Bien sanjuanino. En el festival hubo participantes y público de varios departamentos. En el corral, los gauchos trataron de apartar vacas. 

 

Con un poncho marrón, un sombrero de lana de alpaca y unas medias con corderito con las que improvisó unos guantes, Roberto Lucero miró desde cerca a sus amigos que, a caballo, trataban de encerrar en un corral tres vacas. Esta postal, de frío y tradición, se pudo observar en el predio del Centro Encuestre El Tala, en El Rincón, Albardón, donde se realizó por primera vez un festival de aparte campero, en el que ni el frío y la llovizna frenaron a los gauchos.

Con una temperatura que rozaba los 5 grados, el festival comenzó cerca de las 9. Si bien hubo bastante público, desde la organización dijeron que esperaban más. Igual, familias enteras le hicieron frente al frío para ir al espectáculo. En ese lugar la baja temperatura se sintió con mucha intensidad, pues el predio está ubicado en el medio de la nada, entre unos cerros.

Sin reparo de las brisas heladas, con el mate bien caliente como el mejor aliado para aguantar el frío, la gente se ubicó en las tribunas. Dentro del campo de competencia, los gauchos a caballo (divididos en equipos de 3 participantes) dieron un gran espectáculo. Mientras que desde la conducción explicaron las reglas del juego, que tiene la finalidad de mostrar la destreza de los gauchos y de los caballos, que deben apartar de una "tropa de vacunos" identificados con números los animales que se les indica. La prueba consiste en que cada equipo debe apartar las 3 vacas que le corresponden.

Desde las tribunas, el calor de la gente fue contagioso. Como si estuvieran en una cancha de fútbol, el público también fue parte del espectáculo. "Acá está la vaca número tres", "cortale camino y llevala pegada al alambrado", "abrile paso a la vaca negra" y "el portero que se quede así no se mete una vaca con otro número", fueron algunos de los gritos que la gente lanzó desde el alambrado. Es que todos trataban de ayudar a los gauchos que perseguían a la manada dentro del corral. Así, entre muchos gritos, aplausos y algunos espectáculos musicales que se retrasaron por la llovizna, el evento fue un éxito, a pesar de la bajísima temperatura, y la gente se fue satisfecha con este show que algunos nunca antes habían visto.

 

  • Desde Iglesia, con el mate

Son de Iglesia y salieron rumbo a Albardón antes de las 7 de la mañana. Natalia y Macarena Díaz y Agustín e Ismael Cabello le hicieron frente al frío con mate bien caliente.

 

  • Buenas migas en el festival

Unos son de Pocito y otros de Jáchal. Y, sin conocerse, compartieron el mismo rincón para alentar a sus compañeros de las yuntas Cabañas de Tulum y Los Hornos, respectivamente.

 

  • Las amigas que llegaron desde Rawson 

Patricia Ávila y Alejandra Navarro son amigas. Ambas viven en Rawson y fueron a acompañar a unos amigos al festival. Dijeron que ni el frío las detuvo. 

 

  • En familia, por primera vez

La familia Gómez llegó de Rivadavia y Chimbas. Nunca antes habían visto en San Juan un espectáculo de aparte campero y dijeron que estaban sorprendidos. 

 

 

Todo caliente
Por la baja temperatura de la jornada, las familias llegaron al predio con varios termos con agua caliente, mate y café. A diferencia de otros festivales gauchos, esta vez no se vio gente entre el público que llevara conservadoras y bebidas frescas.

 Para comer
En el predio, hubo varios puestos de comida en los que vendieron desde café hasta comidas elaboradas. Cerca del mediodía, los sánguches de asado, las porciones de lechón asado y los pastelitos fueron los platos más vendidos en el lugar.

Bajo la lluvia
Minutos antes de las 12,30 la llovizna comenzó a caer en el predio albardonero. La gente sacó nailon, sombrillas y cartones para cubrirse. Otros llevaron sus sillas y se ubicaron bajo el escenario que estaba montado en un costado del corral de competencia.