Sin dudas uno de los principales ítem para ilusionarse con Argentina se encuentra en su técnico: Lionel Scaloni. Las decisiones (casi todas) acertadas del DT durante el transcurso del Mundial sirvieron para enderezar un rumbo que arrancó torcido y que en la visión del entrenador pudo irla modificando.

Eligiendo los mejores intérpretes para saltar al campo de juego, ya sea desde el arranque o viniendo desde el banco de suplentes. Contra Polonia, nuevamente Scaloni, ese técnico que rompió todos los manuales llegando en el 2018 a la Mayor sin haber dirigido a ningún otro equipo antes, dio en la tecla exacta. A esta altura, lejos está de ser una casualidad. Más bien todo lo contrario.

Ante un equipo europeo demasiado tibio, Scaloni pensó el partido que luego se dio. Por eso decidió el ingreso en la zaga de Nahuel Molina, buscando más salida que al tener a Gonzalo Montiel, quien fue titular ante México por la segunda fecha. En la zaga central, tras dejarlo en el banco contra los aztecas, Cristian Romero recuperó su posición, dejando afuera a Lisandro Martínez, en gran medida por el temor a la altura de los polacos, algo que no influyó nunca en el partido que cerró el Grupo C.

En el medio, le dio cabida de movida a Enzo Fernández y acertó, igual que hizo cuando lo puso entre los 26 de la lista final pese a que el ex River casi no estuvo a lo largo de su ciclo de más de cuatro años. El volante del Benfica le respondió de gran manera tanto ingresando contra Arabia Saudita y aún más contra México, donde el jugador de 21 años liquidó el partido con un derechazo al ángulo de Guillermo Ochoa.

Si en las tres modificaciones anteriores acertó Scaloni, en la cuarta, acaso la más inesperada, hizo un auténtico pleno. Colocó como delantero a Julián Álvarez, relegando al banco de relevos a su '9' insignia como es Lautaro Martínez, quien con 21 goles es el segundo máximo goleador de su gestión, sólo por debajo de los 28 de Lionel Messi. Y el atacante del Manchester City fue uno de los puntos salientes del partido en el estadio 974.

Scaloni ya firmó su renovación con la Selección argentina hasta el 2026, abarcando el próximo Mundial.

Sin dudas, el poder de decisiones del tocayo de la Pulga es uno de sus grandes virtudes. También la templanza con que maneja al grupo, que a esta altura ya tiene asumido que salvo Messi cualquiera puede dejar el equipo inicial. Esos cambios del DT también generan la competencia interna tan necesaria para cualquier formación.

A los 44 años, Scaloni es el técnico más joven de los 32 que comenzaron en 'Qatar 2022'. Aunque por su sapiencia y conocimientos, bien podría tratarse de un experimentado en la materia. En esto también, el exvolante rompe los habituales estereotipos del fútbol mundial.

"A dar pelea"

Lionel Scaloni (foto) se mostró cauto de cara al futuro en el Mundial con la Argentina y también ponderó lo hecho con la clasificación. "Hicimos un buen partido y hay que seguir. No somos candidatos ni favoritos, seguimos siendo los mismos. Somos un equipo difícil y vamos a dar pelea. Es totalmente errado pensar que vamos a ser campeones por ganar hoy", subrayó el DT.

Y agregó: "Estamos satisfechos, no era fácil el contexto. Había que jugar y ganar contra un equipo que le valían dos resultados. Eso hizo el partido muy difícil y creo que lo interpretamos de una manera correcta. Los jugadores hicieron un partido muy bueno y completo".

Consultado por Australia, el próximo rival, Scaloni explicó: "En el Mundial son todos difíciles. A nosotros nos ganó Arabia Saudita y nadie lo esperaba. Está equivocado el que piensa que Australia será fácil porque no demostró serlo. Hay que valorar al rival, pero jugando como hoy lo vamos a complicar".

"Hoy estamos contentos, pero no efusivos porque me parece totalmente una locura jugar en dos días y poco cuando somos primeros de grupo. Nosotros podríamos haber tenido más descanso", remarcó.