Un aspirante a una alcaldía en el norteño estado mexicano de Chihuahua fue asesinado anoche, el mismo día del crimen de otro precandidato en Veracruz, informó hoy el líder de su partido, en medio de una oleada de crímenes políticos que azota al país.

Yuriel González, quien aspiraba a la alcaldía del municipio de Nuevo Casas Grandes, fue asesinado durante la noche, dijo a la cadena Milenio el líder local del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Domínguez.

Domínguez reclamó al Gobierno local y federal "una investigación pronta de los hechos".

El crimen ocurrió el mismo día de la muerte de José Melquiades Vázquez, precandidato a la alcaldía de La Perla, Veracruz, también del PRI.

Ambos episodios se dieron luego de que el Gobierno del presidente Andrés López Obrador anunciara un plan para reforzar la protección de candidatos, tras reportar que al menos 64 políticos han sido asesinados entre septiembre y febrero pasado, citaron medios locales y la agencia de noticias AFP.

Los crímenes tendrían como objetivo incidir en las elecciones parlamentarias y regionales que México celebrará el 6 de junio próximo y aumentar la influencia política de las organizaciones criminales, según evaluó el Ejecutivo.

La secretaria de Seguridad de Gobierno, Rosa Icela, alertó hoy que el crimen organizado "impone, quita, mata, presiona, coopta y chantajea" a candidatos electorales en nueve estados: Morelos, Guerrero, Michoacán. Oaxaca, Veracruz, Sinaloa, Jalisco, Guanajuato y Baja California.

"Establecen campañas del miedo para intimidar a la clase política y al pueblo en general: asesinan, amenazan, cooptan, imponen y financian", señaló en rueda de prensa.

"Entre sus estrategias de violencia están el homicidio, los secuestros, la privación de libertad, la intimidación de familias, la quema de domicilios y la extorsión", agregó.

El 15 de febrero también fueron asesinadas la exalcaldesa de Cosoleacaque, Gladys Merlin, y su hija, Carla Guadalupe Enríquez, quien era precandidata del partido oficialista Morena para la alcaldía de ese municipio en Veracruz.

Cuatro días antes se había registrado el crimen de Gilberto Ortiz Parra, otro aspirante de Morena al Gobierno municipal de Úrsulo Galván, también en Veracruz.

Según la consultora Etellekt, durante la campaña para las elecciones de 2018 fueron asesinados 153 políticos, de los cuales 48 aspiraban a algún cargo, en el proceso electoral más violento de la historia.

La empresa de medición refirió que el 90% de esos crímenes están impunes.

Desde diciembre de 2006, cuando el entonces presidente Felipe Calderón lanzó un muy cuestionado operativo antidrogas con activa participación de las Fuerzas Armadas, México acumula 300.000 muertes violentas, según cifras oficiales.