Con la dispersión del humo de focos de incendio provenientes del Amazonas sobre más de la mitad de las provincias del país, incluida San Juan, comienzan a surgir los riesgos que podrían tener las personas con enfermedades respiratorias o que sean propensas a las alergias oculares si se agravara la exposición en el ambiente.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el humo que llegó hasta la altura de la provincia de La Pampa se encuentra por encima de los 1000 metros de altura. Si descendiera más y comenzara a aumentar su concentración, podría empezar a causar irritación ocular, además de complicaciones a las personas con enfermedades respiratorias crónicas, como el asma, la EPOC o la fibrosis quística, entre otras, y aquellas con enfermedades alérgicas oculares, como la conjuntivitis o la queratitis alérgicas.

Pero, aún, las autoridades sanitarias no difundieron medidas de alerta, mientras el SMN monitorea su avance con el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (Sinagir) y autoridades provinciales.

Como principio general, según informa el diario La Nación, el humo contiene anhídrido carbónico que compite con el oxígenos de la sangre y esto podría causar una intoxicación por monóxido de carbono, según explicó Eduardo Giugno, profesor de neumonología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Y, para que eso suceda, la exposición debería ser a grandes cantidades.

En ese caso, las personas con problemas respiratorios crónicos deberían evitar salir de casa hasta que se disipe el humo y evitar su ingreso con burletes o toallas húmedas en las puertas y las ventanas.

"En cualquier persona, el humo puede causar irritación ocular, rinitis, dolor de garganta, faringitis, anginas, bronquitis o inflamación en los ojos", agregó Giugno, expresidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).

Las partículas del humo actúan como alergenos para la superficie ocular, según explicó Esteban Virguez, oftalmólogo del Hospital Rivadavia, y afectan a las poblaciones más susceptibles, como los chicos, las personas inmunosuprimidas o los adultos mayores. "La recomendación general para las personas susceptibles (a las enfermedades oculares alérgicas) es que si hay síntomas, no hay que automedicarse y consultar al especialista", indicó.

Fuente: La Nación