‘Ya no sé qué hacer con este cañaveral. En 10 años, es el cuarto incendio que sufrimos por culpa de esta mugre. Encima le he pedido varias veces al municipio que saquen las cañas, pero nunca pasó nada. Estoy cansado y esto que no cuento los robos que hemos sufrido, que son más de 50’. Así de harto estaba ayer Antonio Tapia luego de que un incendio en un cañaveral alcanzara su casa ubicada en calle General Acha 3098 Sur, Rawson. El hombre cree que el siniestro fue causado por los restos de fuego de unos obreros de un barrio cercano. Lo concreto es que las llamas avanzaron unos 70 m por las cañas hasta llegar al fondo de su hogar y provocaron un desastre: más de 60 gallinas y conejos, como también una pequeña fábrica de muebles, sillas, una heladera, 2 lavarropas y otras cosas fueron arrasadas por el fuego, precisó Tapia, quien estimó las pérdidas en unos $50.000.

El hombre es diabético, tiene un problema cardíaco y trabaja haciendo mantenimiento en el Centro Adiestramiento René Favaloro. También fabricaba muebles y arreglaba aparatos en el fondo, y con su esposa y dos hijas estaban armando un servicio de lunch. Ayer, a las 12.40, el fuego los sorprendió.

‘Mi señora y mis hijas estaban en mi casa. Yo estaba trabajando cuando me avisaron. Para mí el fuego vino del barrio. Todos los viernes los obreros hacen asados y tal vez arrojaron las brasas a las cañas. Los bomberos me dijeron que el fuego avanzó desde ese lugar hacia mi casa’, dijo el hombre. Lo concreto es que cuando la familia vio el fuego, salió a combatirlo y enseguida los vecinos los ayudaron. En esa maniobra, un yerno de Tapia se quemó levemente la nuca por un rama quemada que cayó de un árbol. ‘Si no hubiese sido por mis vecinos, se me quema todo. Calculo que he perdido unos $50.000. La solución es que limpien el cañaveral’, precisó Tapia.

 

Entran a aserradero y queman 200 pallets

Un desconocido entró el jueves en la noche a los fondos de un aserradero en Pocito y quemó alrededor de 200 pallets. Afortunadamente, el fuego no pasó a mayores porque otros pallets y maderas estaban distanciados del sector donde ocurrió el ataque, precisó Alfredo Heredia, encargado del aserradero. 

El siniestro ocurrió a las 20.30 en callejón El Bosque, al Sur de calle 11. El sitio donde quemaron los pallets está situado a unos 300 m de la casa que habita el encargado. ‘Estábamos festejando el cumpleaños de mi hija cuando un vecino me avisó del fuego. Por suerte no pasó a mayores’, dijo el hombre.