Dos grupos de jóvenes encabezan en este momento sendas campañas para llevar alimentos, abrigos, calzados y útiles a comunidades con muchas necesidades básicas insatisfechas. Se trata de "Boomerang" y "San Juan Solidario", encabezados por Yamil Yafar y Luciano Cano respectivamente. Ambos están conformados por personas muy jóvenes que han decidido dedicar gran parte de su tiempo a ayudar a quienes más lo necesitan, a la par de sus estudios, trabajos y familia. Dos ejemplos que invitan a movilizarse.
Grupo San Juan Solidario
Por y para el prójimo
Por Myriam Pérez
Basta escucharlo hablar de sus compañeros y compañeras de San Juan Solidario para darse cuenta que Luciano Cano (29), fundador de este grupo, está lleno de energías para ayudar a los que más lo necesitan. Así lo demuestra también en la práctica con una organización de lujo que selecciona, arregla, lava y deja en condiciones todo lo recolectado para entregar a quienes menos tienen en distintos puntos de la provincia. Esta vez encabeza una campaña para llevar ayuda a Albardón y Calingasta -útiles escolares, prendas de vestir, calzado, frazadas y alimentos-.
Todo comenzó a fines del año 2012. Hasta ese momento Luciano sentía la necesidad de
colaborar y lo hacía llevando donaciones a diferentes entidades, hasta que se cuestionó porque no lo hacía él mismo. Manifestó la propuesta a unos amigos que también tomaron la posta y dieron el puntapié inicial de San Juan Solidario. "El nombre surgió porque sabemos que en toda la provincia hay gente con necesidades de recibir una mano que ayude y gente que quiere hacerlo y no sabe como canalizarlo. No sólo con comida o ropa sino también con afecto, con juegos, libros, entretenimientos que muchas veces no les llega de otro modo", explica este joven de 29 años que logró reunir 50 voluntarios para colaborar en cada campaña.
Uno de sus grandes inconvenientes es la movilidad para trasladar las donaciones, por lo que deben gestionar una ante el gobierno provincial que colabora de ese modo.
La primera ayuda fue para los inundados de Sarmiento, un momento en el que no eran más de 15 los participantes, mientras que ahora son 50 los activos que se reúnen no sólo a planificar las ayudas sino también para jugar al fútbol o matear para mantener la unión.
Hasta ahora han visitado Balde de Leyes, Puchuzún, Iglesia, Villa del Tango en 25 de Mayo, Pie de Palo, Valle Fértil y Cañada Honda.
Muy activos
En el grupo participan desde chicos de 12 años como Nadia Lucero que acompaña a su hermana Micaela de 18 a realizar una de las tantas actividades que llevan adelante. Es que aquí los grupos están abocados a distintas tareas: Uno a seleccionar la ropa porque muchas veces la gente dona prendas o elementos que ya no podrían usarse; otros se encargan de arreglar y lavar en los casos que es necesario, ya que también es cierto que hay personas que llevan todo lavado, planchado, perfumado y en perfecto estado.
Un segundo equipo tiene como misión planificar las actividades recreativas que van a realizar en los diferentes destinos. En general sólo van por el día porque de otro modo les sale muy caro afrontar la estadía. En tanto el tercero tiene a su cargo las donaciones.
Otro de los miembros es Yeni Frigueiro, una jovencita que comenzó con quince años y ya suma 17. Ella llama la atención por tomarse tan a pecho lo que hace, "como si fuera un adulto", dicen sus compañeros.
"Cuando llevamos las ayudas, pedimos una autorización a los padres para los que todavía no cumplen la mayoría de edad, pero todos son muy responsables. También hay un par de chicos recuperados de adicciones que trabajan a la par y son excelentes personas que jamás han causado un inconveniente", aclara Luciano, a la vez que indica que los temas que ahí no se tocan son los religiosos o políticos.
"No tenemos problemas que los integrantes participen en determinados partidos o religiones, pero como se trata de un grupo independiente no mezclamos las cosas", agrega Luciano.
Entre los voluntarios hay algunos que vienen desde lejos para aportar una ayuda. Tal es el caso de Lorena Fernández de 25 de Mayo y Daniela Mereles de Sarmiento, quienes deben recorrer varios kilómetros para sumarse al voluntariado.
Angie Rives, es otro caso a destacar. Ella vive en La Bebida y lidera junto con Sofía Gouane el grupo de recreación, por ser muy carismáticas y creativas al momento de diseñar entretenimientos.
