Son verdaderos buscadores de oportunidades, generadores de sus recursos y desarrolladores de su propio talento. Son emprendedores sociales que supieron encontrar sus capacidades y convertirlas en fuente inspiradora para vivir dignamente. En San Juan suman unos 1.200, según figura en el padrón de la Dirección de Emprendedores Sociales, del Ministerio de Desarrollo Humano, de los cuales 33 fueron convocados para participar del evento "Emprender Navidad", que se realizó en el Chalet María Luisa a fines de diciembre. Allí fue presentado el programa nacional "A coser Argentina", punto de partida para poner en marcha "A coser San Juan", destinado a capacitar a todas aquellas personas que quieran hacer sus prendas de vestir o generar un negocio que les permita llevar recursos económicos a sus hogares. Otros tantos no participaron, pero siguen su camino laboral a pleno, como es el caso de Zafiro, marroquinería, que, entre otros, vende sus productos a Todo Moda. En esta edición, un puñado de emprendedores textiles y un orfebre, dan testimonio de sus iniciativas. Sin duda,ejemplos para imitar.


Marilin Lencinas/Cuir & Lin

Ropa sin género ni talle


Tanto su mamá como su abuela se dedicaron a la costura, algo que no sabía que tenía tan incorporado hasta que decidió estudiar diseño de indumentaria hace cuatro años. Así en plena pandemia, Marilin Lencinas, abrió su taller y creó la marca que lleva su nombre para ropa infantil y Cuir & Lin en sociedad con el diseñador Lucas Murciano dedicada a moda sin género o agénero. 


"En junio del año pasado nos asociamos con Lucas para concretar algo que ya teníamos pensado, diseñar ropa agénero que integre a toda la diversidad sexual y que lo puedan usar todos sin importar el talle. Así nació Cuir & Lin que está destinada a cubrir las necesidades de aquellos que no tienen una respuesta por parte de la industria del vestido, no encuentran su forma ni lo que quieren", explica Marilin, quien tomó contacto con la Dirección de Emprendedores gracias a una amiga. Así presentaron su colección y parte de ella participó del desfile de emprendedores realizado a fines de diciembre.


El taller está ubicado en su casa de Rawson donde hacen maxi camisas que son usadas como vestidos por quienes tienen cuerpo más pequeño, o como camisa si es más grande, o camisola para talles especiales. La consigna es que siempre sean adaptables a cualquier persona, más alllá de su género o sus medidas corporales. Lo mismo corre para las calzas, vestidos, bikers, blazers y pantalones de vestir con elastizado en la parte posterior de la cintura para que se adapten a diferentes medidas.


"Nosotros no juntamos aditamentos femeninos con los masculinos porque pensamos que la moda agénero no es así. Está más vinculada con la que antes llamábamos moda unisex, pero con más diseño e identidad. Buscamos formatos cuadrados que son los que se adaptan mejor pero siempre usando moldería porque no es sólo hacer un cuadrado y nada más", explica la emprendedora.


En el caso de ser necesario adaptan las prendas para que el o la cliente se sientan cómodos. 


Una propuesta diferente que se ofrece a través de redes sociales, con envíos a domicilio o a puntos de encuentro, o en el taller donde está todo listo para abrir el Showroom de la marca ubicado en Pasaje Argentino 4748 Sur, Villa Krause. 

Redes: Cuir & Lin
 


Hortencia Oyola/ Taller Leslie

Un trabajo en el hogar


Hortencia pinta cuadros y figuras de hierro desde hace tiempo, pero recién hace unos meses decidió abrir el Taller Leslie junto a Patricia Oyola, su tía, dedicada a la producción de bolsos, manteles, servilletas, individuales, entre otros productos en tela, y Pamela Pelayes, abocada a la producción de objetos con materiales reciclables y adornos en porcelana fría.


"Lo hacía por hobby hasta que comencé a venderlos. Eso me ayuda bastante porque tengo 7 hijos, de los cuales 5 van a la escuela, y con el dinero de las cositas que hago pude pagar las fotocopias de los PDF que mandaban las maestras y profesoras", cuenta Hortencia de San Martín.


Para agilizar la producción y poder hacer las cosas del hogar cada una de ellas trabaja en su casa y luego se unen para acordar detalles.


La pandemia también les puso un nuevo desafío: Comercializar por redes sociales. De ese modo suben las propuestas, sobre todo por Whatsapp, para llegar a potenciales clientes, que una vez que encuentran lo buscado, lo retiran por el taller ubicado en Dos Acequias.


