Fue fiesta completa. Total. Tanto que el mundo Millonario se quedó festejando por horas en un Monumental repleto con más de 70.000 almas. River Plate goleó 4-0 a Racing Club y se consagró campeón de la Liga Profesional de fútbol. La noche inolvidable sirvió para cerrar una campaña impresionante de la mano de un técnico ganador por naturaleza: Marcelo Gallardo. El equipo consiguió la alegría siendo indudablemente el mejor. Mostrando números superiores en todo. Y la alegría se desparramó por todo el país. 


El partido empezó con un Racing bien metido en la marca y con disponibilidad para buscar los huecos que River podía dejar en defensa. Como que sorprendió al equipo de Gallardo. No extrañó entonces que a los 3’ Copetti -que superó al chileno Díaz- tuviera una gran chance de convertir pero se lo impidió el arquero Armani al neutralizar el tiro que iba rumbo a la red. En las jugadas siguientes Racing volvió a acercarse con peligro al arco del local pero la defensa Millonaria respondió.


A los 15’ Braian Romero puso en apuros al arquero Arias y desde ese momento fue desapareciendo el dominio del visitante. Es que River se hizo dueño de la pelota en el mediocampo y empezó a atacar sin solución de continuidad.


A los 24’ se dio la primera aparición del goleador Julián Alvarez quien metió un cabezazo que salió apenas desviado. Fue un preludio del gol que llegaría para el Millonario. Es que a los 31’ Palavecino, tras pase de Enzo Fernández, la mandó al fondo del arco abriendo el tablero de la noche.

El primero. Agustín Palavecino acaba de abrir el marcador y sale a gritar su gol. La de anoche fue una fiesta completa para los Millonarios luego de una consagración completamente merecida.


El primer tiempo se fue con la ventaja Millonaria. Que pudo ser mayor si Braian Romero hubiese tenido suerte en dos cabezazos que salieron muy cerca.


El complemento fue supremacía completa del equipo de Gallardo. Es que el local no sólo dominó en la tenencia de la pelota sino que pisó el área rival seguido. Y así fueron llegando los goles ante un rival que parecía estar vencido mucho más allá del marcador. A los 3’ Julián Alvarez, cuando no, convirtió el 2-0 al aprovechar un rebote.


Y después promediando el complemento finalmente Braian Romero tuvo su premio a tanta insistencia para anotar. Y lo hizo por duplicado. Primero a los 22’ y después a los 32’ con esa capacidad goleadora que lo caracteriza.


Más tarde llegaron los cambios, en todos los casos para los aplausos. En especial cuando se fue Leo Ponzio (entró Carrascal), a quien la multitud lo premió con una ovación. Después el paraguayo Rojas, uno de los mejores que tuvo el partido.


Pitazo final del árbitro y River todo a festejar. Los jugadores. El cuerpo técnico. La gente. Todo el mundo rojiblanco. Un enorme campeón que se consagró cuando todavía quedan tres fechas por disputarse de esta Liga Profesional.

Ponzio ese capitán que es símbolo

Leonardo Ponzio no sólo jugó como titular sino que entró al Monumental siendo el capitán del equipo. Esa cinta que lució en casi todo el proceso dirigido por Gallardo. Tuvo que reemplazar a otro símbolo, Enzo Pérez, que lesionado no pudo estar. Y el eterno Leo cumplió. Y se dio el gusto de ser campeón cuando su carrera está tocando el fin. El mismo jugador dijo que si River salía campeón, el de anoche sería su último partido. Si es así, este mediocampista que luce el "23" en su espalda se lo tiene merecido. Alcanzó a Labruna y Vaghi como los jugadores que más títulos alcanzaron con River (16). Salud capitán.