El exministro Esteban Bullrich llegó a comentar que estar al frente de la cartera de Educación fue su mayor sueño, y que se animó a dejarlo a un costado para pasar a competir en el mayor ring electoral del país encabezando la boleta de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires como primer candidato a senador nacional.

De 47 años y padre de cinco hijos, Bullrich fue finalmente el elegido por el Gobierno para aceptar la disputa electoral más importante del país, y cuyo prólogo fue en 2013, cuando decidió cambiar su domicilio en el padrón electoral para ubicarlo en la localidad de Junín con la mira puesta en trabajar territorialmente la provincia de Buenos Aires.

En 2008, el economista Ricardo López Murphy renunció a la presidencia del partido Recrear -aliado del PRO- y lo sucedió Bullrich, que luego lo fusionó al macrismo, por el cual en esos tiempos ocupaba una banca en la Cámara de Diputados que ganó en 2005 y renovó en 2009.

Ese año asumió como ministro de Educación del gobierno porteño por pedido de Mauricio Macri para reemplazar al polémico Abel Posse, y ejerció el cargo hasta el fin del mandato del exjefe de Gobierno.

Además, estuvo al frente de Desarrollo Social en 2008, cuando reemplazó momentáneamente a María Eugenia Vidal por su licencia por maternidad, y en el entorno de ambos sindican que desde entonces hubo una relación buena pero con rispideces entre ambos.

"El corazón no tiene un latido, no hace tu tun tu tun. Si lo escuchan dice sí se puede, sí se puede".

A fines de 2015, Bullrich asumió la titularidad del Ministerio de Educación de la Nación del gobierno de Cambiemos y medio año después comenzó a sonar su nombre como un posible candidato para encabezar la lista en la provincia, contraponiéndose a Elisa Carrió (la otra dirigente de la coalición oficialista que se encaminaba a postularse en Buenos Aires).

En aquel momento, los trascendidos desde el equipo del por entonces ministro eran que "no estaba del todo convencido" de su candidatura, pero que lo haría si había un pedido presidencial: de hecho, y en nombre de Macri, se reunieron con él la gobernadora Vidal y el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, para pedirle que comenzara a posicionarse como candidato.

Bullrich dejó que perdiera fuerza su eventual postulación, aunque tras la decisión de la diputada de la CC-ARI de competir en Capital, el ministro volvió a ser el nombre que sonaba más fuerte.

"Cada día se termina una obra nueva. Hay señales claras de que la transformación va a en serio’.

A pesar de que algunos pedían considerar la posibilidad de que no compitiera -el propio Macri manifestó que no le gustaba la idea de perder "al mejor ministro de Educación"- y que la cabecera de la lista fuera para la titular de la Acumar (Autoridad Cuenca Matanza Riachuelo), Gladys González, la Casa Rosada confirmó que el binomio los incluiría a ambos pero con Bullrich de número uno.

Con un perfil bajo pero frontal, Bullrich se ganó la confianza de su jefe político por haber logrado que no hubiera huelgas docentes en las escuelas porteñas. Dialoguista y representante del sector conservador del PRO, Bullrich mantiene un muy buen vínculo con el papa Francisco, a quien le manifiesta un gran cariño, especialmente desde que una de las hijas del ministro sufría cáncer y el exarzobispo porteño lo contuvo. Bullrich considera a Rodríguez Larreta su principal referente después de Macri, además de tener una fluida amistad con el asesor Jaime Durán Barba, con quien desayuna asiduamente. Y no oculta a su entorno más íntimo sus ganas de algún día llegar a ser presidente.

 

 

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