Alguien que no pertenece directamente a San Juan solidario es Ricardo Cano, padre de Luciano, que es quien pone su casa para guardar la ropa, el calzado que espera ser clasificado por talle, por sexo y edad para que sea sencillo al momento de seleccionar para dar ayuda.
Patri y Nati Lucero son las más grandes del grupo y las de que de alguna manera ponen cierto orden en las cosas y aportan su experiencia.
Un grupo de voluntarios cuyo lema es "Por y para el prójimo, y así lo demuestran.
Grupo Boomerang
Ayudar, más que una promesa
Por Myriam Pérez
Yamil Yafar cumplió su promesa. Sucedió lo que él esperaba y debía poner en marcha lo prometido: Ayudar a otras personas que lo necesitaran y que vivieran en zonas de difícil acceso. La primera vez convocó a cuatro amigos que no iban a fallar y así fue. Recolectaron alimentos, algunos útiles y prendas para llevar a Las Chacras. Eso fue en el año 2012. No sólo no dejaron de hacerlo sino que ahora son 30 las personas que se sumaron al desafío de llegar a lugares inhóspitos. El próximo destino será Sierras de Elizondo y de Riveros (Ver mapa), sitios a los que se llega a lomo de mula durante tres horas y seis horas respectivamente, para lo cual necesitarán 20 animales para transportar a los integrante del grupo y a las cajas con artículos de distintas índole.
Esta vez es el turno de la Campaña denominada "Una llave abre sonrisas", que consiste en recolectar llaves de bronce para obtener dinero para comprar abrigos, útiles escolares y calzado para ambas comunidades que suman alrededor de 200 personas (Ver recuadro Colecta).
A la fecha han llegado a Cienaguita, Huanacache, Retamito, Encón, Tupelí, incluso ayudaron a los inundados de Córdoba. En los primeros pasos fueron ayudados por los miembros de Sol de Mayo para llegar a destino, pero en la actualidad lo hacen en sus propios vehículos.
La promesa está ampliamente cumplida en estos casi cuatro años, pero las intenciones de seguir ayudando se profundizan cada día más ya que estos chicos han logrado armar un equipo de trabajo que ronda entre los 19 y 25 años promedio, y en el que abunda el espíritu solidario.
La organización es uno de los puntos claves para este trabajo. Se han divido en tres grupos, uno de ellos está dedicado a la recreación, otro a la gestión y elaboración de los alimentos durante la visita y el tercero abocado estrictamente a las donaciones.
"En un principio éramos cinco chicos de los cuales hoy permanecemos tres, Franco Suárez, Jorge Bellino y yo. Al poco tiempo sumamos una docente amiga, Elida Lescano, con quien compartimos muchos retiros espirituales y escapadas solidarias. Comenzaron a sumarse chicas que invitamos porque veíamos que faltaba el toque femenino en cada campaña y fue así. Ellas aportan muchas cosas que nosotros no veíamos", cuenta Yamil.
Franco Suárez y Elida Lescano son los encargados de pensar y diseñar junto a cinco colaboradores cada una de las actividades que tendrán los chicos de cada zona para que pasen un día inolvidable. Esto sin contar las ideas y la enseñanza que eso implica. Desde funciones de títeres, juegos, hasta proyector para pasar películas, que en muchos casos nunca vieron.
Jorge Bellino es el coordinador de la parte de cocina, ya que al llegar a zonas tan alejadas, deben permanecer al menos dos días. En el lugar preparan todo lo necesario para que coman los pobladores y los integrantes del grupo.
Yamil es el encargado de las donaciones, desde la logística hasta el archivo de lo que reciben, lugares donde son entregados con firma de cada responsable o representante del lugar. Nada queda librado al azar, todo está registrado para rendir cuentas a quienes lo pidan. Por supuesto que cuenta con la ayuda de otros integrantes.
"Es importe destacar que no tenemos ninguna bandera política ni religión, nuestro único objetivo es ayudar", aclara Yamil un fanático xeneise. De hecho la promesa inicial fue la que hizo con su gran amigo Franco, que apostaron todo si su equipo salía vencedor. La promesa decía "si Boca gana, hacemos algo bueno. Y Boca, ganó, entonces comenzamos a hacerla realidad".
El nombre surgió debido a que están convencidos que todo en la vida vuelve, para bien o para mal, por lo que decidieron quedarse con la parte buena.
Como suele suceder en estos casos, los jóvenes comprendieron que "reciben más de lo que dan"; que sumaron nuevos amigos, colaboradores, voluntarios y mucha gente generosa y desinteresada que ayuda desde el silencio, y que todo comienza por dar tiempo. Ese tiempo necesario para poner la energía en pos de los que no tuvieron las mismas oportunidades.

