La Policía francesa encontró siete colillas de cigarrillos en los andamios de restauración donde surgió el fuego que devastó parte de la cubierta de la catedral de Notre Dame de París (Francia) el pasado 15 de abril, reveló la prensa local.

Algunos de los obreros que trabajaban en la restauración de la aguja del templo reconocieron a los investigadores que fumaban en los andamios, agregó la publicación "Le Canard Enchaîné".

Pese a ello, señaló que los investigadores apuestan más por la hipótesis de que el incendio se debió a un cortocircuito. Revelaron diversas irregularidades con la instalación eléctrica, en el tendido para alimentar un juego de campanas que se encontraba en la aguja y otro bajo la misma.

Ese dispositivo fue autorizado, de forma provisoria, en 2012 a pedido de los clérigos de Notre Dame durante las obras de renovación de los campanarios principales, con el objetivo de electrificar esas campanas para que pudieran sustituirlas.

Sin embargo, según "Le Canard", nunca fue sustituido, seguía utilizándose y sobre él se instaló el andamiaje para la restauración de la aguja. Los investigadores determinaron que las campanas de la aguja sonaron el día del incendio a las 18.04 horas para llamar a misa. Doce minutos más tarde se encendió la primera alerta de detección de humo. Se inició la evacuación, pero como los dos oficiales de seguridad enviados a verificar las llamas no las encontraron, se pensó que era una falsa alerta.

Télam