Venezuela se aproxima a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que permitirá al chavismo cambiar todo el ordenamiento del Estado, con un llamamiento a tiempo del presidente del país, Nicolás Maduro, para sentarse en la mesa con los opositores antes de que, en tres días, se concrete esa elección.
El pedido de Maduro vino después de una prohibición de su Gobierno de ‘reuniones y manifestaciones públicas, concentraciones de personas y cualquier otro acto similar que pueda perturbar o afectar el normal desarrollo del proceso electoral‘.
La oposición no ha ni rechazado ni aceptado el llamado de Maduro, pero sí le ha retado en la calle asegurando que, pese a cualquier prohibición, concretará la gran marcha convocada para este viernes contra la Constituyente.
La alianza de opositores Mesa de la Unidad Democrática (MUD) había llamado a todos los venezolanos a acudir a la capital hoy viernes para lo que bautizó como ‘la toma de Caracas‘, y redobla ahora su apuesta por esta actividad de protesta refiriéndose a ella como la ‘toma de Venezuela‘.
La protesta de hoy es la última y una de las mayores manifestaciones anunciadas por la MUD hasta el momento para intentar detener la Constituyente, un proceso que debe culminar con la elaboración de una nueva Carta Magna y es visto por la oposición como un intento de ‘consolidar la dictadura‘ por parte del chavismo gobernante.
Representantes de la MUD han pedido a sus partidarios atrancar desde hoy las avenidas y las calles de todo el país, en una acción de protesta que continuará el sábado, e incluso el domingo, el día de la elección.
En ese contexto, ayer se registraron cuatro nuevas muertes violentas que elevaron a 105 la cantidad de víctimas fatales durante las protestas callejeras iniciadas a comienzos de abril, que también dejaron más de 1.500 heridos.
Lanata deportado.
Autoridades de Venezuela impidieron ayer el ingreso al país del periodista argentino Jorge Lanata, quien llegó al aeropuerto internacional de Caracas con el propósito de cubrir las elecciones de constituyentes del domingo próximo, y tras retenerlo incomunicado por varias horas fue embarcado de regreso a Buenos Aires, a donde llegará hoy. Lanata y sus colaboradores fueron encerrados en una oficina mientras las autoridades les retenían sus documentos y sus teléfonos celulares y computadoras, por lo que quedaron incomunicados, relató el canciller argentino, Jorge Faurie a la prensa en Buenos Aires.