"Nos compran vecinos, amigos, familiares y así nos damos vuelta hasta que vuelvan las ferias y podamos vender de otro modo", asegura Hortencia.


Una salida laboral que ayuda a la economía familiar de estas tres emprendedoras, sin salir de su casa y apostando a lo que saben hacer.



Margarita Gómez/Zafiro

Marroquinería y algo más


Zafiro es un taller de marroquinería ubicado en Albardón, en el Barrio Conjunto 2, Mza F, casa 14, frente al Parque Latinoamericano. Allí tres de las cuatro hermanas Gómez - Nélida, Laura y Margarita-, diseñan y fabrican carteras, mochilas colegiales y urbanas, bolsos de viaje, cartucheras, monederos, bolsitos, porta notebooks, barbijos de diseño y accesorios que además de vender en el lugar también son comercializados en Todo Moda.


Hacen varios años que estas emprendedoras comenzaron con la propuesta y se fueron ampliando hasta abrir el negocio en la dirección citada para vender directo al público.


"Nosotras hacemos todo, desde el diseño hasta el producto final y su venta. Con este trabajo hemos podido comprar una sublimadora que nos permite implementar esa técnica en muchas de las cosas que hacemos, sobre todo para productos especiales de Día del Niño o Reyes, por citar un ejemplo. También sublimamos la cordura que es un elemento que usamos mucho", cuenta Margarita Gómez.


La venta en Todo Moda surgió hace mucho tiempo, en realidad la inició su mamá quien se dedica a la producción de accesorios en tela como moños, coleros, trabitas, corbatines para la escuela, y los elementos que se usan para la Comunión, como brazaletes, coronitas, entre otros. También parte de esta producción se comercializa en las mercerías Punto Cruz y Dioll.


Para Todo Moda, las hermanas sumaron bolsitos, carteras y mochilas de acuerdo al pedido que les hagan desde la tienda.


"Este año de pandemia trabajamos mucho por whatsapp, publicamos en el estado y la gente nos escribe para pedirnos lo que necesita. Ahora decidimos abrir un negocio en mi casa porque antes del Covid vendíamos muy bien en la feria que se hacía acá los domingos. Gracias a Verónica Días de la Dirección de Emprendedores nos expandimos un poco más porque nos ayudó para abrir nuevas puertas", asegura la emprendedora.


Cada una de ellas cuenta en su casa con una máquina que les permite realizar el trabajo sin moverse de allí, salvo casos puntuales para colaborar con algún material que pueda faltar. Lo mismo pasa con el diseño y las nuevos accesorios, que cada una va tratando de innovar -como es el caso de los bolsos reversibles que son el boom de este momento.-



Nancy Maturano/ El Arte de Tejer

Entre agujas 


Comenzó con los tejidos al crochet, hasta que decidió tomar un curso de costura para combinar ambas técnicas. Actualmente Nancy Maturano realiza desde ponchos hasta prendas de vestir en tela y aplicaciones de tejidos. Fue el puesto que tenía su marido, también artesano del cuero, en Turismo, el detonante de su iniciativa. Así es que ahora comparten espacio en el Paseo Artesanal de Calle Tucumán y Central.


"Mi marido invitó a un artesano de Buenos Aires y cuando ví como tejía me pregunté por qué no lo intentaba si yo tenía conocimientos para hacerlo y podía aprovechar los ratos libres, que eran muchos, mientras atendía el puesto en Turismo. Así comencé, y más me entusiasmé cuando los turistas se llevaban todo lo que yo hacía", asegura.


Su mamá siempre tuvo esa habilidad manual, pero no pudo aprender de ella, si no que lo hizo con una vecina de la infancia quien le dio los conocimientos para tejer a dos agujas. Luego tomó cursos de tejido al crochet que le permitieron asimilar los saberes de sus profesoras y agregar su propia creatividad.


Una de las características es que aplica la técnica de batick en sus telas para darles un toque personal, además de las partes hechas con tejido a mano.


Su casa es el espacio elegido para hacer todas las creaciones que luego comercializa en el Paseo Artesanal, donde también recibe pedidos de prendas a medida.


Junto a su marido forman una dupla con años de experiencia en ferias, tanto que fueron parte de la primera Feria de las Pulgas, entre otras varias.


