Tiene 5 premios Eisner –conocido como el “el Oscar del cómic”, el último este año por “The Blood Brothers Mother”, que ratifican su talento y jerarquía. A eso hay que sumarle más galardones (como el Yellow Kid y el Harvey, por ejemplo), una destacadísima proyección en Estados Unidos y Europa, trabajos junto a Brian Azzarello y Carlos Trillo, entre otras colaboraciones; e incluso la creación de Crack Bang Boom, la convención anual de cómics que está entre las más destacadas de Sudamérica…  Bueno, para los que dicen que siempre hay un argentino en las grandes ligas de casi todo, él no es la excepción. Se llama Eduardo Risso, es un capo en lo suyo, es orgullosamente argentino y el sábado 11 de octubre estará en San Juan. ¿Por qué? Por un gran motivo. Ese día, la Dirección de Bibliotecas Populares y Actividades Literarias, dependiente del Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte y que dirige Federico Caballero, impondrá el nombre del dibujante de “Borderline” y “100 Balas”, entro otras creaciones, a la Biblioteca Provincial de Literatura Gráfica, un lugar señero en el país y un reconocimiento que conmueve a este artista distinguido en distintas partes del mundo.

Así lo expresó el propio dibujante e historietista, socio honorífico de la Asociación de Dibujantes de Argentina (ADA), quien durante su visita también participará de la presentación del Espacio de Dibujantes e Ilustradores Sanjuaninos (EDIS), en la misma Dirección. Y un par de horas antes, dará una charla en el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson (ver abajo).

Con la sencillez de los grandes, antes de subirse al auto para viajar a San Juan, el cordobés radicado en Rosario dialogó con DIARIO DE CUYO.

– ¿Cómo recibe este homenaje que le harán en San Juan?

–  Muy conmovido. La verdad que es una gratificación inesperada, una grata sorpresa, así que con muchas expectativas de estar allá.

 

– Poder estar presente tiene que ver con su elección de quedarse en el país…

– Siempre tuve en claro que los códigos, los olores que uno tiene aquí no los encuentra en otro lado y traté de poner todo en la balanza. La verdad que hay que estar muy molesto acá para irse y dejar todo, y no fue mi caso. Siempre me sentí muy cómodo en mi espacio, rodeado con mi gente y siempre pude conseguir lo que quise en mi profesión sin tener que mudarme.

– Es una fortuna…

– Y creo que también es una decisión. Oportunidades de irme tuve. Me gusta ir a pasear, conocer gente, ver viejos amigos… pero vivir en otro lugar, no, es muy distinto.

 

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El historietista e ilustrador argentino es considerardo “el maestro del blanco y negro”, aunque también se zambulle en el color

 

– ¿Y cuánto le pone de toda esa argentinidad a sus creaciones?

– Mucho, demasiado. De hecho hay una historia acerca del Joker que hicimos junto con Azzarello y al niño  protagonista le puse una camiseta de Rosario Central (risas). Siempre estoy rodeado de mis cosas, entonces es muy difícil abstraerse. Por ahí es un guiño muy local, que alguien de Europa o Estados Unidos no va a reconocer.

 

– ¿Y cuál fue la llave al mundo?

– Creo que en su momento encontraron algo novedoso, que era disruptivo para lo que venían viendo. Y sumado a eso, el profesionalismo, con lo que uno siempre tiene que acompañar. Uno puede ser muy disruptivo, excelente, pero cuando llegas al mercado y te exigen una cantidad de páginas en cierto tiempo y no llegás, se acaba la magia. No se puede trabajar para cualquier mercado externo con una base de barro, hay que tener una base muy sólida y creo que lo supe hacer.

 

– La satisfacción es grande, incluso económica, pero el requerimiento también…

– Sí, claro, y hay que estar a la altura de las exigencias. Yo siempre di lo mejor de mí, lo que podía en ese momento, por supuesto, porque uno va aprendiendo. Hoy sigo aprendiendo, porque no me gusta verme  todo el tiempo haciendo lo mismo.  De hecho, eso hizo que hace un par de años, cuando tuve la oportunidad de hacer una nueva historia, me largara a hacer color por mi cuenta, cuando no lo había hecho nunca. Y eso me valió, inesperado también, el premio Eisner como mejor pintor. No trabajo para el premio, pero marca que uno está en la buena senda.

 

– Ser talentoso pero también profesional, estar abierto al aprendizaje y darlo todo… Buenas claves para quienes están iniciándose ¿no?

– ¡Cómo no! Hoy la gente que recién inicia cree que puede quemar etapas, quiere largar y llegar a la meta, pero no… hay que transitar el camino, caminando o corriendo, pero hay que transitarlo…

 

– ¿Lo quiero todo y lo quiero ya?

