Por una ventana. El policía Juan Olivera muestra cómo destrozaron la ventana trasera de su casa para entrar a robar.

Ni la condición de policía del dueño de casa, ni las cámaras de seguridad y las luces alrededor de la propiedad, impidieron que esa vivienda de Albardón fuese blanco de uno de los típicos "escruches". Unos ladrones esperaron que todos salieran y desconectaron la electricidad, destrozaron el sistema de alarma, arrancaron de cuajo una ventana trasera y se llevaron de todo un poco. Hace 4 meses, habían sufrido otro robo.

Los ladrones no pudieron cargar con todo. Es más, dejaron tirado un televisor, una máquina de soldar y una moto en un descampado, a 150 metros al Sur de los fondos de esa casa de calle España, cerca de Lozano, en Las Lomitas. Esto sucedió entre las 21 del martes y las 0 de ayer. Fue en ese interín en que el cabo primero Juan Olivera se marchó a cumplir su guardia en una comisaría de Chimbas y su mujer regresó de su trabajo, en una estación de servicio. "Los ladrones te calculan el tiempo", decía ofuscado el policía, que vio muchos casos de éstos, aunque reconoció: "esta vez me tocó a mí".

Cuando llegó la señora, notó que las luces y reflectores de la casa estaban apagados. Eso la asustó, de modo que llamó a Olivera y éste a su vez avisó al 911.

Porque contaron, los delincuentes cortaron el suministro eléctrico en el mismo medidor de la luz. Después treparon el cerco perimetral y arrancaron 3 de las cámaras de seguridad. A otra no la pudieron sacar, pero le cortaron el cable. También arrancaron las rejas de una ventana del fondo e ingresaron a un dormitorio. Lograron llevarse una motosierra, una notebook, un reproductor de Dvd portátil, una amoladora grande y otras cosas, además de ropa, denunciaron. La otra parte del botín lo hallaron tirado en los fondos.