
Un albañil fue condenado ayer a 10 años de cárcel porque un tribunal consideró probado que, durante 6 años, sometió a distintas prácticas sexuales e incluso violó a una nena con la que convivía y a quien debía cuidar: su hijastra.
Los jueces Graciela Del Pie, Eugenio Barbera y la subrogante Silvia Peña Sansó de Ruiz (Sala III, Cámara Penal) entendieron que cometió los aberrantes abusos sólo contra esa nena en dos tramos de convivencia: entre los 6 y los 8 años, cuando la pareja se peleó, y entre los 11 y los 14 cuando retomaron la conflictiva relación, dijeron fuentes judiciales.
La sentencia de los magistrados fue dos años menor a la que el propio acusado estaba dispuesto a recibir, pues había firmado un acuerdo de juicio abreviado con su defensa y el fiscal José Eduardo Mallea, en el que admitió también haber manoseado a una hermanita de su principal víctima.
Sin embargo el tribunal desechó esta última posibilidad al considerar que del relato de la niña en Cámara Gesell y de otras pruebas no se desprendía que hubiera sido abusada, dijeron fuentes judiciales.
El albañil fue detenido en Sarmiento, el 19 de diciembre de 2014 (las niñas entonces tenían 15 y 13 años). Siempre negó su autoría en las maniobras que le atribuyeron, pero las pruebas lo complicaron y por eso resolvió aceptar su responsabilidad y abreviar el juicio en su contra.
El drama para la niña abusada había sido terrible. Cuando todo comenzó, a los 6 años, pareció encontrar una aliada en su propia madre que, al parecer, también era maltratada por el sujeto y por esa razón terminó la relación.
Pero al reiniciarla tuvo otros cinco hijos más con el sospechoso. Y ya toleró abiertamente que cometiera abusos contra su hija. Es más, a la niña le dijo que no haría nada porque mantenía a la familia, indicaron. Por eso la niña le contó todo a su tía y tras la denuncia un juez decidió que, con su hermana, se fueran a vivir con esa mujer.
El tribunal entendió que manoseó y también violó a la niña y que esos delitos eran agravados
