El jardín empieza una etapa muy linda, con las flores que se animan nuevamente aparecer ya que las temperaturas empiezan a bajar. Después de los meses de terrible calor todo se relaja, brota, florece y todavía queda mucho por delante.

Si tenemos en cuenta los últimos años, el frío fuerte llega recién a fines de mayo. Tiempo de retomar algunas tareas importantes, como las podas y de comenzar algunas siembras en la huerta.

El clima más templado le devuelve vida al jardín, por eso se convierte en el lugar preferido por todos. Algunas plagas lamentablemente siguen molestando, picando hojas y deformando brotes. Por lo tanto la observación y la tarea de fumigación deben estar al día.

Es tiempo de tomar notas de lo sucedido en el verano tanto en el tema de desarrollo de las plantas, su comportamiento, la renovación y el suelo. Un buen recurso es tomar fotos para guardar en la memoria su estado y después darle un tratamiento adecuado. No hay que olvidar de la recolección de semillas, ordenarlas y clasificarlas por nombre para saber qué y dónde vamos a sembrar.

Cuaderno de notas

1 – Labores de plantación y trasplante

El tiempo de trasplantar, la tierra aún está caliente del verano, por lo tanto esperar a que bajen las temperaturas. Siempre debe ser antes que llegue el invierno, así hay tiempo de aclimatación y formación nuevas raíces. Se pueden plantar nuevos ejemplares con la conciencia tranquila. Será la última oportunidad de poner algo de color en el jardín antes de los fríos.

Los bulbos se plantan en otoño, para que sus flores germinen en primavera, y le deleiten con su derroche de color. Es esencial acertar con la ubicación para que puedan prosperar y florecer. A la mayoría de ellos les gusta la tierra fresca y húmeda en primavera, pero en verano, durante su período durmiente, la tierra puede estar seca y porosa. Conviene plantar los bulbos en la tierra a una profundidad de dos o tres veces su altura. La plantadora de bulbos proporciona una manera fácil de hacer un hoyo suficientemente grande y hondo. Coloque, a continuación, los bulbos en la tierra con su punta mirando hacia arriba, cúbralos con la tierra y empuje hacia abajo.

2 – Sembrar herbáceas perennes

Las que se siembran en esta estación serán más robustas que las de primavera y además florecerán este año, como por ejemplo: gallardias, nomeolvides, amapola, espuela de caballero, gaura, etc. Las anuales de asiento también se siembran ahora antes que la tierra pierda calor, por ejemplo arvejillas, alelí de mahón, caléndula, coquetas y allisum.

Siembra las especies bianuales que florecen en invierno y primavera.

En los canteros: Debemos realizar las siguientes tareas:

a) Sacar de raíz las herbáceas enfermas para evitar que contaminen a las demás plantas.

b) Limpiar planta por planta, quitar las flores marchitas, las hojas secas y la gramilla entremezclada. Tener cuidado de no dañar con la pala los bulbos de primavera que permanecen en el cantero.

c) No podar las gramíneas, la hortensia y el sedum. Incluso, secos tienen gran valor ornamental.

d) Los bulbos y tubérculos que florecen en primavera también se pueden plantar en otoño.

3 – Abonado

Este mes se puede hacer una última fertilización general de la temporada al césped, árboles, arbustos, rosales y plantas en general, con un fertilizante rico en potasio y de liberación lenta para ayudar a la planta a soportar mejor el invierno.

No olvidar de abonar los cítrus: naranjos, limoneros, pomelos, etc.

Limpiar y abonar las plantas tapizantes.

Tratar las especies que requieren hierro, son las acidófilas, con sulfato de hierro (25 grs. o 1 cucharada por planta grande o 1 cucharadita por cada macetero mediano). Luego regar. Renovar el sustrato compactado por el riego, escardillar y agregar materia orgánica o humus de lombriz.

Proporciona cada 10 días fertilizante líquido a las plantas en macetas y jardineras; o esparce un poco de abono en la tierra de maceta.

4 – Plagas y enfermedades

Marzo es un mes el que continúa haciendo buena temperatura, por eso prolifera el Pulgón, Cochinillas, Mosca blanca y Araña roja. Aplicar un fungicida de amplio espectro para prevenir hongos como Botritis, Oidio, Roya y Mildiu (que traen las lluvias excesivas).

La Negrilla o Fumagina aparece donde hay Pulgones, Cochinillas o Mosca blanca, ya que se asientan sobre la melaza que éstos excretan. Elimina las plagas y no habrá Negrilla. Captura babosas y caracoles con trampas de cerveza, a mano al atardecer o con cebos especiales.

5 – Cortar hierbas perennes, arbustos y matas

Cuando los arbustos amarillean, sus troncos se doblan hacia el suelo o empiezan a granar, ha llegado el momento de recortarlos. Esto es así porque las plantas están devolviendo la savia a sus raíces. Si no se recortan, pueden debilitarse. Los arbustos y matas pueden recortarse aproximadamente una cuarta parte de su tamaño. No obstante, esto puede variar dependiendo del tipo de arbusto o mata.

6 – Recortar cercos

Conviene podar los cercos por última vez en otoño para evitar que se debiliten si se acumula la humedad. Pode los de hoja caduca tanto como pueda sin que se formen agujeros, pues estos no volverán a crecer durante el invierno, y el cerco puede adquirir un aspecto pelado. Es conveniente retirar todas las hojas de árboles que hayan caído sobre el cerco, en caso contrario, no recibirá suficiente aire fresco y sol y podría pudrirse.

7 – El césped

En invierno, la humedad, las bajas temperaturas y la debilidad del sol afectan al césped. Por eso necesita mimos y cuidados antes de que empiece la estación fría. Las hojas caídas en otoño deben ser retiradas en forma regular. Las hojas que se dejen lo privarán de luz y favorecerán la formación de manchas secas y parduscas y la aparición de musgo. Asegúrese de cortar a 5 cm, pues el césped más largo puede aprovechar mejor una menor cantidad de luz solar. Conseguirá así una mejor resistencia contra malas hierbas y musgo. También se recomienda utilizar un fertilizante de otoño, estos suelen tener un bajo contenido en nitrógeno y un alto nivel de potasio. La mayor cantidad de potasio refuerza el césped y aumenta su resistencia a las heladas. No conviene utilizar los fertilizantes tradicionales en otoño, pues contienen gran cantidad de nitrógeno y hacen que el césped crezca más rápido, lo que a su vez lo hace más sensible a las heladas. También puede realizar las enmiendas, cubrir los hoyos con arena fina y humus de lombriz.

8 – En la huerta

Continúa en plena producción, el tutorado de tomates, pimientos y berenjenas es constante. Cada vez las plantas están más pesadas son sus ramas cargadas de frutos. El oídio y otras pestes en los zapallos y zucchinis, pero usa productos orgánicos para su control, de cualquier manera la producción ya va llegando a su fin.

Organiza las semillas, las que coseché y los sobres de semillas sin abrir. Es importante usarlas ya que tienen fecha de vencimiento y para cuando nos acordemos pueden estar viejas.

Aprovechar las bandejas de plugs para empezar con algunas siembras de repollos y lechugas para tener para reponer y que la cosecha no se corte. Como todavía el sol está muy fuerte, colocar las bandejas en la sombra y recién una vez que germinan las llevo paulatinamente al sol para que no estiren los plantines. En algún cajón que quedó libre en la huerta siembro algunas hortalizas de asiento bajo el túnel de media sombra. Respetar las lunas y sembrar en cuarto menguante todo lo de hoja y de raíz.