Brasil sigue siendo una muy buena opción para disfrutar en cualquier época del año, por su clima, sus playas, sus atractivos y decenas de actividades para los turistas que llegan. Ni hablar si el destino es Río de Janeiro, ya que allí se puede disfrutar desde sus hermosas y famosas playas de Copacabana e Ipanema, la estatua del Cristo Redentor de 38 m de alto sobre el cerro del Corcovado y el morro Pan de Azúcar, hasta actividades diurnas y nocturnas propias de una enorme ciudad. 


Es sabido que la mejor época para visitar Río es de junio a septiembre porque las temperaturas son agradables, con un calor moderado y las lluvias son escasas.


Tanto que es posible pasar un momento de relax en las playas, tomar el sol, y tratar de nadar en un mar fresco. 


Muchos catalogan a Río de Janeiro como una ciudad mágica, y ¡cómo no! si está situada frente a la bahía de Guanabara, donde también está el aeropuerto. Alrededor de la ciudad hay colinas cubiertas de bosques, que alcanzan casi mil metros de altitud. El Corcovado, o Monte Cristo se encuentra a 710 metros sobre el nivel del mar, lo que significa que en la cima hay unos 4 grados menos que en la llanura. Por el contrario, el Pan de Azúcar, accesible por teleférico con vista despejada, se encuentra a la entrada de la bahía y tiene 396 metros de altura.


En San Juan, Turismo Bacur ofrece un paquete por 7 días que permite a cada viajero elegir y descubrir libremente la ciudad y sus playas, a un precio que parte desde los 740 dólares. Aquí un detalle de los lugares que no deben faltar en ese recorrido 

Cerro Corcovado

Claro está que no se puede dejar de visitar el símbolo con el que más se identifica a nivel mundial, Río de Janeiro. En este cerro de 710 metros de altura se encuentra la colosal escultura del Cristo Redentor, obra plástica que requirió para su construcción, más de mil toneladas de concreto, y que hoy en día, figura dentro de la lista de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.


Desde la cima del Corcovado, son también apreciables vistas privilegiadas de toda la ciudad. El ingreso está abierto desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Se puede llegar a la cima en tranvía en aproximadamente unos 10 minutos y durante el cual se detiene en los miradores de Vista Chinesa, Mesa del Emperador y Doña Marta

Pan de Azúcar

Otra visita obligada es al Pan de Azúcar, un cerro que alcanza los 400 metros de altura, famoso por sus hermosos senderos inmersos en la floresta tropical y por las vistas panorámicas obtenidas desde su cima. El ascenso puede ser a pie o en el "Bondinho del Pan de Azúcar", teleférico de cristal que logra recorrer 1.400 metros entre los morros de Babilonia y Urca, cada cinco minutos. Ni hablar la vista que tienen desde allí sus famosas playas.


Copacabana

Custodiada por el Cerro Pan de Azúcar, la Playa de Copacabana, además de ser la de mayor acogida, es el escenario de varios eventos de la ciudad como la Fiesta de Año Nuevo con los famosos Fuegos Artificiales.


En los alrededores de la "princesinha do mar", como también se le conoce, se encuentran hoteles y restaurantes para todos los gustos y bolsillos. Allí se puede visitar el Museo Histórico el Ejército, tomarse fotos y comprar los recuerdos de viaje.

Ipanema

Este barrio exclusivo de Río de Janeiro cuenta con 2 kilómetros de playa, las más seguras y tranquilas, visitadas principalmente por la gente local y los surfistas. Por ese sector se encuentran numerosos restaurantes, tiendas, galerías de arte y hoteles de lujo, además de lugares interesantes como la Iglesia Nossa Señora da Paz y el mirador Complexo Rubem Braga.

Roca Arpoador

En el encuentro de las playas de Ipanema y Copacabana, se encuentra esta formación rocosa conocida como Roca Arpoador, un sitio privilegiado para obtener una de las vistas más bellas del atardecer en Río de Janeiro, con el sol descendiendo tras el impresionante Morro Dois Irmãos en invierno, o sobre el mar en verano. Roca Arpoador, también es conocido por sus dos playitas, Playa del Diablo a la izquierda y Playa Arpoador a la derecha, esta última escogida por muchos cariocas para surfear.

Palacio Imperial

En pleno centro histórico de Río de Janeiro se encuentra este edificio palaciego del siglo XVIII que fue la residencia temporal de los reyes de Portugal durante su exilio. Luego de la independencia de Brasil fue la sede del Gobierno.


Dentro de sus instalaciones se pueden conocer algunos carruajes, sus salones donde funciona un centro cultural y los restos de la construcción original.

Catedral Metropolitana

Los enormes vitrales en forma de cruz de esta catedral moderna, ubicada en el barrio de Lapa, dejan pasar la luz solar dando al interior un ambiente único, del cual pueden ser testigos sus visitantes que llegan a este lugar carioca imperdible.


