El acusado confesó ante el juez haber sometido a la niña.

La primera vez fue una noche en que los niños dormían afuera para mitigar el calor. Entre esos chicos estaba la nena de 13 años con retraso mental leve y también uno de los restantes 24 parientes que vivían hacinados en esa casa, una suerte de tío suyo, hoy de 36 años. Cuando todos dormían, el sujeto se acercó, la manoseó, le tapó la boca, la violó y le advirtió que no dijera nada porque no le creerían. En diciembre de 2017 fue la primera vez, pero a esa le sucedieron otras más hasta que en marzo de 2018, la niña le contó a su madre que estaba triste por lo que le hacía su tío. También le dijo que lo mismo le hizo en una ocasión la pareja de su abuela, hoy de 57 años. Ayer el más joven de los acusados admitió que cometió los abusos y se mostró dispuesto a purgar 11 años y 8 meses de cárcel. El otro acusado tendrá juicio común.