Siempre según la manera de sembrar. Pablo Cattani, consultor en área de forrajes, explicó que "no nos olvidemos que la alfalfa es un cultivo que lo vamos a estar utilizando en los próximos tres, cuatro, en algunos casos cinco años. Lo ideal, deberíamos trabajarla entre los 17 y los 20 kg/ha. Pero lo que tenemos que tener en cuenta es cómo sembramos esos kilos. Si vamos a tener una genética de muchísima calidad, lo ideal sería poder dividir en el surco todos esos kilos. El otro punto a tener en cuenta es la profundidad de siembra de esta alfalfa. Lo ideal son siembras subsuperficiales. Para mí, nunca mayor a 0,5 cm, y por sobre todas las cosas cuidar que la semilla este en estrecho contacto con el suelo, con lo cual tenemos que tener una muy buena rueda tapadora, un órgano tapador compactador y tener cuidado con las ruedas que cierran surcos, sobre todo en siembras convencionales para evitar que en suelos demasiado livianos por laboreo o por características del suelo quede armado un camellón por encima de esta semilla que hemos implantado, y de esa manera la profundidad de siembra se me vaya demasiado hacia abajo".