De a poquito y con sus propios recursos, el ecoturismo ha ido ganando terreno. Y da respuesta a aquellos que no buscan hacer un viaje para ir de compras a los grandes shoppings ni ver o fotografiar monumentos, iglesias y museos, sino que los motiva la naturaleza en su máxima expresión. La provincia, afortunadamente, tiene mucho para ofrecer en este sentido. Según cuenta la licenciada en Biología y jefa del Sistema Provincial de Áreas Protegidas (dependiente de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable), Yanina Ripoll, San Juan tiene más de 10 áreas protegidas. La mayoría de ellas, salvo una que es privada (y requiere sí o sí de la autorización del propietario para acceder), le abre libremente las puertas al turismo, claro que con ciertas restricciones y el pedido expreso de tener ciertos y determinados cuidados para no perjudicar a la flora y fauna que allí se protege.


"Las Áreas Protegidas son sitios especiales para la observación de fauna y la interpretación de sus ambientes. Cada vez son más atractivas para los amantes de la naturaleza'', cuenta.


Según sus cálculos, en apenas los 4 meses que se ha transitado de este 2019, prácticamente medio centenar de visitantes ha llegado al Parque Presidente Sarmiento en Zonda y La Ciénaga, dos de los lugares preferidos, por foráneos y visitantes de otras latitudes para admirar pájaros como los cisnes cuello negro, patos, ibiñas o zorzales, además de zorros, cuices y reptiles que abundan en estos espacios. 

Atractivos en todos los departamentos 


Teniendo en cuenta que es uno de los espacios naturales más populares, por supuesto que hay que visitar el Parque Presidente Sarmiento (por calle Las Moras, en Zonda) que es un sitio ideal para la observación de aves asociadas a ambientes húmedos, dado que en él se encuentra un sistema de lagunas que permite observar gran cantidad de patos, gallaretas, garzas y el cisne cuello negro (ave migratoria). Además en el parque se presenta una gradiente de humedad con vegetación del monte (más xerófila) hasta el totoral y carrizal alrededor de las lagunas, por lo que la fauna asociada a esa vegetación también va cambiando. Estas características también las posee el Sitio Ramsar Lagunas de Huanacache, en 25 de mayo pero también en parte de Sarmiento e inclusive llega hasta el norte de Lavalle, en Mendoza. Tiene una superficie de 248.000 hectáreas y es el paisaje donde conviven fauna silvestre como peludos, piche, mataco y pichiciego, además de gato montés, gato del pajonal, pumas, aves acuáticas (como tuyangos, chajaes, cuervillos y flamencos).


En el Parque Provincial Presidente Sarmiento, considerado una Reserva de Usos Múltiples, es no sólo paraíso de las aves sino además, hábitat de nutrias y jabalíes. 


El Área Protegida La Ciénaga (entre la villa cabecera de Jáchal y la localidad de Huaco) posee un circuito turístico-educativo que pone en valor su rico patrimonio cultural y natural, en un recorrido de 3 kilómetros. Allí no sólo se pueden admirar las formaciones geológicas, esculpidas por el viento y el agua, sino que además sirve de cuna de una gran diversidad de flora de los ambientes de monte, con elementos prepuneños y con vegetación típica de zonas más húmedas; que sirven de hábitat para la gran variedad de aves allí existentes, razón por la cual se la declaró "Santuario de Aves''. El nombre lo dice todo: allí se pueden observar aves cazadoras como el águila mora, ibiña, chimango, cernícalos, entre otros; aves carroñeras como el jote cabeza negra y colorada y el cóndor andino y aves más pequeñas como picaflor, zorzales, benteveos, golondrinas, urracas, jilgueros, chacareros, tijeretas, torcazas, garzas blancas, carpinteros del cardón y el común, entre otras. Entre los mamíferos, se ven a simple vista, zorros, cuices y también reptiles. Es una de las áreas protegidas más bellas de la provincia. Según las recomendaciones de la experta, Yanina Ripoll, en el Paisaje Protegido Localidad de Pedernal (en Sarmiento) también se avistan casi las mismas aves que en La Ciénaga. 

