Con la inauguración del Centro Cívico, hace siete años, muchas cosas cambiaron y muchos hábitos fueron modificados. Desde los circuitos que realizan tanto empleados públicos como personas que van a hacer trámites, hasta el tránsito vehicular. Estas modificaciones de la vida cotidiana, necesariamente, incluyen los modos de alimentarse de acuerdo con los tiempos y las nuevas formas de vida. Así es que en los alrededores de esta gran manzana surgieron nuevas propuestas gastronómicas, mientras que otras, como el comedor La Castellana, un lugar de comidas típicas españolas, permanece allí desde hace 40 años. En orden cronológico le sigue Faustina que tiene la misma edad que el Centro, con una carta de comidas argentinas hasta pastas italianas. Muy cerca, en la esquina de Ignacio de la Roza y España, abrió sus puertas en septiembre del año pasado, Itamae, franquicia que cuenta con una muy amplia propuesta gastronómica japonesa-peruana. Y para que nadie quede afuera, Loreto -ubicado en la misma avenida justo en la intersección con Las Heras-, irrumpió con comidas naturistas e hindúes a fines del 2014.
En todos los casos sus horarios son más amplios que los tradicionales en la provincia, y adaptados para que cualquier persona pueda hacer alguna de las comidas habituales o un after office, una reunión de amigos o cualquier evento social.
Los nuevos aromas ya se hacen sentir en la zona, desde el café de la mañana hasta el de las especias que caracterizan a cada comida según su lugar de origen.
* Loreto
Anahí Rodríguez siempre tuvo un modo de vida naturista. Creció con una mamá vegetariana, viajó a la India, vivió con su familia mucho tiempo en una estancia en Iglesia. En fin, detalles que la han convertido en una ‘naturista profesante’. Así surgió la idea de instalar un restaurante con comida sana que abre todo el día, y los sábados por la noche ofrece una propuesta de comida hindú con shows de esas danzas orientales. ‘Nuestra misión es ofrecer un servicio de comida sana, con productos naturales e integrales. Además informamos sobre que contiene cada comida y el aporte que hace a la salud. Del mismo modo los sábados ofrecemos un plato único hindú. En cuanto a bebidas tenemos jugos naturales de todo tipo y vinos locales’, cuenta Anahí, quien se encarga personalmente de cada detalle del restaurante, incluida la elaboración de los platos junto a un cocinero.
En comida vegetariana hay desde torre de panqueques, woks, tartas, hasta sandwichs vegetarianos. En platos hindúes se destacan garbanzos mosaca; settan (gluten salteado con salsa semidulce); acu phue qorht pantr sabit (salteado de coliflor con papas y especias); gajak hacaua (budines de zanahoria al caramelo con cardamomo y agua de rosas), por citar algunos ejemplos.
La propuesta incluye espacios para eventos y baby showers
Horario de atención: Lunes a sábado de 7 a 24. Domingos, sólo por la tarde
Precio: Desde 85 pesos por persona (tenedor libre). 98 pesos el kilo.
Capacidad: 50 personas
Teléfono: 4272466
Itamae Sushi
Este local es una franquicia que pertenece a la cadena más grande de sushi del país. Itamae cuenta con una seductora carta con todas las variedades imaginables de esta comida como así también de fusión japonesa-peruana (nikkei), que combina ingredientes de ambos países siempre respetando las técnicas y métodos de cocción de origen japonés. En este caso se ofrece: láminas de salmón con salsa nikkei, acompañado de choclo sweet y fideos de arroz; pulpo al olivo -finas láminas de pulpo con mayonesa de aceitunas moradas y perejil-, entre muchos más. Del mismo modo hay ceviches, causas y otras delicias.
También se pueden degustar desde langostinos rebozados en salsa togarashi, curry y naranja hasta platos más sofisticados tales como: Teppau-yaki (carne salteada en salsa de soja con verduras al wok y fideos de arroz. Opción:salmón rosado, pollo o vegetariano). Ni hablar de la amplia propuesta de tablas de sushi y rolls de diferentes variedades.
Cuenta con servicio de delivery
Horario de atención: Lunes a sábado de 7.30 a 15 y de 18,30 a 1,30 aproximadamente.
Precio: Desde 180 por persona (con bebida incluida)
Capacidad: 60 personas
Teléfono:4204851
Faustina
Este restaurante, super amplio con entrepiso y exterior, se destaca no sólo por su amplia propuesta gastronómica, sino también por una barra de tragos en la que no falta nada. Si éste no figura en carta, el barman se encarga de hacerlo a pedido. Sin duda que esto garantiza además la tendencia de los after office.
Allí la propuesta es variada, tanto que entre los platos más pedidos figura el lomo Faustina, el rock de ternera, trucha en papillote y salmón rosado. Desde comidas argentinas, pasando por las orientales sin que falten las pastas italianas como crepés, fetuchines, sorrentinos y canelones. La demora desde el pedido del plato hasta su servicio es de 35 a 45 minutos ya que todo se realiza en el momento.
En postres la propuesta hace mucho hincapié en los productos regionales, como tablas de dulces. Acompaña una variada propuesta en vinos.
Horario de atención: Todos los días de 7 a 2 o 3 de la mañana.
Precio: Desde 95 pesos por persona con menú ejecutivo (incluida la bebida). A la carta desde 150 pesos.
Capacidad: 150 personas
Teléfono: 427 4414
La Castellana
Hace 40 años que Miguel Vargas apostó a este restaurante que nunca se amplió por decisión propia. ‘Atender bien y con la misma calidad siempre’, es la consigna de su propietario, quien disfruta de la cocina desde pequeño. Este tradicional negocio ofrece: tortilla española (cebollas y papas fritas, con jamón cocido y chorizo colorado); pollo al ajillo (el plato más pedido); calamares a la lionesa (con cebolla, vino blanco y calamares bien picantitos); paellas; milanesas rellenas, congrio a la maitre hotel (congrio a la plancha con salsa de maicena, limón y perejil). En total son 35 platos diferentes que ofrece a sus clientes entre los que también figura caracoles a la bordolesa; cholgas a la parmesana, cazuela de mariscos, vesugo a la vasca, mejillones a la provenzal y pescado al horno con salsa.
‘Acá han venido y siguen viniendo personalidades de todo tipo porque les gusta mi comida’, dice orgulloso Miguel, descendiente de españoles de quienes heredó el gusto por este tipo de gastronomía.