Su diseño inspirado en las construcciones mayas la convierte, junto con su campanario en forma de cono, en el centro de atención desde cualquier punto de la ciudad.

Los Arcos de Lapa

La imagen más conocida de este barrio son estos Arcos, un acueducto monumental del siglo XVIII que servía para abastecer de agua a los pobladores del centro de la ciudad, desde el río Carioca.


Esta es una de las construcciones más representativas de la arquitectura colonial, con el tiempo se convirtió en una vía del tranvía y ahora es uno de los mayores atractivos arquitectónicos de la ciudad.

Escaleras de Selarón

Son 250 peldaños que te llevan desde Lapa hasta el Convento de Santa Teresa y cuyo atractivo es la decoración de cada escalón que hizo el artista chileno Jorge Selarón, convirtiendo a este lugar, como uno de los imperdibles de Río de Janeiro.


Allí encuentras azulejos llevados por los turistas de más de sesenta países; un panel de azulejos pintado por el artista con el que explica lo que significaba para él la escalera; otras baldosas de color rojo representan la Bahía de Guanabara con el Cristo Redentor o el Pan Azúcar.
Subiendo o bajando vas a encontrar cientos de imágenes coloridas que te cuentan otras historias cariocas plasmadas por el artista.


Palacio Tiradentes

Este palacio impresiona por dentro y por fuera, primero funcionó como sede del Congreso cuando Río de Janeiro fue la capital de Brasil. En el interior se puede ver una exposición de fotografías y paneles que cuentan la historia del país.
En este palacio abierto al público se ofrecen visitas guiadas.

Monasterio de São Bento

Este complejo es uno de los más antiguos de la ciudad, su fachada sobria y su estilo portugués da paso a un interior decorado con frescos, tallas en madera recubiertas con laminillas de oro, que dan una elegancia imponente.


Si la visita es un domingo en la mañana, es posible que escuchar los cantos gregorianos de la misa, que han hecho famosos a los monjes benedictinos.

Jardín Botánico

Este jardín es considerado como uno de los jardines botánicos más famosos del mundo. Su visita es un imperdible para cualquier amante de la naturaleza que busque que hacer en Río de Janeiro, permitiendo recorrer cerca de 83 hectáreas de bosques y 54 hectáreas de zonas cultivadas, donde se esconden cerca de 40.000 especies vegetales. Fue declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco.

Laguna de Freitas

Ubicada en el exclusivo barrio de Lagoa, corresponde a una hermosa laguna de agua salada, rodeada de parques y senderos, donde se pueden realizar numerosas actividades recreativas y deportivas, siendo una de las áreas de esparcimiento mas frecuentadas por cariocas y turistas. Entre las actividades más atractivas, destaca una ciclovía de 7,5 kilómetros de extensión, un centro gastronómico al aire libre y música en vivo desde el anochecer.

Leblon 

En las proximidades de Ipanema y la Laguna de Freitas, se sitúa este exclusivo barrio considerado una de la zonas más lujosas de la ciudad, albergando elegantes calles rodeadas de glamorosas tiendas, bares, restaurantes y parques. Su mayor atractivo turístico, lo configuran sus playas, las cuales normalmente se pueden disfrutar sin grandes multitudes. Caminando hacia el oeste, se encuentra el conocido mirador, Mirante de Leblon, un lugar que permite contemplar la costanera en su esplendor, las playas de Leblon e Ipanema y la Roca de Arpoador.

Barrio de Santa Teresa

Uno de los barrios más pintorescos de Río de Janeiro, hogar de numerosas casonas del siglo XVIII, atelieres de artistas y callecitas adoquinadas. Su ícono distintivo, es el mágico bondinho, un tren eléctrico que cruza sobre los Arcos de Lapa, llegando a Santa Teresa. Una vez en el barrio, no se puede dejar de visitar la zona Largo dos Guimarães, famosa área bohemia donde se concentran numerosos bares y restaurantes.

Plaza XV de Noviembre

Si se visita el centro de Río de Janeiro, no deja de ser interesante, hacer una parada en la Plaza 15 de Noviembre, plaza más antigua de la ciudad, rodeada de una gran cantidad de edificios coloniales y monumentos históricos. Entre sus numerosos sitios de interés, destaca el Palacio Imperial, antigua residencia de los Virreyes de Brasil en el siglo XVIII, hoy en día convertida en un centro cultural, con valiosas colecciones de arte.


Todo lo que hay que saber

Agencia: Turismo Bacur
Aberastain 478 Sur, San Juan.
Teléfonos: 4204123/24/25
Web: www.turismobacur.tur.ar
El paquete incluye:
7 noches de alojamiento con desayuno
Aéreos desde Mendoza
Traslados
Hotel Savoy Othon: Single, 1045 dólares; Doble, 760 dólares; Triple, 740 dólares
Hotel Arena Ipanema: Single, 1.424 dólares; Doble, 949 dólares