Un rumor de malestar manifiesto en algunos agricultores sanjuaninos dedicados a la producción de tomate tardío que indicaba la no recepción de camiones con frutos de esta hortaliza por parte de las fábricas de conservas circuló esta semana por todos lados.

Que los inconvenientes de los tarifazos en las boletas de energía eléctrica son uno de esos puntales, que los aumentos de los insumos necesarios para el trabajo también y la importación desde Chile, siempre estuvieron en el tapete.

Fuentes consultadas indicaron que mayoritariamente las empresas radicadas en nuestra provincia han recepcionado tomate con normalidad, siempre bajo su plan de cosecha, recepción y procesamiento. Con mayor gravedad en la provincia de Mendoza.

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Ocurre que hay fábricas que reciben tomate hasta fines de marzo, otras hasta mediados de abril y unas pocas, las de mayor producción y capacidad de molienda, un tiempo más.

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Los productores que han firmado contrato con las fábricas, han entregado la cosecha a la entidad con la cual acordaron; salvo una empresa conservera local que ha tenido inconvenientes, el resto anduvo dentro de la normalidad.

Se presenta el caso de aquellos "libres" que no tienen compromiso con las firmas que recepcionan y están pasando un momento complicado. Hay años, como el pasado, en que ante el faltante de tomate, lograron con el tardío, vendido para mercado, muy buenos precios. No es el caso actual.

Hay de todo. También está el caso de sacrificados productores que perdieron por la granizada del 5 de diciembre sus cultivos y volvieron a transplantar. Y están sacando un tomate bien tardío ahora.

De todas maneras, este año de seguro bajará el rendimiento promedio de kilos por hectárea, que siempre fue alto en plantaciones tempranas (enero) llegando la campaña pasada a 150 toneladas, por una primavera ventosa. Y tampoco serán buenos los números en los tardíos, con 90 toneladas aproximadamente, ya que bacteriosis, y lluvias han causado mermas de importancia en esta temporada.