Sin duda que la edad por sí misma no debe ser considerada una contraindicación para viajar, aun con las limitaciones propias del paso del tiempo. Por otra parte, es una realidad que cada vez existen más posibilidades de emprender un viaje considerando las diferencias personales del estado de cada persona y con un poco de planificación y prevención.

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Emprender un viaje representa, para todas las personas, más allá de la edad que se tenga, un stress previo, durante y posterior al viaje. Sólo hay que pensar en los trámites, la separación de los afectos del lugar de origen y la cercanía de otros que uno volverá a ver y que a veces están lejos, la necesidad de prever eventos inesperados, entre otros. Todas las tareas vinculadas a estas situaciones, determinarán cambios en el estado de salud previo, a veces imperceptibles, otras más evidentes.

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Assist Card, empresa de servicios de asistencia al viajero, indica que "los riesgos que se vivan en los viajes son, por un lado, los mismos que para cualquier edad -relacionados con el destino, el medio de transporte, el tipo de viaje-, a los que se agregan los riesgos propios de la edad mayor más las complicaciones de enfermedades previas que se suelen tener en edades adultas". Considerando esto, es preciso tener en cuenta dichos riesgos, no para dejar de viajar, sino para tener precauciones y prevenirlos.

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Las siguientes son algunas recomendaciones que los adultos mayores deben tener en cuenta antes de viajar:



 Recomendaciones generales


*Tener en cuenta las vacunas de Calendario Nacional vigentes en el momento del viaje, incluidas especialmente la vacuna antigripal y los refuerzos de la antitetánica.


*Antes de viajar, es prudente averiguar información sobre el destino, si es la primera vez que viaja -clima, altura, entre otros-. El mal de montaña, por ejemplo, puede ser más frecuente en mayores. Además, cuando se viaja a otros países, puede haber presencia de enfermedades que en origen no hay al momento del viaje


Recomendaciones Especiales


* Elegir preferentemente vuelos menores de 6 horas. Si va a realizar vuelos de conexión, tener en cuenta tiempos de entre vuelos más largos. No olvidar consultar los trayectos de recorrido dentro de los aeropuertos. Evitar sobrecargarse con bolsos de mano, bolsas, cámaras o valijas que reduzcan su movilidad, sobre todo en trayectos largos. Tener en cuenta que hay aeropuertos internacionales donde los recorridos entre puertas de embarque para conexiones son muy extensos y sin ayudas mecánicas.


*También es importante reservar el asiento con antelación, para garantizarse una ubicación cómoda a la hora de ascenso y descenso del avión. Y, si puede, elegir el asiento del pasillo para poder realizar caminatas durante el vuelo.


* Asimismo, es importante llegar con suficiente tiempo previo al embarque al aeropuerto, para poder hacer los trámites con tranquilidad y evitar situaciones de stress en general (posibles cambios de puertas de embarque, por ejemplo).


*Para disminuir el riesgo de la trombosis venosa durante los vuelos -afección que se produce por coágulos que tapan las venas en las piernas-, se recomienda el uso de medias elásticas, realizar ejercicios regulares en el avión estando en reposo -movimientos de tobillos y pies, contracciones de músculos de las piernas-, y caminatas periódicas cada hora. En algunos casos se puede complementar la prevención con la administración de medicación específica antes de viajar -anticoagulantes-, bajo prescripción médica, que se hará en la consulta pre-viaje, particularmente en las personas con riesgos de sufrir la enfermedad -trastornos de coagulación, antecedentes de otras trombosis anteriormente, obesidad, várices, movilidad limitada, cirugías o traumatismos recientes-.


* Ingerir mucho líquido durante el vuelo, evitando tomar alcohol y comer demasiado. No suprimir la ingesta de líquidos para evitar ir al baño con frecuencia. Los aviones tienen un ambiente muy seco y es más fácil deshidratarse. Ingerir mucho líquido evitará sequedad de mucosas y general, y las consecuencias de salud posteriores al descenso.


*Aquellas personas que requieren una dieta especial - diabéticos o hipertensos-; o tengan movilidad reducida y necesiten ayuda o utilizar sillas de ruedas en las terminales; o tengan necesidad de utilizar oxígeno durante el vuelo por enfermedades respiratorias, deben contactarse con la línea aérea 72 horas antes del vuelo como mínimo -si no lo hizo al reservar el pasaje-, para hacer los arreglos correspondientes a sus necesidades.


* En relación a las vacunas, además de recibir antes del viaje las habituales de Calendario Oficial, pueden requerirse vacunas especiales, como la de fiebre amarilla. Debido a los efectos secundarios que se presentan con mayor frecuencia a partir de los 60 años de edad con esta vacuna, no se recomienda su aplicación sin realizar una consulta médica en un Centro de Medicina del Viajero.


* En el destino, tenga precaución con las comidas y agua que ingiere, ya que la diarrea del viajero suele ser más severa en las personas mayores, llevándolos más fácilmente a la deshidratación. Siempre beba agua embotellada y evite consumir hielo si no está seguro de su origen.