Parque Sarmiento

Mientras que la Reserva Provincial Valle Fértil (que se extiende entre los departamentos Caucete, Angaco y principalmente Valle Fértil) propone realizar avistajes guiados por los guadaparques. Allí principalmente habitan chuñas patas negras, calacante, picaflor cola de cometa, golondrinas barranqueras, garza bruja, pato picazo, pato zambullidor chico, águila mora, chinchero grande, paloma manchada, lechuza de campanario, picabuey, sururí real y mamíferos como guanacos, comadrejita común, quirquincho bola, liebre europea, entre otros. "Esta reserva es particular dado que su vegetación se corresponde con la provincia fitogeografía del Chaco, siendo más densa y alta, con especies como el quebracho y el cardón'', cuenta Ripoll, destacando otros atractivos del lugar. 


Un tesoro aparte, dice Ripoll, se concentra en la Reserva de Biosfera San Guillermo: está ubicado dentro de una de las áreas biológicamente más intactas de Sur América y constituye el único paisaje en la provincia en el cuál se encuentra la vicuña. Resulta, con sus casi un millón de hectáreas, en Iglesia (pasando Angualasto), el extremo austral de la distribución actual de esta especie. El guanaco presenta un alto solapamiento con la vicuña. El área cuenta con la presencia de varias especies endémicas. Se destaca la presencia de cuatro especies de reptiles endémicos: el lagarto cola de piche de San Guillermo (Phymaturuspunae), el Chelco de San Guillermo (Liolaemuseleodori), el Chelco gris (Liolaemuscinereus) y el Chelco de la Junta (Liolaemusmontanezi). También se pueden observar grandes depredadores como el puma, zorro colorado, aves carroñeras como el jote y el cóndor.


A esas áreas protegidas se suman el Parque Nacional El Leoncito (en Calingasta) que además de ofrecer un cielo privilegiado tiene su tesoro de flora y fauna autóctona, lo mismo que el Parque Natural Afloramiento Limo Arcilloso (en Ullúm) similar a Lomas de Las Tapias (en Albardón) y el Parque Ischigualasto que combina restos fósiles con la riqueza faunística que dan sapos, ranas, reptiles (lagartijas, matuastos y yararás), aves (perdices, tórtola, lechuzos, chuña, halcones, aguiluchos, cóndor, ñandú), quirquinchos, zorros, urón, puma, liebres, vizcachas y guanacos.

Privado


Don Carmelo es la Reserva de Uso Múltiple que tiene un dueño. Es decir que las 40.000 hectáreas enclavadas en Ullum, al límite con Calingasta, a 130 kilómetros de San Juan, son privadas. Allí, a más de 3000 metros de altura, es el escenario ideal para trabajos de investigación y tesinas universitarias, que detallan la vida de aves como el cóndor andino, choique, águila mora, halcón peregrino e innumerables aves estables o migratorias, mamíferos como el guanaco (se puede observar grupos que van de a centenares), zorro colorado, puma, vizcacha de la sierra, liebre andina, chinchillón, reptiles de la talla de lagartos y anfibios como el sapo andino.

 

Para tener en cuenta


.La mejor época para la observación de aves es en primavera, cuando muestran el plumaje nupcial con un colorido llamativo y tienen mayor actividad. Sin embargo, la observación de fauna se puede realizar en cualquier época de al año, salvo en la Reserva de Biósfera San Guillermo en la cual los accesos a la misma están intransitable en el invierno por las nevadas. 


.En general el acceso a las Áreas Protegidas es libre y gratuito, salvo en la Rerserva Don Carmelo, en Ullúm, al límite con Calingasta, que es un terreno privado y hay que pedir autorización al propietario para ingresar. También para acceder a la Reserva de Biósfera San Guillermo es necesario tramitar una autorización previa, ante la Secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable. El único requisito exigido es anunciar la llegada y partida ante los guardaparques o responsables del centro operativo con que cuenta cada área. Para más información comunicarse a los teléfonos 4306216 y 4305943


.Equipamiento: La observación se puede hacer a simple vista. Pero para mejorar la calidad del avistaje es ideal llevar binoculares y guías de aves y mamíferos para facilitar la identificación de las especies. Pero estos elementos no son imprescindibles, según la experta. 


Recomendaciones para el visitante

Por Yanina Ripoll / Licenciada en Biología, jefa del Sistema Provincial de Áreas Protegidas, docente universitaria y miembro del grupo de investigación de Geobotánica y Fitogeografía de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ.

