La fiesta de Todos. Miles de fanáticos militantes deliraron con el triunfo kirchnerista. Hicieron el aguante desde las 6 de la tarde y no pararon de gritar, cantar y saltar.

 

El binomio del Frente de Todos, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, cosecharon anoche un apabullante lluvia de votos en las PASO y sacaron pasaje a un contundente triunfo en primera vuelta en las generales del 27 de octubre que le abrirá las puertas al regreso del kirchnerismo a la Casa Rosada y del PJ al poder. 

El Frente de Todos sumó más de 47 por ciento de los votos contra el 32 de Juntos por el Cambio, una ventaja de 15 puntos, que, a priori, será casi imposible de remontar para el presidente Mauricio Macri. Es que esta abultada diferencia le asegura un triunfo a Alberto Fernández en octubre porque cumple con la ley se mire por dónde se lo mire. 

En Argentina gana en primera vuelta el candidato que saque el 45 por ciento de los votos o que suma un piso de 40 por ciento con una diferencia de al menos el 10% sobre el segundo. Ambos escenarios se cumplieron en estas PASO. 

Con el 81.20 % de las mesas escrutadas, el Frente de Todos obtenía anoche el 47,10 % de los votos por sobre el 32,47% de Mauricio Macri, de Juntos por el Cambio, y el 8,41% de Roberto Lavagna, de Consenso Federal. Por detrás se ubicaban el Frente de Izquierda Unidad que lleva Nicolás Del Caño, con el 2,86 % y el Frente NOS, del Juan José Gómez Centurión, con el 2,67 % de los sufragios, según informó la Dirección Nacional Electoral.

El propio Alberto Fernández vaticinó a las 8 de la anoche que el triunfo en las PASO era lo suficientemente amplio para ganar cómodos en las generales del 27 de octubre. Y en otra de sus primeras definiciones advirtió que "conmigo se terminó la grieta para siempre y la venganza también". 

En tanto, Cristina, candidata a vicepresidente, que se mantuvo en absoluto silencio cuando emitió el voto en Santa Cruz, y no regresó a Buenos Aires para estar en el búnker ganador, se hizo presente a través de un video que grabó para saludar a la militancia y especialmente para pedirle "transparencia" al Gobierno a la hora de cargar los datos. Adelantó que la victoria del Frente era contundente y apeló a las responsabilidad de las autoridades nacionales y de la Ciudad para que se respetara la voluntad popular. También agradeció el voto de los argentinos y dijo que en su espacio estaban "conscientes de la gravedad de la situación económica del país". 

Al margen de la grieta, el resultado de las PASO abre un interrogante sobre la gobernabilidad hasta el 10 de diciembre, y en lo inmediato, como impactará en los mercados que apostaron fuerte por la reelección de Mauricio Macri. Una nueva corrida del dólar podría estar a la vuelta de la esquina. 

Nadie se esperaba un triunfo tan contundente, y aunque desde las seis de la tarde, cuando cerró el escrutinio, ya se anticipaba el triunfo de la fórmula Fernández-Fernández, recién después que el propio Presidente admitiera a las 22:10 que había hecho "una mala elección", comenzaron a conocerse los datos oficiales. En la previa, el Gobierno se había comprometido a cargarlos a partir de las 21. 

De la mano de un aplastante triunfo de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires (49% de los votos contra 32 de María Eugenia Vidal), una victoria amplia en Santa Fe y un gran desempeño en Capital Federal, Córdoba, Norte, Centro y Sur del país, Alberto y Cristina sacaron una ventaja que definirá todo en octubre sin necesidad de un alargue o balotaje el 24 de noviembre. Un escenario que abre una gran incógnita acerca del futuro electoral de la alianza Cambiemos o Juntos por el Cambio no sólo para octubre sino sobre un futuro cercano. Hoy sólo retendría bajo su órbita a su único polo de poder: la Ciudad de Buenos Aires, donde todo empezó para el macrismo.

Un conteo por mayor
 

La Justicia Electoral ordenó ayer al Ministerio del Interior no dar los primeros datos oficiales hasta tanto no se hubieran contabilizados los votos del 10 % de las mesas electorales de los cuatro mayores distritos electorales del país: Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y la capital del país. Votó el 75% del padrón general.

 

Media hora de fila de Cristina

La expresidenta y precandidata a vicepresidenta del Frente de Todos, Cristina Fernández de Kirchner, votó a las 13.40 tras hacer fila por más de media hora en la mesa 611 del primer piso de la Escuela 19 Comandante Luis Piedra Buena, en Río Gallegos, de donde se retiró sin hacer declaraciones. La expresidenta contó con transmisión propia a través de Arsat 1, según parámetros que difundió el área de prensa de Gobierno de Santa Cruz y se retiró sin hablar con los medios. Cristina Fernández se sacó selfies con quienes se acercaron a saludarla mientras esperaba para emitir su voto y una vez en la planta baja del edificio se saludó con Patricia Alzúa y Blanca de Alzúa, esposa y suegra respectivamente de Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica durante su gestión.