Nada más que dinero. Los delincuentes no buscaban otra cosa y la familia lo supo cuando entró a la vivienda y descubrió todo revuelto, con objetos de valor como cámaras digitales u otros valiosos electrodomésticos tirados en el piso. Eso sí, una pequeña caja fuerte con unos 60.000 pesos o una alcancía con monedas habían desaparecido. Al parecer, los ladrones envolvieron la caja en una sábana, la metieron en una gran valija y huyeron, supuestamente sin que ningún vecino se enterara de nada.

El robo que sufrió una familia de comerciantes identificada en la policía por su apellido, Torres, trascendió ayer pero ocurrió entre minutos después de las 18 y las 20 del sábado. Por el monto, fue el tercer golpe más importante en lo que va del año con la modalidad del escruche (en ausencia de sus moradores): La sustracción de 25.000 euros y la de unos 70.000 pesos a un concejal de Iglesia lideran la lista por ahora.

Quienes padecieron el golpe estaban ayer indignados y no quisieron hacer declaraciones. "Siempre pasan estas cosas y nunca agarran a los delincuentes para que paguen por lo que hicieron", se limitó a decir el dueño de casa.

En la policía aseguraron que los ladrones pudieron tener conocimiento sobre los movimientos de la familia. La principal hipótesis es que se metieron por un predio contiguo a la casa de las víctimas en la calle Brasil, metros al Oeste de Circunvalación, en Santa Lucía, que ganaron los techos y se descolgaron por el fondo, donde se las ingeniaron para vulnerar a un perro ovejero alemán.

Después destrozaron una puerta y adentro provocaron otros destrozos hasta dar con lo que buscaban: la caja fuerte con el dinero y hasta las monedas ahorradas que había en una alcancía.

El grueso del dinero era de la recaudación del fin de semana y estaba destinado al pago de proveedores, dijeron en la policía. Por eso ayer la familia tenía esa preocupación y otra para nada menor: reacomodarse en la rutina diaria y ver qué harán para mejorar la seguridad de la casa la próxima vez que tengan que salir, porque los delincuentes ya saben cómo entrar y salir de esa vivienda sin ser descubiertos.