El problema en algunos casos es que las encías se empizan a desintegrar. Este es el coste real de tener los dientes rectos: cada año, aproximadamente 400.000 estadounidenses desarrollan recesión de encías y enfermedades gingivales por usar aparatos.
 

 

A su vez, la enfermedad de las encías aumenta el riesgo de otras enfermedades sistémicas, como cardiopatías, neumonía, cáncer de páncreas y diabetes. Pero lo más grave es que la enfermedad de encías es la causa principal de la pérdida de los dientes.
 

Sin embargo, si preguntas a los dentistas y ortodoncistas si hay una conexión entre los aparatos y la mala salud de las encías, "obtendrás respuestas diferentes dependiendo de con quién hables", dice Kelly Blodgett, dentista de Portland, Oregón.
 

La mala higiene es la razón principal de que casi la mitad de los adultos menores de 30 años tengan problemas en las encías. En resumen, la placa bacteriana y el sarro aumentan las bacterias de la boca, inflaman las encías y las predisponen a la infección. Los aparatos hacen que la higiene bucal sea más difícil y empeoran las condiciones higiénicas. Estos efectos duran mucho más que la corta duración del tratamiento de ortodoncia.