Querer no es siempre poder y si bien este Atlético Unión fue el que siempre quiso, finalmente no pudo contra Gutiérrez de Mendoza, empatando 1-1 de una manera más dolorosa aún porque le había costado tanto abrir el cerco Celeste en Rawson que solamente una genialidad del Luto Molina lo había logrado cuando iban 39’ del complemento y parecía que era partido ganado, pero en el saque del medio posterior y en esos sesenta segundo demoledores, todos durmieron en el fondo Azul y Leo Roda se convirtió en el verdugo al poner el 1-1 final.
Del partido, poco para destacar más allá de la idea conceptual de Unión de proponer siempre a partir de la presencia de Alfredo Molina como conductor pero aún con la pelota en su poder, el equipo de Del Cero no tuvo la profundidad necesaria como para descompensar el ordenado trabajo de Gutiérrez que nunca perdió la línea y defendió con simpleza. Unión la tenía pero no lastimaba y tanto fue así que en los primeros 45’ de juego, la única que generó de peligro fue a través de un córner que cayó al primer palo y Martínez Gullota controló ante la arremetida de Décimo que no pudo desviarla. Demasiado poco como para aspirar a ese triunfo que se necesita ya en este ciclo que suma 4 partidos con 4 empates con Del Cero como entrenador.
Lo entendió así el técnico Azul y mandó al colombiano Angulo a la cancha para acompañar al solitario Pérez pero la mala fortuna en un choque de cabezas contra Barrera, sacó al moreno de la cancha y lo mandó al hospital con una fuerte conmoción. Se complicó todo porque la elección fue Ariel Sánchez para vestirlo de punta y Unión se fue enredando. Iban 39’ y no aparecían esas opciones que necesitaba hasta que Molina se hizo su lugarcito entre los centrales, la midió y con su zurda la clavó en el ángulo para que el vuelo de arquero mendocino sólo fuera para la foto. Lo festejaron tanto que se olvidaron de la vuelta al juego y en el minuto siguiente, Gutiérrez jugó largo a la derecha para la soledad en la que apareció Valenti, éste metió el centro al segundo palo y Leo Roda -que de cabecear sabe- se elevó solito para decretar el empate. Intentó la heroica Unión y casi le sale cuando en el filo del partido, un pelotazo largo le quedó solo para Pérez, pero el jachalllero agotado cabeceó a las manos del arquero.
Unión quiso y no pudo. Parecía que se le daba pero se desconcentró en sesenta segundos y eso fue fatal.