Cuando se ingresa a un Área Natural Protegida, se está ingresando a un sitio que tiene ciertas regulaciones para los visitantes. Por lo tanto es fundamental tener en cuenta las siguientes recomendaciones que serán de utilidad siempre que se encuentre en contacto con la naturaleza: 

.No dejar rastros del paso por el lugar. Transitar por las huellas existentes para evitar perderse y acampar en sitios habilitados. 


.No se puede pernoctar ni acampar en estos sitios.


.No se puede hacer fuego. Llevar los residuos generados y depositarlos en sitios habilitados.


.Tomar precauciones para disfrutar de los senderos. Llevar agua potable y protegerse del sol. Tener en cuenta las distancias y horarios para no verse sorprendido por la noche. 


.Hablar en voz baja para tener mayores posibilidades de realizar avistajes. Ser prudente, no alterar la vida de los pobladores locales.


.No molestar la fauna, sólo hay que observarla y mantener una distancia prudencial. Tener en cuenta que alterar el comportamiento de los animales perjudica los propósitos de conservación. Para hacer las observaciones hay que tener paciencia, caminar sin prisa, levantar la mirada y prestar atención.


.No introducir la mano en cuevas o entre las hojarascas para evitar accidentes con las especies. Hay que ser conscientes que en estos ámbitos se corren riesgos, como la aparición de serpientes por ejemplo.


.No cortar ni destruir la vegetación. Pensar que muchas especies tienen una tasa de renovación muy lenta.


.No se les puede dar de comer a los animales.


.Notificar la entrada y salida a los guardaparques para que el personal pueda estar atento a que el visitante no se pierda o tenga algún inconveniente que requiera de su ayuda. Denunciar las actividades no permitidas al teléfono 0800-0800-333-3969 de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
 


Otros destinos, otras especies


En el país hay un listado enorme de lugares dónde ver animales en su ámbito natural, una riqueza para la vista y para el disfrute del paisaje. Lo que sigue son algunos de los sitios emblemáticos:


.Los parques Nahuel Huapi, Lago Puelo, Los Alerces, Lanín, Perito Moreno, Los Glaciares, en la Patagonia, sirven de casa para el cóndor, el huemul (en peligro de extinción desde 1976), pumas y zorros colorados.


.Esteros del Iberá, Corrientes, es sin lugar a dudas uno de los mejores lugares para ver en su esplendor carpinchos, monos, ciervos de los pantanos, yacarés, infinidad de aves. La ventaja es que todos pueden ser vistos a poquísima distancia de los visitantes en numerosos circuitos y actividades que tienen como epicentro al pueblo de Carlos Pellegrini, la Reserva Natural Iberá (un área protegida desde 1983), el actual Parque Provincial, entre otros sitios concentrados en uno de los humedales de agua dulce más grandes del planeta.


.Misiones: El Parque Nacional Iguazú y los parques provinciales Urugua-í, Moconá, Salto Encantado, y Cruce Caballero, entre otros, son el paisaje ideal para tucanes, fruteros multicolores y aves rapaces de todo tipo. Como Misiones es el trópico argentino, también aquí es posible ver monos, agutíes (un tipo de mamífero típico de la selva) y mariposas.


.Las provincias de Jujuy y Salta son consideradas la Reserva de Biósfera de las Yungas, selvas de montañas donde viven los yaguaretés, el mayor félido de América, entre otros animales. En esta zona hay que visitar los parques El Rey (en Salta), Calilegua (en Jujuy) y el Parque Nacional Baritú, cuyo principal acceso es desde Bolivia. 


.La Reserva de la biósfera Laguna Blanca, en Catamarca ostenta la reserva de vicuñas más grande de toda la Puna Argentina.


.Puerto Madryn y Península Valdés, Chubut son los sitios ideales para el avistaje de fauna marina en el país como ballenas francas australes, pingüinos magallánicos, delfines y lobos marinos.

Mapa nacional


Durante el 2018 se registraron más de 4 millones de personas como visitantes de los parques nacionales. En la actualidad, en la Argentina hay 48 áreas protegidas que abarcan 14.778.417 hectáreas. De ellas, 46 son terrestres, y por primera vez desde el año pasado, 2 son áreas marinas. 

Fotos: colaboración Yanina Ripoll y archivo Diario de Cuyo