Estuvimos esta semana con integrantes de la empresa Aguafértil, distribuidora e integrante de la Red Simbios en la zona de San Juan y La Rioja, para conocer planes de corrección de suelos y nutrición para el cultivo de pistacho, tanto en etapa joven, como en producción.
Alejandro Guzmán nos resumió "para la plantación, en la etapa de trasplante, utilizamos como ‘fondo de hoyo’ Blocompost (Bloemen). Es un abono compostado del guano de gallina en forma de pellet con un elevado contenido de materia orgánica y de microorganismos benéficos para la raíz y el suelo. También tiene contenido de macro y micro nutrientes quelatados, aminoácidos, ácidos húmicos y fúlvicos. Usamos como dosis por hoyo, 300 gramos, con esto generamos un ambiente favorable para el desarrollo radicular, sumamos materia orgánica y aumentamos la retención de agua en bulbo radicular, logrando un crecimiento uniforme en cuadros nuevos".
Marcos, su hermano, agregó "lo primero que tenemos en cuenta a la hora de armar un plan de fertilización para el cultivo del pistacho, es analizar las condiciones físicas del suelo, sobre todo el contenido de sales que limitan el crecimiento radicular y la asimilación de los nutrientes. Para este problema físico buscamos la solución, con la aplicación del Mist tps 78 (Kioshi Stone), sulfato de calcio (‘yeso agrícola líquido’), más magnesio con azufre elemental; es un corrector de suelos salinos-sódicos y a la vez fertilizante líquido con suspensión de nanopartículas minerales. Así logramos bajar la conductividad eléctrica de manera rápida y efectiva. Dosis de aplicación por hectárea, de 3 a 5 litros, vía fertirriego o drenchado en el ingreso del agua".
Explicaron que al bajar la conductividad se ponen en disponibilidad nutrientes, sobre todo el fósforo, y se mejora la actividad microbiana del suelo. Esta aplicación se realiza en cultivos jóvenes y en producción.
Ignacio, integrante joven de la empresa familiar, dijo "paso siguiente, buscamos multiplicar el desarrollo microbiológico de la rizósfera, para ello aplicamos promotor radicular (Bloemen), una inyección de microorganismos para el suelo, entre ella micorrizas, pseudomonas, azospirrilium. Dosis de 5 a 10 litros por hectárea.
Los Guzmán indicaron que "como fertilizante líquido, aplicamos Fol suelo (Bloemen) en dosis de 300 a 600 litros por hectárea, según tamaño y estadio de la planta. Se suma así materia orgánica de compost de guano de gallina, NPK, micronutrientes, aminoácidos libres, ácidos húmicos y fúlvicos (más de 30%) y más de 1 millón de microorganismos benéficos por cm3. Y en la etapa de máximo crecimiento radicular, incorporamos Zurich (Agrocube), con dosis de 5 litros por hectárea, vía fertirriego.
Zurich es un producto natural a base de polifenoles que promueven el desarrollo radicular, incrementando la disponibilidad de nutrientes y su acción bioprotectora sobre los diferentes tipos de estrés en la planta. Favorece la micorrización y establecimiento de una microflora que mejora las condiciones del suelo al degradarse en sustancias húmicas. Reduce la acción de patógenos (nemátodes) en dosis de aplicación de 10 litros por hectárea. Es orgánico, de bajo impacto ambiental y riesgo toxicológico.
Destacaron que "para un mejor desarrollo foliar, utilizamos el Biobloemen amino (Bloemen). Son bioestimulantes y precursores de varias hormonas naturales, los cuales intervienen en muchos procesos fisiológicos; además es recuperador de situaciones de estrés hídrico, calórico, biológico y por aplicación de agroquímicos. Al ser de naturaleza orgánica, el tiempo de absorción en la planta es inmediato.
También viene el Amino boro (Bloemen) para mejorar el desarrollo del tubo polínico de la flor y el llenado de los frutos. Y de acuerdo a los requerimientos o deficiencia que presente el cultivo, utilizamos amino zinc, amino magnesio, amino calcio, etc.
Para llenado de frutos, se aplica Fol k (Bloemen). Es líquido y va vía fertirriego contiene las misma propiedades del fol suelo con el agregado de potasio. con este mejoramos el transporte de fotoasimilados en la hoja hacia los frutos. Dosis: varía de 50 a 150 litros por hectárea.