En la actualidad, la práctica deportiva está recomendada por los médicos para mejorar o mantener una buena salud. Junto con esta actividad, la nutrición tiene mucho que ver en la calidad de vida de la persona, en especial adulta, tanto hombres como mujeres.

En general, los efectos de la alimentación y del estilo de vida en general tarda cierto tiempo en manifestarse. Ese es uno de los motivos por lo que resulta difícil convencer a la población de la importancia de adoptar medidas preventivas tempranas.

Si se toma en cuenta la brecha de la edad adulta, el resultado es que se trata de la porción más grande de la existencia humana. Durante ese tiempo, el estilo de vida saludable y la alimentación correcta son factores primordiales para llegar a tener una vejez saludable que contribuya al aumento en la esperanza y calidad de vida.

La alimentación en esta etapa de la vida, al igual que en todas las edades, debe incluir cantidades suficientes y variadas de alimentos de todos los grupos, con el fin de aportar los nutrientes necesarios.

El plan alimentario para una persona que comienza con actividades deportivas debe ser confeccionado por un profesional que sepa adaptar gustos, hábitos, horarios, presencia de enfermedades, etc., para que éste pueda ser llevado a cabo en forma permanente.

Este plan debe además de brindar todos los nutrientes debe contemplar la cantidad de calorías necesarias para alcanzar o mantener un peso adecuado.

Recomendaciones

* Realizar las cuatro comidas principales y de acuerdo a los horarios incluir una o dos colaciones, para así lograr reducir las porciones de cada comida sin pasar hambre y mejorar el funcionamiento metabólico.

* Moderar el consumo de alimentos de origen animal por su alto contenido en grasas lo que se ve reflejado directamente en la elevación de los lípidos en sangre (colesterol, triglicéridos, etc). Por lo cual se deben escoger cortes de carnes magros, aumentar el consumo de pescados y priorizarlo sobre el consumo de carnes rojas y pollo, seleccionar todos los lácteos descremados.

* Priorizar el consumo de cereales enteros sobre los refinados, por ejemplo: arroz integral, panes y galletas integrales o con agregado de semillas. Incorporar el consumo de legumbres en platos principales o de complemento (lentejas, garbanzos, habas, porotos, etc). Estos alimentos tienen un alto contenido en fibras y proteínas.

* Reducir el consumo de aceites para la cocción de los alimentos, por que al ser sometidos al calor se vuelven dañinos. Más bien consumirlos crudos en moderada cantidad (maíz, canola, oliva girasol).

* Aumentar el consumo de frutas y verduras principalmente crudas (al menos tres colores distintos diarios) para asegurarnos un buen aporte de vitaminas, minerales y antioxidantes.

* Mantener un buen consumo de calcio para prevenir la osteoporosis y reducir el riesgo de hipertensión, recordar escogerlos descremados.

* Reducir el consumo de azúcar y sal en la preparación de comidas como en la compra de alimentos ya preparados que los contengan. Reemplazar con edulcorante para endulzar y con hierbas y condimentos naturales para condimentar.

* No olvidar el aporte de líquido no sólo para el normal funcionamiento del organismo sino también para reponer las pérdidas en la actividad física. Un buen consumo es de 2.5 litros diarios.

Se deben consumir de todos los grupos alimentarios, lo importante es saber regular la cantidad y la frecuencia de consumo de ellos.

Cualquier actividad física moderada que se realice en forma diaria y programada, puede prevenir y mejorar significativamente la salud.

Si se toma el hábito de practicar 30 minutos de alguna actividad (caminar, bicicleta, cinta, bailar, etc) basta para poner en funcionamiento muchos mecanismos de defensas.

Beneficios de la actividad física

Son innumerables los beneficios que aporta el ejercicio en todas las edades, especialmente en los adultos, donde ya el organismo comienza a pasar factura de los malos hábitos que realizaron a lo largo de la vida, entre ellos:

* Mejora el tono muscular.

* Mejora el estado de las articulaciones volviéndolas más ágiles y flexibles.

* Estimula la circulación sanguínea.

* Mejora el sistema cardiovascular.

* Aumenta la capacidad pulmonar.

* Contribuye a regular la presión arterial.

* mejora el equilibrio.

* Al quemar calorías favorece la disminución y control del peso corporal.

* A nivel emocional el cuerpo combina la sensación de sentirse más relajado y más energizado a la misma vez, reduce el estrés y mejora la autoestima.

La sana alimentación es el combustible necesario para tener una buena salud y practicar deportes, más aún en la edad adulta.