Esta planta es elegida por todo aquel que conoce de jardinería por que llena espacios con un esplendor único. Sus hojas acintadas dan una sensación de frescura y trópico y sus flores en estos momentos nos deleitan día a día. Se trata de los hemerocallis, son todo un género de plantas herbáceas originarias de Asia, aunque hoy están adaptadas a una gran cantidad de entornos. Son plantas vivaces de escasa altura que rara vez superan los 80 cm de tamaño, y que suelen comportarse como plantas perennes, aunque esto depende en buena medida del clima local y las condiciones donde habita.
Tienen hojas estrechas y alargadas, casi en forma de cinta, y sus flores, que nacen de vara floral que surge de la base de la planta, recuerdan en parte a las de sus parientes los lirios, motivo por el que la planta también recibe el nombre de lirio de día o lirio de la mañana.

Su otro nombre popular es sencillamente flor de un día, que se debe a su otra llamativa característica, estas flores tan espectaculares como efímeras, tiene una duración en la planta de un día luego se deshace rápidamente de las flores que se marchitan para dar lugar a otras nuevas, tirando varias de ellas a diario.
La floración inicia con la primavera y, por suerte para todos, se prolonga hasta entrado el otoño y en ocasiones incluso un poco más allá, cuando el invierno es lo bastante suave. Sus otros nombres son azucena turca o lirio de San Juan, pero, a diferencia de estos bulbos, los hemerocallis tienen raíces rizomatosas.

Ubicación
Son plantas más resistentes de lo que parecen, necesitando muy pocos cuidados para llenar de flores cualquier jardín o balcón. De esta manera, dependiendo de dónde la ubiquemos tendremos que tener en cuenta unos cuidados u otros:
En jardín: tiende a cultivarse como planta de exterior debido a que cuanta más luz reciba, más abundante será su floración, su principal atractivo. Sin embargo, también puede cultivarse sin problemas en semisombra, especialmente si los veranos son excesivamente calurosos para ubicarla a pleno sol, lo que sólo ocurrirá en climas muy cálidos.

En maceta: ubícala junto a una ventana o zona lo más luminosa posible, siempre procurando que disfrute de todas las horas de sol posibles, aunque cuidado con el efecto lupa de algunos cristales en verano: sus hojas y flores podrían quemarse. Además, recuerda usar siempre una maceta con agujeros de drenaje para evitar los encharcamientos.
Riego
Como muchas otras plantas, esta es más resistente a la falta de agua que al exceso, pero si te quedas corto con los riegos durante la época de floración, afectarás muy negativamente a la producción de flores de tu planta. Por ello, lo ideal es realizar riegos frecuentes y no demasiado abundantes durante los meses cálidos, regando un poco cada 48 horas aproximadamente, de forma que el sustrato mantenga cierto nivel de humedad, pero como siempre, sin encharcar. En los meses fríos, reduce drásticamente el riego.

Sustrato o tierra
Necesita un suelo rico en materia orgánica, aireado y con un buen drenaje. Tanto si plantas en maceta como en jardín, te recomendamos usar una mezcla buena de tierra y rellenar el hueco para que no quede aire, así te asegurarás un crecimiento ideal.
Mezcla turba y humus de lombriz a partes iguales, remueve bien y añade un puñado de vermiculita y otro de perlita. Esto da lugar a una mezcla universal increíblemente rica en nutrientes, además de microorganismos beneficiosos gracias al humus de lombriz. Este sustrato también es muy ligero y ofrece unas excelentes propiedades de drenaje y retención de agua.

Abonado
Cuando lleguen los meses cálidos, si quieres que tu flor de un día tenga una floración espectacular debes aportarle nutrientes. Añade unos 2 cm. de fertilizante orgánico como compost o humus de lombriz a la base de la planta y sus alrededores cada 15 días, y te asegurarás de que tus hemerocallis luzcan sanos, fuertes y radiantes.

Poda y reproducción
La poda de esta planta no es complicada ya que, como hemos dicho, no tiene problemas en deshacerse ella misma de las flores que se marchitan. Sin embargo, nunca sobra estar pendiente de sus hojas o partes en mal estado y retirarlas siempre que las veas, de forma que tu flor de un día no malgaste energías en ellas.
En cuanto a la reproducción, lo más sencillo es hacerla por división de mata. Puesto que sus raíces rizomatosas son gruesas y fuertes, usa unas tijeras bien afiladas y desinfectadas para separar la parte que quieres trasladar, replantándola en una nueva ubicación con el sustrato antes descrito.
Procura no dejar ninguna porción demasiado pequeña para que tanto la nueva planta como la planta madre no tengan problemas, y todo irá bien. Puede que la mata nueva tarde una o dos temporadas en empezar a dar flores, pero esto es algo completamente normal.



