“Juguetes eran los de antes”. Nos hemos cansado de escuchar esa frase al observar con qué juegan los niños ahora. La tecnología ha dominado casi por completo la elección de los más pequeños que con solo 5 o 6 años algunos ya piden tablets o consolas de juegos para cumpleaños o algunas fechas importantes.

Para este Día de las Infancias nuestro regalo es para los nostálgicos, ya que repasaremos 10 juguetes “de antes” con los que pasábamos horas enteras jugando sin parar, rompiendo récords personales y buscando perfeccionar técnicas para ser los mejores.

Caballo de palo

La imaginación volaba alto cuando teníamos el caballo en casa. Un simple palo de escoba era suficiente para convertirlo en un corcel. Si bien era muy común hacerlo, también estaba la opción de plástico o de madera con mayores detalles en la cabeza el caballo.  

Yo- yo

¿Quién no pasó horas enteras entrenando trucos con su Yo-Yo? Todos hemos tenido uno en casa alguna vez. Unos eran más habilidosos, otros no tanto. El mercado ofrecía una gran variedad, de madera, plástico y hasta había algunos de metal.

Fue tan popular en su momento que se armaban campeonatos de Yo-Yo, donde ganaba el más ducho.

Trompo

Antes era común ver a un grupo de niños reunidos alrededor de un círculo trazado en el suelo, para poner en “batalla” sus trompos. Los trompos son conos de madera que tienen en la punta un metal. Se enrollaban con una piola, y luego, con mucho efecto, se lanzaban al suelo para hacerlos girar.

Las batallas consistían en hacer chocar los trompos al lanzarlos, y el dueño del trompo que se mantuviera girando después que todos cayeran, sería el ganador.

Trapecista

Tengo que admitir que tuve varios. El trapecista era una figura de madera o de plástico que debía mantenerse en equilibrio presionando dos varillas. Si bien no hacía mucho y podía hasta parecer aburrido, verlo girar sobre las varillas generaba algo de curiosidad y estimulaba la imaginación, ya que era ideal para jugar al “circo”.

Balero

Para jugar al balero había que ser valiente y aguantar los dolores, ya que el objetivo era insertar la esfera que está atada con una cuerda a un palo. Ese era todo el truco.

Muchas veces lo hemos visto jugar al Chavo del 8 con este objeto, un poco más artesanal. Si bien parece sencillo, había que desarrollar cierta destreza para poder lograrlo con facilidad.

Había quienes no les importaban los golpes, ya que la obsesión por lograr insertar la madera en el palo lo convertía en un verdadero reto, el cual se presumía cuando se dominaba la técnica.

Bolitas

Bolitas, balitas, canicas. Sea el nombre que fuera, todos en algún momento usamos las bolitas de vidrio para pasar horas jugando, sobre todo en la escuela, con los vecinos del barrio y hasta entre primos y hermanos. El objetivo: juntar la mayor cantidad posible.

Aunque las reglas variaban, el juego consistía en hacer rodar estas pelotitas con la presión que hacen el dedo índice y el pulgar, golpear una con otra y meterlas en un agujero. El vencedor ganaba las bolitas del perdedor. También se jugaba colocando todas en el centro de un círculo o troya, e intentar sacar la mayor cantidad posible con solo una tirada.

Había de distintos tamaños, colores y si bien la mayoría eran de vidrio, también estaban las de acero (que eran las más deseadas).

Tiki taka

Nadie sabía cuál era el chiste de tener dos bolas pesadas de plástico chocando entre sí, pero todos nos subimos al tren e hicimos del Tiki Taka uno de los juguetes más destacados durante bastante tiempo.

Eso sí, la risa y diversión era hasta que te dabas un golpe con alguna de ellas, pero eso no impedía dejar de jugar.

Waterful ring toss

Lo que costó encontrar cómo se llamaba este juguete que todos tuvimos alguna vez en casa. Era un juego que probaba nuestra paciencia al extremo, ya que consistía en insertar aros en varillas muy pequeñas teniendo que superar un obstáculo: el agua.

Tamagotchi

¿Quién no lloró por tener una mascota Tamagotchi?

No te podías cuidar ni a ti mismo pero, por alguna razón, pensabas que tener una mascota electrónica a la que tenías que cuidar, alimentar y limpiar era una buena idea. Obvio, si se te moría el Tamagotchi, bastaba con apretar el botón que tenía en la parte trasera para resetearlo y hacer como que nada pasaba.

Este aparato electrónico con la forma y el tamaño de un huevo fue creado en 1996 por Aki Maita. La pequeña mascota virtual sedujo a muchas generaciones que buscaban ser dueñas del dibujo tras la pantalla pixelada.

Brick Game

Intentando emular al Game Boy pero con un precio mucho más accesible, este aparato aseguraba contener 9999 juegos, pero eran todos muy similares al Tetris.

Antes del Xbox y esas cosas, existió esta pequeña consola portátil con la que bastaban un par de pilas. Como todo, llegaba un punto en el que querías aventar el aparato por la ventana, pero aun así era muy entretenido.

Si alguno de estos juguetes te sacó una sonrisa es porque disfrutaste mucho de ellos y aunque creas que están extintos, hay varias distribuidoras en la provincia donde puedes encontrar algunos de ellos, o por internet. Seguramente disfrutaras mucho viendo como los más pequeños de la casa juegan con alguno de ellos. ¿Qué juguete sumarías a la lista?