En EEUU, donde hay una gran cantidad de ataques armados, las ventas de armas fueron este año superiores a las de 2008.
Según el Departamento del Tesoro, en la primera mitad de este año las recaudaciones de impuestos sobre la venta de armas fueron un 42 por ciento superiores a las de igual período de 2008, y las recaudaciones por la venta de municiones un 29 por ciento mayores.
En un año de recesión económica, pérdidas de empleo, ejecuciones hipotecarias y desalojos, los propietarios de armas de fuego han comprado unos 12.000 millones de balas desde octubre de 2008, comparado con un rango de 7.000 a 10.000 millones en años normales, según la Agencia del Gobierno que controla el Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF).
En EEUU La Asociación Nacional del Rifle tiene un poder extraordinario, mientras la tendencia generalizada parece que es seguir haciendo acopio tanto de armas como de munición. Por eso se nota una gran escasez de balas en las armerías, mientras la espera es bastante larga para recibir las armas encargadas.
Los fabricantes de balas, según un reciente artículo del diario "The Washington Post", indican que una de las razones de la escasez de munición es "la prolongación de las guerras en Afganistán e Irak, que ha incrementado la demanda de componentes de las balas como el cobre y el bronce".
Las armerías en todo el país padecen una escasez -y los compradores un alza de precios- de todo tipo de munición: desde las balas calibre 22, baratas, que se usan principalmente para la práctica de tiro al blanco, hasta las balas de 9 milímetros, huecas, que se compran para defensa del hogar.
Algunos norteamericanos llevan hasta ocho semanas esperando que le llegue la pistola que encargaron.
Poseer armas de fuego es un derecho protegido por la segunda enmienda constitucional en EEUU, sacudido recientemente por el ataque mortal de un psiquiatra vinculado al islamismo y mayor del Ejército norteamericano. El sujeto mató a 13 personas el 5 de noviembre pasado en un tiroteo ocurrido en una base militar de Texas.
Al día siguiente, un hombre entró a los tiros a su antiguo lugar de trabajo en Miami y mató a otra persona en ese país, donde se calcula que hay entre 200 y 250 millones de armas en poder de ciudadanos particulares.
Lo sucedido en la base texana demuestra "el mortífero poder" de que las armas de fuego estén "disponibles para cualquier persona, dijo Mandy Wimmer, del Centro sobre Política para la Violencia. Para Wimmer, "la respuesta a la violencia con armas de fuego no está en que haya más armas de fuego".
Las estadísticas de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), muestran que los delitos violentos en EEUU están en sus niveles más bajos en dos décadas, pero los dueños de armas están alarmados por diversas razones y eso ha incentivado la demanda.
"Es el resultado del huracán Katrina (2005) y el desorden civil que le siguió. Es el efecto de la amenaza terrorista", sostuvo Wayne LaPierre, vicepresidente de la Asociación Nacional del Rifle (NRA por su sigla en inglés), el mayor grupo de los compradores y vendedores de armas de fuego.
LaPierre consideró que faltan armas y balas porque la gente teme que el gobierno del presidente Barack Obama promueva leyes que restrinjan la tenencia de armas de fuego o, aún peor, que empiece la confiscación.

