El ataque fue tan brutal como sorpresivo. Con la excusa de querer ver a sus dos hijos y de acordar nuevos términos con su ex pareja, un hombre terminó disparándole a los tres e intentó suicidarse en una casa de la Villa Don Pablo durante las primeras horas de este jueves y se conocieron los detalles de la primera reconstrucción del lamentable suceso que realizó la Justicia sanjuanina.

Las fuentes indicaron que victima, Julieta Herrera (32), y victimario, José Luis Miranda (35), tuvieron una relación de 15 años aproximadamente, de los cuales 8 fueron conviviendo en el mismo techo: sus dos hijos en común son Mateo, de 9 años, y Santiago, de 4, quien padece autismo.

Herrera describió a Miranda como muy celoso y controlador. En agosto de este año, ella le pidió que él se vaya de la casa porque descubrió una infidelidad. Y agregó que a mediados de octubre radicó una petición de medidas en la Comisaria 25 dado que eran constantes los hostigamientos. Hasta ayer, no hubo respuestas al reclamo.

Y el miércoles, cerca de las 16 Miranda le manifiestó que "quizás tenía un trabajo en Jáchal" y que se iba a ausentar por un mes, por lo que quería ver a los chicos y hablar con ella del tema de la comida y plata. Quedaron de acuerdo para juntarse en la casa de la Villa Don Pablo a eso de las 20.30, aunque él llegó una hora después.

Miranda llevó a los chicos a tomar un helado y regresaron cerca de las 23. Mientras los chicos cenaban, Miranda tomaba una cerveza. Padre e hijos jugaron un rato más después, hasta que el mayor se fue a dormir. El pequeño siguió jugando solo mientras los dos adultos empezaron a hablar de una hipotética cuota alimentaria.

El horror

Según la denuncia de Herrera, imprevistamente Miranda se transformó: comenzó a decirle que no metiera a cualquiera a la casa, que él estaba todas las noches afuera de la casa. Advirtiendo que la situación iba a empeorar, le dijo a Miranda que se fuera de la casa o llamaba a la policía. Lo que vendría, ni lo imaginaba.

El hombre de 35 años en ese momento sacó un arma de fuego de su bolsillo y le apuntó a la victima a la cara, mientras le decía: “Te voy a matar a vos y a los niños, vamos a salir todos muertos de aquí”.

El niño menor seguía jugando sin darse cuenta de lo que ocurría, Herrera dijo que tomó una silla de caño y se trató de cubrir, mientras gritaba el nombre de su vecina, Carolina. Por los gritos, se despertó el hijo mas grande y la madre con los chicos buscaron refugiarse en la habitación.

Miranda pudo abrir la puerta y llevó a la mujer tomándola del cabello al baño, mientras el niño trataba de sujetarla. En medio de los gritos y llantos, con Miranda empuñando siempre el revolver, Herrera trató de llamar al 911 pero él se dio cuenta y la llevó de nuevo a la habitación. El hijo mayor le rogaba al padre que "no fuera malo".

Miranda le ordenó a su expareja que escribiera en una hoja de papel el nombre de todos los hombres con los que había estado. Cuando el imputado quiso cerrar la puerta, la mujer intentó escapar. Escuchó disparos, dijo que sintió algo en la cabeza y se desvaneció unos segundos.

Cuando recobró el sentido, dijo que vio como Miranda le apuntaba esta vez a su hijo menor con el arma y ve a su hijo mayor tirado en el piso, con una herida en la cabeza. Lo sacó de la casa, arrastrándolo, y cuando regresa a la habitación, se llevó al menor en brazos, con Miranda tirado en el suelo. Desde ahí le volvió a gatillar, sin salir disparo. También agregó que mientras disparaba, su ex se metía un polvo blanco en la nariz.

Al final, Herrera agregó que también ha sido victima de varios abusos sexuales pero que quiere ampliar en otro momento.

El personal policial que llegó primero al lugar (por un llamado al 911) encontró a la mujer herida y shockeada, al niño de 4 años llorando en una habitación y al de 9, inconsciente tirado en el piso del patio. A Miranda lo encontraron tirado en el baño y un revolver que seria calibre 22.

El niño de 9 años es el que se encuentra en estado crítico. Los otros tres heridos se encuentran fuera de peligro.