
Venezuela vivió ayer la primera de las tres jornadas de veda previa a la elección de constituyentes de mañana, en coincidencia con las protestas generalizadas de la oposición, que ayer ocupó calles y plazas pese a la prohibición del gobierno de hacer manifestaciones.
Pese a que los actos partidarios están prohibidos antes de la compulsa, el Gobierno y los simpatizantes del fallecido presidente Hugo Chávez aprovecharon la fecha en que hubiera cumplido años para reivindicar la gestión del Ejecutivo.
El jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, encabezó estas celebraciones desde Caracas, donde entregó la casa 1.700.000 de la llamada Misión Vivienda, un programa gubernamental creado por Chávez. ‘Tus hijos celebramos tus 63 años de vida‘, escribió Maduro en su cuenta de Twitter.
El paisaje de fondo fue idéntico a otras jornadas en las que la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) puso en marcha su maquinaria para manifestarse: “trancazos” en calles y avenidas de la capital y las principales ciudades, con los que buscaron transformar la planeada “toma de Caracas” en la “toma de Venezuela”.
Varias calles y avenidas permanecieron cerradas. En algunas ciudades hubo concentraciones menores y varios negocios permanecieron cerrados. Algunas de estas concentraciones y barricadas en el municipio Chacao de Caracas fueron disueltas por los miembros de seguridad sin que se conozca hasta el momento reportes de heridos o detenidos.
Pese a la prohibición y la respuesta, Maduro dio un último plazo a los opositores para sentarse con su gobierno en una mesa de diálogo antes de que se concrete la elección de la Asamblea Nacional Constituyente para reformar la carta magna.
Como resultado del paro de dos días quedaron 8 muertos, los últimos de ellos un policía herido el pasado jueves en el estado de Mérida, y otros dos hombres en Anzoátegui y Lara. La cifra de víctimas llegó ya a 108, aunque algunos medios la elevan a 115.
Mientras, el número de detenciones de opositores en manifestaciones y de allanamientos ha subido en las últimas horas, con un promedio de 40 detenciones diarias en los 119 días de protestas, iniciadas a comienzos de abril y relanzadas en mayo.
Estos comicios traen consigo la promesa de que son la única solución para la crisis.

El Poder Electoral y las fuerzas de seguridad implementaron un plan de seguridad especial para la contienda. Para ello se permitió que los electores puedan participar en cualquier centro de votación sin que importe si está registrado en esa escuela.
Con la Constituyente, el gobierno pretender crear un organismo superestructural con poder sobre el Congreso y la fiscalía general rebelde para eliminar los últimos focos de resistencia al régimen. La mayoría de los candidatos a la Constituyente son aliados del gobierno.
Venezuela atraviesa una de las peores crisis de su historia. A la recesión económica -con inflación de tres dígitos y escasez de bienes- se le suma una ola mortal de protestas antigubernamentales.