– Algo así, sí… pero el camino es fundamental. Todavía tenemos muy buen concepto en el exterior, los mercados están abiertos, pero a eso hay que acompañarlo, no es tan simple. Por ahí los jóvenes creen que porque existe la web los van a estar viendo… Y capaz que sí, pero junto con él hay 100 más, de China, de África, de todo el mundo. O sea, la competencia es muy grande, hay que estar realmente preparado profesionalmente, si no, no hay forma.

 

– ¿Lo tenía claro usted desde el comienzo?

– No, a los 20 años uno no tiene en claro nada… Solo tenía en claro que a mí me gustaba hacer esto, eso sí. Y tuve la suerte de que mis padres me ayudaron dejándome hacer.  Después dependía de mí, me la jugué y fui haciendo un camino de aprendizaje.  Con un poco más de 45 años de profesión, el balance es sumamente positivo, pero en el medio hay un montón de claroscuros.

 

– Hoy es considerado un gran referente de la historieta en Argentina ¿Cómo lo ve?

–  Soy consciente de que pasa algo porque viajo a Italia y allá me dicen, “Acá se estudia tu arte” o en Estados Unidos me llaman “el maestro del blanco y negro”, esas cosas…  Bueno, eso habla a las claras de que uno se va poniendo grande (risas).

 

– Hay gente que se pone grande, pero no le dicen esas cosas…

– Bueno, sí…  me alegra porque esto me apasiona, me gusta transmitirlo, quiero que todos a los que les gusta esto tengan la oportunidad de verlo, de hacerlo, de llevarlo adelante, porque no hay nada más lindo que hacer algo que a uno le gusta. Entonces, de alguna manera me siento afortunado.

 

– Y en ese sentido, la Biblioteca de Literatura Gráfica de San Juan puede ser muy inspiradora…

– Mirá, en el Crack Bang Boom damos siempre espacio a las escuelas, sobre todo del Estado, y una maestra conocida trajo a chicos de escasos recursos. Unos años después se encontró en Rosario con una alumna que le agradeció haberla traído a la Crack, porque la hizo tomar la decisión de irse a Buenos Aires a hacer arte… Yo recuerdo que en el secundario ya me gustaba dibujar, pero las materias de arte eran aburridísimas, tediosas, incluso música.  Si es natural que el ser humano empiece dibujando y haciendo música, incluso antes de aprender a escribir ¿por qué no desarrollar eso? Bueno, es lo que me llevó luego a pensar en ese evento, porque veía esa necesidad. Y claro que este espacio también puede lograr eso y ojalá así sea.

 

 Para agendar

  • Eduardo Risso en San Juan
  • Día: sábado 11 de octubre
  • 17 h, Conversatorio sobre el universo del cómic, en el Museo Franklin Rawson (Modera Lucas Aguirre, ADA San Juan)
  • 19 h, Presentación de la Biblioteca de Literatura Gráfica Eduardo Risso y del Espacio de Dibujantes e Ilustradores Sanjuaninos (EDIS), en la Dirección de Bibliotecas Populares y Actividades Literarias (Las Heras y 25 de mayo)
  • Actividades con entrada libre y gratuita

 

Un maestro en acción

Para saber más

  • En sus inicios, Eduardo Risso trabajó en La Nación y las revistas Eroticón y Satiricón.
  • Entre sus obras están Parque Chas y Caín (con guion de Ricardo Barreiro), Fulú, Simón, Borderline y Chicanos (con guion de Carlos Trillo, muy exitosos en Europa).
  • La colaboración con Brian Azzarello en el sello Vértigo (DC Comics) es su trabajo más aclamado, especialmente 100 Bullets (100 Balas). Trabajaron en la miniserie Jonny Double y en historias de Batman (Broken City, Noche Oscura: Una historia verídica de Batman) y The Blood Brothers Mother.
  • Ha trabajado para Columba, DC comics, Marvel, Eura, Dark Horse, entre otras.
  • Ha ganado 5 Premios Eisner (Premio Will Eisner de la Industria del Cómic).  4 son por su trabajo en “100 Balas”: 2001, Mejor Historia Serializada (con Brian Azzarello); 2002, Mejor Artista; y 2002 y 2004, Mejor Serie Continua (con Azzarello). Y el 5to, este año, por “The Blood Brothers Mother”, como Mejor artista pintor/Multimedia.
  • Es el creador y organizador principal de la convención de cómics Crack Bang Boom, fundada en 2010 en Rosario. Se la considera la más importante de Argentina y una de las más grandes de Latinoamérica.