La mujer explicó al inicio de la testimonial que tenía una relación conflictiva con su marido y que aquella madrugada del crimen ni ella ni sus hijos estaban en la casa de la calle Alfonsina Storni 4477, en José León Suárez, porque desde el 21 de enero hasta el 16 de abril estuvieron “separados”. Ella y sus hijos, afirmó, se habían ido a vivir a lo de su mamá.

La mujer contó que la madrugada del 2 de abril, último día que vieron con vida a Araceli, Badaracco (29) le envió mensajes y hasta una foto desde la plaza de la esquina de su casa, donde estaba consumiendo drogas. El imputado admitió en una testimonial previa a su detención que estuvo allí con la víctima, antes de su desaparición. “Me mandó un mensaje, que estaba con los amigos tomando algo en la plaza. Al otro día, me volvió a escribir y se sacó una foto. Estaba con resaca", señaló.

Darío Badaracco y Araceli

En otro tramo de su declaración, Guzmán reveló que en el sitio en construcción donde fue hallado el cadáver tenían planeado “hacer una losa” para mudarse a esa parte de la casa, y que por ese motivo el día anterior al hallazgo del cuerpo había hablado “para buscar un albañil por ese tema”.

Guzmán dio más detalles sobre las personas en las que habían pensado para esa obra. “A ese albañil le dicen 'Cheri', la mujer se llama Romina. Ambos trabajan en la unidad básica de la calle Gabriela Mistral y Artigas”, relató la mujer, quien luego agregó que “el día que encontraron el cuerpo a las 14.30 aproximadamente” fue a “hablar con el albañil” para que le pase “el presupuesto”.

“Yo no entiendo. Si él puso el cuerpo ahí, para qué me mandó a buscar el presupuesto, ya que indefectiblemente cuando revolvieron toda la mugre que estaba atrás iba salir a la luz todo. El día que fueron los perros se notaba a simple vista la presencia de un pie y que también había olor en el lugar”, declaró Guzmán.

La esposa de Badaracco contó que tras la desaparición de Araceli, el principal sospechoso tuvo un cambio de actitud, ya que “estaba más amoroso, más tranquilo, había cambiado para bien”. Sobre su cuñado, Hernán Badaracco (38), quien se transformó en el octavo detenido de la causa, Guzmán indicó que tenían “una mala relación con él” y que “tiene problemas con las drogas”, que la mamá lo acusaba de la muerte de su padre "por los disgustos que le hacía pasar cada vez que caía preso”.

Respecto a las prendas de vestir de Araceli halladas en la casa su marido -una remera negra con estrellas y un par de zapatillas rosas Adidas-, Guzmán dijo que no sabía nada de ello porque "a la casa de la madre mucha gente lleva ropa regalada". Si bien reconoció que mintió, al tratarse de la esposa de un imputado, el Código Penal la exime, por ser cónyuge, de poder ser imputada por encubrimiento.

Araceli Fulles estaba desaparecida desde el 1 de abril.
Araceli Fulles fue hallada descuartizada

La abogada de la familia Fulles, Verónica Molina, aseguró a Télam que “lo importante de esta declaración es que derribó la coartada que tenía Badaracco sobre las horas en las que sucedieron los hechos”.No obstante, Molina aseguró que “por el momento no hay que descartar la participación de ninguno de los otros detenidos”, ya que “todos excepto dos, tuvieron contacto con Araceli en las horas previas a su asesinato”.

Además de los hermanos Badaracco, los otros seis detenidos son Carlos Damián Alberto Cassalz (34), los hermanos Jonathan (29) y Emanuel (25) Ávalos, Marcos Ibarra (32), Hugo Martín Cabañas (46) y Marcelo Ezequiel Escobedo (37). Los primeros cuatro están acusados por homicidio, mientras que los otros dos están imputados por encubrimiento.

Araceli fue vista por última vez el 2 de abril y su cadáver fue hallado el 27 de abril por perros rastreadores enterrado en la casa de Badaracco en José León Suárez.