Si alguien ofrece una hidromiel bien fresca, muchos se preguntarán ¿y eso qué es?. Ni hablar si además es hecha en San Juan. Para sorpresa de varios es una bebida tan antigua como el hombre, incluso anterior al vino y quizá la precursora de la cerveza. Miles de años han pasado para que vuelva al ruedo en algunos sitios del mundo, y Argentina, aunque en forma incipiente, no se queda atrás. A esta movida, tres curiosos y emprendedores sanjuaninos decidieron incursionar y ya la venden en ferias y entre amigos. 


Se trata de la pareja conformada por Gastón Arrascaeta y Regina Russo, que salieron al mercado con la marca Huargo, elaborada en Capital (Trinidad), y Federico González con la marca Uplupa, igual a la cerveza ya que él también es productor cervecero. 


La historia de Gastón y Regina comenzó hace apenas un par de años. Claro que su primer vínculo con la miel fue la elaboración de cremas artesanales con cera de abeja (Ver recuadro aparte), pero como una cosa lleva a la otra decidieron tener sus propias colmenas para garantizar la calidad de la materia prima. Así fue que junto a otro productor de experiencia comenzaron con su actividad apícola en 9 de julio.Eso los llevó a tener una cantidad de miel que no querían vender al público sin valor agregado. 


"Fue entonces que buscando un destino para nuestro producto, encontramos en internet recetas de hidromiel.

Empezamos a investigar y elaborar las primeras partidas para nosotros, amigos y familia. Probamos diferentes estilos, con distintas levaduras, a diversas temperaturas, todo fue prueba y error hasta que nos gustó a nosotros y a la gente que la probaba. Eso nos demandó un año de trabajo, durante todo el 2015, recién ahí empezamos a vender. En ese proceso nos ayudaron varios enólogos que no sólo nos asesoraban sino también probaban para ver como marchaba todo", relata Gastón , quien elabora el producto junto a Regina. 


A la par hicieron cursos de manipulación de alimentos, se instruyeron y hasta presentaron la propuesta y ganaron un Capital Semilla, cuyo dinero está a punto de llegar para la compra de equipamiento y armado de sala especial para su elaboración con fermentadores de acero inoxidable de 300 litros. Por el momento elaboran unos 50 litros cada 20 días, y con este cambio llegarían a 1200 litros por mes.  


Una vez que salió a la venta los resultados no se hicieron esperar al punto que surgió la oportunidad de participar en la Feria Gastronómica que se realiza en Alta Gracia, Córdoba, en Semana Santa donde llevaron toda la producción que tenían. "Vendimos todo en un día y medio. Nos fue muy bien porque la gente demanda nuevos productos. De hecho no nos alcanza con la producción que tenemos así es que esperamos pronto tener nuestra nueva sala de producción", indica.  


Actualmente envasan en botellas de 330 cc (cuesta 40 pesos cada uno, o dos por 70, o 3 por cien); en tanto las de litro se envasan solo por pedido (cuesta 50 pesos con devolución de envase). 


La hidromiel se bebe fría como un vino espumante (a unos 8 grados), y en este caso con más razón porque es elaborada con doble fermentación, primero en vasija y luego con método champenoise, es decir fermentada en su propia botella. 


Huargo tiene dos versiones, una natural que es hidromiel pura y otra saborizada con cítricos mas seca y astringente. 

 
 

Más experiencias 


 
Federico González es otro emprendedor que no para. Hace 15 años que hace cerveza con la marca Uplupa, hasta que el año pasado decidió probar con la elaboración de hidromiel. Produce unos 50 litros por mes que no alcanza para abastecer la demanda de las personas que asisten a ferias en las que son comercializadas.  


"La hidromiel tiene muchos perfiles, pero al ser cervecero elegi ese perfil, aunque es diferente. Esta tiene una espuma más fina, en nariz es más floral y agradable, mientras que en boca se potencia con lúpulos más florales", dice Fede que elabora en Pocito. 

"Este producto va de la mano de la cerveza artesanal, es un producto de autor y la gente busca cosas nuevas. A esto se suma que hay mucha gente con celiaquía que busca productos sin Tacc, y otros que prefieren bebidas menos amargas que la cerveza", agrega. 


En ambos casos cuentan con análisis bromatológicos y condiciones que las hacen aptas para el consumo, aunque por el momento faltan detalles para obtener el permiso para su venta en negocios. Actualmente se consiguen por contactos por facebook o en las ferias agroproductivas que organiza la provincia para la venta de productos artesanales. 


Una verdadera apuesta para dar valor agregado a un producto tan noble como la miel. 
 
 
Cremas con cera de abeja 

 
Regina Russo comenzó a elaborar cremas de cera de abeja en 2014 junto con Gastón Arrascaeta. Actualmente cuentan con diferentes tipos, como por ejemplo para regenerar la piel, uso diario, manos, pies, como así también par manchas, hongos, verrugas, acné, psoriasis, rosácea, entre otras siempre con la marca Sertural. 


Además ella misma se encarga de elegir los envases, realizar las etiquetas ya que es diseñadora gráfica.  


"Como a la hidromiel las vendemos en ferias como cremas artesanales y en algunos negocios naturistas. La gente también nos puede contactar por facebook. Son hechas sin ningún agregado químico ni conservantes y cuentan con análisis de calidad", explica la hacedora.  


