y vintage que tenían en casa y quisieran venderlos. Anoche había varias familias que habían concurrido con esa idea, pero para algunos no era solamente una transacción, sino dejar en buenas manos sus tesoros, como Patricia, que llevó algunas cosas que eran de su mamá, que tenía guardadas de cuando desarmó su casa tras su fallecimiento. La mayoría de los vendedores coincidió en que les costó definir los precios y que usaron Internet para buscar objetos similares. También estuvieron algunas emprendedoras que tienen negocios de ropa vintage, como Mercedes Noguera que, orgullosa, mostraba su colección de prendas de los años ’60, conservadas intactas; o Gabriela Albors y Noelia Nuñez y su proyecto de moda sostenible. "Estilo San Juan", con diseños de Francisco Zino de hace 20 años que causaron sensación. No faltan grandes colecciones de vinilos, cámaras analógicas, sombreros, bijou, un señor con zancos, malabaristas y música, para pasar un buen rato. 

 

Joyitas. Diseños de Francisco Zito. Saco de paño italiano y un conjunto de brocato.
Vajilla. Hay de todo, más de diario o exquisitas piezas.
Sin precio. Maruja homenajea a sus antepasados, dijo, mostrando invaluables piezas.
Buenas manos. Patricia quiso que los adornos de su mamá tuvieran mejor fin que estar guardados.
Vintage. Desde su negocio, Mercedes llevó jarras y exclusivas prendas.
Herencia. Natalia y Mariano mostraron pilas de platos y platitos.
Tesoros. Romina y su mamá Gladys llevaron objetos de todo tipo, pero la muñeca no se negocia.
Moda sostenible. Gabriela y Noelia llevaron ropa vintage de todos los precios.