En el último desfile de emprendedores tuvo la oportunidad de mostrar sweters y blusas hechas por ella que fueron elegidas por quienes tuvieron a su cargo la selección de prendas y accesorios.



Fernando Suárez/El Collado

Orfebre de alma

Hace 11 años, Fernando Suárez decidió vivir en El Collado, un puesto ubicado a 4 kilómetros de la Villa San Agustín en Valle Fértil y que también dio nombre a su marca. Allí encontró su lugar en el mundo donde podía crear sus propias piezas artesanales en metal que vendía al turismo en el Parque Ischigualasto. Claro que la pandemia lo obligó a volver unos meses a San Juan para trabajar en herrería y ahorrar para pronto volver a La Majadita.
Es un verdadero autodidacta. Su gran curiosidad y gusto por trabajar en metales -cobre, alpaca y plata-, lo llevó a producir desde joyas, dijes, pulseras, anillos, hasta bombillas -todo de diseño de autor-, que tienen la particularidad de estar siempre soldadas con plata.


"Comencé hace unos diez años y se puede decir que aprendí de mirar algunos amigos que se dedican al tema, que compartieron aprendizajes y de mirar videos en Youtube", cuenta Fernando.


Tanto la producción como las ventas marchaban muy bien hasta antes de la pandemia, pero la ausencia de turismo y los permanentes aumentos de los metales provocaron una baja en la producción. Así fue que decidió volver a San Juan para sumar labores de herrería. Actualmente comparte su amor por la orfebrería con la producción de rejas, portones u otras cosas en metal que le piden sus clientes.


"Los precios suben mucho y el único proveedor de metales para orfebrería que hay en la provincia actualiza los valores en forma permanente. Esto complica más las cosas. En estos momentos más que nada hago bombillas de alpaca con detalles de bronce, cobre y plata, que es un producto que me gusta mucho por ser tan argentino y vendo por las redes -El collado-, también en Pura Cepa y Herboristería Andante, indica.


El leit motiv de sus artesanías son los paisajes, los cardones, la luna, la montaña que identifican a Valle Fértil que le brinda una marcada identidad.


Fernando también participó del desfile de emprendedores realizado a fines de diciembre en los que mostró su colección de aros en cobre, bronce y alpaca, verdaderas joyas artesanales.

Verónica Días, directora de Emprendedores Sociales

"Vamos a Coser San Juan"

Fabiola Yañez, la primera dama argentina, propició un programa destinado a que hombres y mujeres aprendan técnicas de costura y bordado para generar sus propios recursos. Comenzó en las zonas más vulnerables de Buenos Aires como la Villa 31, y luego se extendió a algunas provincias que lo requirieron. Se trata de "Vamos a coser Argentina", que comprende una batería de talleres, capacitaciones y seguimiento por parte de las áreas sociales. En San Juan fue la directora de Emprendedores Sociales, Verónica Días, quien tomó la iniciativa para poner en marcha esta modalidad a partir de marzo próximo. Con ese motivo llegó a la provincia la diseñadora Ivana Picallo, quien se encargó de brindar capacitaciones y talleres, además de participar del desfile de cierre de ciclo y presentación del programa realizado a fines de diciembre con emprendedores locales y los ya consagrados, Francisco Zito y Fernando Oropel.


"La idea es comenzar por los merenderos porque la mayoría de las señoras no saben coser, tanto que cuando reciben ropa donada la usan como llega. La intención es que puedan adaptarlo, hacer su propia ropa porque es una forma de aprender a valorar las cosas. En diciembre se hizo la presentación general de la propuesta, y a fines de febrero, principios de marzo, lanzaremos A coser San Juan", indica la directora. 


Durante tres meses se harán las capacitaciones y talleres intensivos, luego aquellas personas que hayan cumplido con todos los requisitos tendrán la oportunidad de recibir ayuda, como por ejemplo máquinas de coser para realizar sus propios diseños ya sea a nivel familiar o comercial. A la par tendrán un seguimiento anual de esas actividades.


Picallo volverá a la provincia para entrenar a las capacitadoras con las que ya cuenta la dirección para que sean las encargadas de transmitir los conocimientos al resto de las personas que se sumen. En la medida que la situación sanitaria lo permita se harán en forma presencial, en otros casos llegarán hasta los departamentos más alejados y también se utilizará la modalidad virtual.


En 4 meses deberán realizar los cursos de corte, costura, diseño, bordado y todo lo necesario para aplicar a la pequeña industria del vestido.