Es la mejor época para disfrutar el verde. Tu jardín es el protagonista de tus reuniones. Al salir de vacaciones, no lo abandones, algunas sugerencias para aprovechar tu espacio al regreso y no encontrar plantas muertas. Una buena forma de empezar es revisando los aspersores de riego, y su altura. En los canteros deben estar más altos que las plantas. Si usa toberas o goteo, revise si están en la posición correcta y bien enchufados en el caño troncal.
Tareas básicas
– Sacar yuyos del césped con la gubia para asegurarse que sacó bien la raíz. Tenga un balde de arena a mano y, si se hizo un agujero, rellenar con arena.
– Colocar un cartel o atar un hilo en alguna vara floral sana y fuerte, así podrá identificarla en el otoño y juntar sus semillas.
– Al regar o fertilizar árboles jóvenes debe hacerse en toda la superficie que cubre la copa como mínimo, preferentemente en una circunferencia de 70cm más. Recordar la fórmula: regar, luego fertilizar y volver a regar.
– Si quiere cubrir una pared con Parthenocissus tricuspidata (parra de la virgen) lo más rápido posible, corte las guías que no lograron pegarse con sus ventosas. Al cortar las que no se pegaron, toda la fuerza de crecimiento irá al ápice de las que sí se agarraron a la pared. Si la tiene en alambre tejido, use las sueltas para enhebrarlas a la malla.
– Revisar ataduras a tutores para controlar si no están estrangulando la planta.
– Cuidar de no lastimar la corteza o los rebrotes laterales de base con la bordeadora.
– Para los amantes de las rosas, fumigar preventivamente y cosechar flores para los floreros. Retirar las marchitas y las hojas amarillentas que caen al suelo. No poner en el mantillero.
– Si el verano es húmedo y caluroso, las zinias suelen enfermarse con un hongo de grisáceo a blancuzco. Recuerde que los fungicidas son preventivos y las hojas enfermas ya no lucirán bien. Es decir, fumigar antes de que se enfermen.
– Junte semillas de la espuela de caballero anual si tiene la suerte de tenerla en su cantero.
– A finales del verano suelen aparecer los primeros brotes de follaje de los junquillos. Si los tiene en el césped, observe este detalle y no corte el pasto allí.
El Riego
Cuando pensamos en el riego lo primero que se nos viene a la mente es: "…me compro una manguera, un pico regulable y listo…". ¿Y si se deja el jardín por cinco días y hace mucho calor? Hoy por hoy, el mercado ofrece diferentes métodos que ayudarán en tan tediosa tarea: aspersores regulables, toberas o mangueras perforadas, que se pueden conseguir en cualquier ferretería.
Lo que debe calcularse es cuánto tiempo hay que mojar en cada lugar y con qué cantidad de agua se cuenta porque en esta zona el sol es muy fuerte y seca mucho en poco tiempo. Las mejores horas para regar son: a partir de dos horas después de que bajó el sol hasta las ocho de la mañana. Durante este periodo no hay evaporación y la humedad persiste más tiempo en el suelo.
Si se cuenta con canteros, es conveniente colocar toberas que rieguen en forma de lluvia por encima de las plantas. Debe tenerse en cuenta que cuanto más se acerca el verano, las plantas adquieren mayor tamaño y el riego será menor a causa de que la humedad se mantiene más. Otro método es utilizar una manguera de goteo colocada en forma de serpentina entre las plantas. Para pequeños espacios (10 a 30m2), éste es el mejor consejo.
Una sugerencia más: no regar demasiado, hay muchas especies a las que no les gusta estar empapadas. Los canteros deben estar húmedos, no encharcados. Si se tiene un cantero con rosas únicamente también hay que utilizar el mismo método. ¿Sabían que una rosa necesita seis litros de agua por día? No debe mojarse el follaje; esto equivaldría a hongos y enfermedades.
Tareas ineludibles
-Mantenimiento de los sistemas de riego, para que no tengan pérdidas, y cuidando los horarios de riego. Otra, para los que disfrutan de césped, es el segado una vez por semana. El crecimiento es muy rápido, y si nos descuidamos, podemos provocar su debilitamiento.
-Vigilar las plantas de temporada, para eliminar las ramas ya floridas y retirar las malas hierbas.
Controlar las plagas, sobre todo de cochinillas y ácaros, y las enfermedades de verano como el mildiu de las parras o el pytium del césped.
Finalmente la tarea más importante es la de "disfrutar del jardín".