* Dentro del botiquín de medicamentos, además de los habituales antisépticos y analgésicos, se deben incluir antidiarreicos y antibióticos para utilizar en casos de diarrea. En aquellos con antecedentes de pie diabético o infecciones urinarias recurrentes, es conveniente llevar los antibióticos necesarios para utilizar en caso de presentar síntomas en destino (consultar a su médico), y no sea posible recurrir con facilidad al médico.


*Si se le tapan los oídos por los cambios de presión se pueden usar tapones para los mismos o bien llevar una provisión de goma de mascar para disminuir el síntoma.


* Si el país al que viaja tiene horario diferente, trate de entrar al nuevo horario lo más pronto posible, intente mantener las cuatro comidas y los horarios de descanso habituales. El Jet-Lag puede durar un poco más a estas edades. Y lo mismo ocurre con los mareos en cruceros por ejemplo.


*Llevar en el vuelo gotas para los ojos, el ambiente en los aviones es muy seco y puede producir sequedad en las corneas.


Para abuelos con condiciones médicas



Los viajeros con condiciones médicas previas al viaje deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

El medio de transporte puede algunas veces ser condicionante de cambios en el estado de salud previo, sobre todo en algunas enfermedades. Viajar en avión, por ejemplo, produce efectos no deseados en personas con problemas de oído, o neumotórax reciente; o se pueden necesitar dietas especiales en avión o barco en caso de diabetes, hipertensión, etc. Consultar previamente a su médico o a un centro de Medicina del Viajero.


 Los viajeros con antecedentes de enfermedades deben idealmente consultar entre 4 y 6 semanas antes de viajar, no solo para poder planear esquemas de vacunación con suficiente anticipación, evacuar toda posible duda acerca de cómo tomar nuevos medicamentos prescriptos durante la consulta por el viaje sino además, porque permite adecuar los tratamientos que el paciente estuviera recibiendo con anticipación, considerando las interacciones entre vacunas y medicamentos, por ejemplo.


No viaje sin realizar una consulta médica pre-viaje, inclusive con un chequeo completo de salud. Es importante porque allí es el momento de decidir las medidas de prevención vinculadas a eventuales condiciones médicas que padezca. En primer lugar se deben descartar aquellas enfermedades graves y cirugías recientes -que son más frecuentes en edades avanzadas de la vida- y son consideradas contraindicaciones para ciertos tipos de transporte, con el objetivo de determinar el apto médico para viajar.

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En el caso de tener un implante de marcapasos, solicitar a su médico un certificado médico. Las enfermedades cardíacas previas necesitan de indicaciones sobre limitaciones a actividades extremas.

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Otra razón para visitar al médico antes de viajar es solicitarle un pequeño resumen de historia clínica, con los antecedentes fundamentales y si toma alguna medicación. Podría necesitarlo en caso de ser atendido en el exterior. Asimismo, lleve el teléfono de su médico de cabecera, por si fuera preciso consultarle algo. Es una buena idea llevar una tarjeta consignando alguna condición médica como si es alérgico a alguna comida o medicamento, escrita en el idioma del lugar de destino.

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Siempre es imprescindible contratar un seguro médico que cubra los problemas de salud habituales, más aún cuanto más expuestos se puede estar. Algunas situaciones (como los traumatismos) son más frecuentes cuando uno es más inestable, o tiene enfermedades óseas o articulares que lo pueden predisponer. Estas cirugías pueden llegar a tener costos enormes en algunos países y además de prevenirlas es fundamental contar con un seguro para lo impredecible.


 

Para no olvidar


Asegurarse de llevar la medicación que usted toma en forma habitual en la cantidad necesaria para los días de viaje planeados (con algunas dosis extras por si tiene que prolongar la estadía). Llevar los remedios en sus envases originales (no en pastilleros) y en el bolso de mano (no despacharlos, por si se pierde o demora su equipaje). Se debe contar con una receta médica donde consten todos los remedios, para presentar en los aeropuertos en caso de ser requerido, y para poder comprarlos en los lugares que serán visitados. Recordar que las prescripciones deben ser hechas por el nombre de la droga (genérico), ya que los nombres comerciales varían según el país, y también la disponibilidad para ser vendidos en forma libre en las farmacias.


Pedirle al médico que indique los horarios en que deberá tomar los medicamentos si cambia a un huso horario muy diferente. También debe llevar una receta con la graduación de los lentes, si los usa, y las características del audífono, si usa. Podrían romperse o extraviarse y Ud. necesitar comprar otro. (para evitar esto algunas personas suelen llevar un par extra de lentes).


Finalmente, resulta bastante útil enviarse un correo electrónico a la propia dirección con todos los datos mencionados, para poder tener acceso en cualquier lugar, y subsanar la posible pérdida de recetas, datos del médico de cabecera, inclusive también los datos personales.


Fuente: Assist Card, servicios de asistencia al viajero