El proceso de elaboración es rápido ya que en un par de días se pueden hacer varias partidas porque no necesitan tiempo de maceración ni nada parecido. "Se hacen a baño maría, cada uno en su envase. Por tratarse de cremas muy concentradas duran mucho tiempo y su vida útil es de un año", aclara Regina.  
 

Un poco de historia 

 
La hidromiel es una bebida fermentada a base de miel y agua y su uso estuvo muy difundido entre los pueblos de la antigüedad. 


Los griegos le daban el nombre de melikraton y los romanos la llamaron agua mulsum. Popularmente se le dio el nombre de bebida de los dioses. No solo era conocida por griegos y romanos, pueblos tan diferentes como los mayas, celtas, sajones y vikingos preparaban y consumían esta bebida, con algunas variaciones en su fabricación. 


Según Plinio, la primera receta para la fabricación del hidromiel fue dada por Aristeo, Rey de Arcadia. 


Cuando los romanos invadieron Inglaterra en el siglo I, observaron que el pueblo consumía una bebida elaborada con miel. En 1931, en Alemania, encontraron en un pantano un cuerno con granos de polen y levaduras, lo que indicaría que había servido de recipiente a una bebida hecha con miel fermentada. Esta pieza, que data de unos 100 años d.C sería uno de los testimonios más antiguos de la relación del hombre con la hidromiel. 


En aquellos tiempos ya se adjudicaba propiedades revitalizantes y energéticas que ahora han sido comprobadas por la ciencia. 


Antiguamente existía la tradición de que los recién casados tomaran hidromiel durante todo un ciclo lunar. Con lo que se pretendía conseguir que el primer hijo fuese varón. De ahí deriva la tradición de la "luna de miel". 


Al no poseer lípidos, no produce resaca ni dolores de cabeza, ya que el organismo procesa el alcohol de manera rápida. Por eso era la bebida preferida de los soldados romanos que se emborrachaban en las noches para levantarse a luchar al día siguiente renovados completamente. 
 
 
Clases de hidromiel 

 
Todo dependerá de la forma en que sea preparada. Precisamente de eso dependerán sus diferentes aromas y sabores, no obstante los más habituales son: 


* Tradicional: a base de agua, miel y levadura. Tiene un sabor único. 


* Melomel: se le añaden diferentes frutas, manzana, uva, e incluso cereales como cebada o lúpulo, consiguiendo un hidromiel con diferentes sabores. 


* Methelglin e Hippocras: son hidromieles especiadas con sabores como lavanda, vainilla, jazmín, entre otras. 
 

 
La receta 
 
Hay decenas de recetas de hidromiel. Aquí una sencilla que se puede hacer en casa para probar. 


Colocar en una olla grande 1 kilo de miel natural, y cubrir con agua (unos 5 a 6 litros), para llevar al fuego moderado hasta disolver la miel completamente. A la par se pueden ir retirando las impurezas con una espumadera. 


A mitad de la cocción, agregar una cucharada de lúpulo dentro de una bolsita de tela bien cerrada, y una vez que se produzca espuma en la superficie, retira del calor y deja entibiar. 


Luego, traspasar 4/5 partes del preparado a una damajuana o garrafa de vidrio esterilizada, y cubrir la boca con un paño húmedo, para que comience la fermentación (reserva el otro 1/5 en una botella o frasco bien cerrado). 


Una vez fermentando, agregar el líquido guardado para llenar nuevamente la cantidad en la damajuana y volver a cubrir con un lienzo mojado, ahora para dejar en reposo durante no menos de dos meses. Luego se filtra, se embotella, y se deja finalizar la fermentación bien cerrado por 2 meses más, laqueando el corcho si así lo desea. 
 
 
 
Hidromieles argentinas 
 
No hay dudas que las hidromieles argentinas están haciendo su propio camino. Actualmente cuentan una fan page en Facebook con la intención de unir a los elaboradores de distintas regiones, generando un espacio que permita conocer sobre los aspectos técnicos de los procesos, el equipamiento y brindando herramientas para lograr hidromieles de calidad. 


"Buscamos dar a conocer las marcas, los lugares donde se comercializan y los eventos en los que participan. Conocer los técnicos y especialistas en la materia para que se generen interacciones con los elaboradores", explica la misma página. 


Esta fan page es administrada por Olga Apablaza, analista técnico del INTI en Neuquén y Diego Calderón de Dirección de Ejecución de Programas y Proyectos destinados a Pequeños Productores del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca. 


"Nos mueve el espíritu de querer promocionar la hidromiel como una bebida alcohólica novedosa (aunque es tan antigua como el ser humano). Estamos organizando actividades de difusión, proyectos de investigación, relevamiento de elaboradores, entre otras", indica la página. 

País dulce 
 
La Argentina es uno de los principales productores de miel a nivel mundial, de la que exporta un 95 por ciento, razón por la cual los organismos del gobierno y académicos ven en la hidromiel como una posibilidad cierta de sumarle valor agregado a una producción primaria. 


El Instituto Nacional de Tecnología Industrial trabaja desde hace años para fortalecer el sector con catas comparadas, difusión en ferias, capacitaciones técnicas y estudios estadísticos.