La falta de energía y el cansancio son lógicos después de todo el año de trabajo, sobre todo antes de tomarse las vacaciones, pero no hay que desalentarse: la energía es un bien que puede recuperarse y hasta fortalecerse a través de pequeñas acciones.

Aquí presentamos diez sugerencias para practicar mientras se espera el comienzo de sus vacaciones, o durante los días de descanso.

1-Comer variado y buscar el equilibrio.

Observar que la alimentación incluya: Proteínas (carnes magras, pescado y huevos); calcio (lácteos y derivados); fibra (frutas, hortalizas y cereales integrales); vitaminas del complejo B (frutas y hortalizas, germen de trigo, frutas secas); vitamina C (cítricos y kiwi).

2- Mantenerse activo, pero no llenarse de actividades.

El cuerpo recarga la energía a medida que funciona. Cuanto más activo se esté, mayor será el nivel de energía. Sin embargo, también acusa recibo cuando la actividad excesiva no deja espacio a la relajación. Por eso, empezar con tranquilidad a:

* Caminar en lugar de utilizar el transporte público o el auto.

* Si el trabajo exige permanecer mucho tiempo sentado, hacer pausas de cinco minutos cada una hora para caminar por la oficina, levantarse y desperezarse, hacer ejercicios sentado. Estos pequeños descansos ayudan a despejar la mente, lo cual aumenta la productividad y la sensación de bienestar.

* Aprender un baile que guste.

* Salir en bicicleta.

* Poner en práctica una serie de ejercicios físicos en casa o en un parque cercano.

3-Descansar bien.

El sueño es indispensable para recuperar la energía. Lo importante no es dormir mucho, sino descansar bien. Programar las actividades para acostarse relativamente temprano y dormir de seis a ocho horas. Comentar con la familia esta necesidad para la salud y pedir ayuda para poder concretarla: tal vez la pareja pueda no mirar televisión en la cama, se puede cenar más temprano u organizar las reuniones con amigos sólo durante el día.

4-Estar atento a la respiración.

La respiración deficiente es un enemigo de la vitalidad. Durante el día, hacer varias veces el ejercicio de inspirar hondo y lentamente por la nariz sin levantar el pecho y luego soltar el aire empujando el abdomen hacia adentro. Además de utilizar mejor la capacidad respiratoria se lograrán momentos de relajación y calma.

5-Descubrir la aromaterapia.

Muchas personas le encuentran la virtud de renovar la energía propia y del lugar donde se habita. Colocar velas con aroma a bergamota, menta o mandarina, o usar inciensos y aceites tiene un efecto estimulante.

6-Reírse más seguido.

Según las estadísticas, un niño de cuatro años se ríe alrededor de 200 veces por día, mientras que un adulto sólo se ríe 15. Considerar que la risa es una efectiva terapia que favorece el bienestar general del organismo, desde la actividad respiratoria hasta el sistema de defensas, y un energizante natural. ¿Cómo reírse más? Sólo hay que proponérselo.

7-Practicar ejercicios de relajación.

Hacer yoga, meditación o tomar sesiones de masaje, que contribuyen a mantener la energía. Como empujoncito para empezar, buscar clases abiertas, ir dispuesto a abrirse a la propuesta, y luego elegir lo que más agrade.

8-Aumentar el verde.

Si se vive con el televisor, la computadora u otros aparatos electrónicos encendidos colocar plantas verdes en los ambientes donde se pasa más tiempo: ayudan a eliminar la radiación de los aparatos y producen oxígeno, altamente energizante. Si se tiene jardín, dedicar un rato cada día a estar en contacto con la tierra: arreglar las flores, sembrar nuevas semillas, transplantar, cortar el césped. Si se tiene balcón, ubicar ahí algunas plantas y cuidarlas.

9-Obtener energía instantánea.

Practicar trucos energéticos:

* Cantar: es un ejercicio muy efectivo para oxigenar el organismo, conectarse con las emociones y sentirse bien.

* Bailar: poner alto un tema y bailar todo el tiempo que se pueda; se puede hacerlo solo o con la pareja e hijos.

* Vestirse con colores radiantes: según explica la cromoterapia, el amarillo, el naranja y el rojo son ideales para aumentar la vitalidad.

* Desperezarse: aunque esté asociado con desgano y fatiga, este ejercicio es clave para lograr renovación neuromuscular y ayudar a disipar el cansancio de la jornada.

10-Decidir disfrutar de las vacaciones.

Programarse para hacer aquello que permita realmente descansar cuerpo y mente. Pensar de antemano con quién se sentirá más cómodo, adónde, con qué actividades. Lo importante es que sean días en los cuales se pueda disfrutar, dejar atrás las presiones, abandonar la rutina del año y renovar las energías.