México realizó hoy, 19 de septiembre, un “mega simulacro”sísmico. Es porque se cumplen 32 años del devastador terremoto de 8,1 grados que dejó miles muertos y daños materiales en la capital mexicana en 1985. La hipótesis utilizada fue un sismo de magnitud 8.0 grados a 28 kilómetros al suroeste de Tecpan, Guerrero. Lo que nunca esperaban los mexicanos era que, dos horas después, un sismo golpeara al estado de Puebla y azotara al sur del país.

 

A las 11:00 horas de México se activó, así, la alerta sísmica en la Ciudad de México, mediante el sistema de altavoces. Decenas de edificios públicos fueron desalojados, en una acción que tiene como objetivo fomentar la cultura de la prevención entre los habitantes de la Ciudad de México.

 

El simulacro incluyó ambulancias, autoevacuaciones y reanimaciones montadas por emergentólogos.

 

 

El Sistema de Alerta Sísmica Mexicano mantuvo avisos cada media hora en su cuenta de Twitter, para mantener prevenidos a los ciudadanos y no se generaran crisis de pánico, esto luego del sismo de 8,2 grados ocurrido el pasado 7 de septiembre.

 

 

La Secretaría de Protección Civil local había pedido a la población que una vez activada la alerta, aguardaran 40 segundos para iniciar el repliegue a las zonas de menor riesgo internas y evacuación.

 

Cada año el 19 de septiembre el presidente y miembros de su gabinete rinden homenaje a las víctimas a la hora del sismo en el Zócalo, la plaza principal de Ciudad de México, donde están el Palacio Nacional y la Catedral.

 

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, encabezó la ceremonia en el Zócalo, la plaza principal de la capital mexicana. “Agradezco su participación, sobre todo a manera de testimoniar su lealtad, su responsabilidad su compromiso, sirva a cada uno de ustedes mi gratitud, mi reconocimiento en nombre de las muchas familias que quedaron damnificadas”, había dicho el mandatario al Ejército hoy por la mañana.

 

El terremoto de México de 1985 sacudió el jueves 19 de septiembre de 1985 a las 07:17 a la Ciudad. Alcanzó una magnitud de 8,1, con epicentro en el océano Pacífico mexicano. Se estima que dejó más de 10 mil muertos, y daños cercanos a los 8000 millones de dólares.

 

Durante el “mega simulacro” suenan las alarmas sísmicas y se evacuan edificios en las principales ciudades del país.

 

Dos horas después, el sismo de 7,1 golpearía en Puebla y se sentiría muy fuerte en la Ciudad de México, donde residen 20 millones de habitantes.

 

El jueves 7 de este mes otro sismo había azotado a México,dejando 90 muertos.