Otra vuelta de página en la triste historia de Vera, la cabecera del departamento del mismo nombre, 256 kilómetros al norte de la capital de Santa Fe . El intendente, Reynaldo Fabbroni (UCR/Frente Progresista), fue amenazado de muerte por el administrador del hipódromo de esa ciudad. "Te voy a matar; ya vas a salir a la calle, ya te voy a encontrar afuera y vas a ver", le increpó Miguel Navarro al funcionario. El empresario también amenazó a la secretaria de Gobierno, Natalia Hoyo, a quien dispensó insultos de idénticos, ante contribuyentes y empleados que aguardaban en la sede municipal.

El hecho, aunque menos trágico, hizo recordar lo sucedido 9 años atrás -el 22 de diciembre de 2008- cuando fue asesinado otro intendente de Vera, también radical, Raúl Seco Encina (40). El denominador común: las autoridades no autorizaron una jornada hípica.

Fabbroni sostuvo que "en realidad (la amenaza) no tiene explicación lógica. Se quejaba por otros supuestos lugares donde se corren carreras, pero no hay nada de eso. Es muy grave lo que hizo y vamos denunciarlo penalmente. Lo peor que podría pasarnos a los verenses es que la historia se repita", subrayó.

Lo expresado por el funcionario alude a lo que le ocurrió a su antecesor en el cargo, Seco Encina, asesinado de un balazo frente al canal de televisión local por Héctor Tregnaghi, su principal rival político de entonces y dueño de un hipódromo que habí¬a sido clausurado. El político fue atacado minutos antes de las 13, cuando se retiraba de los estudios de canal 5 de Vera, donde había sido entrevistado. El asesino se fugó pero horas más tardes fue detenido. La justicia verense lo condenó a 20 años de prisión, decisión que confirmó la Cámara de Apelación de Rafaela.

Apoyo político

La reacción política fue rápida. El Foro de Intendentes y Presidentes de Comunas Radicales de la provincia "repudia las amenazas" recibidas por el intendente Fabbroni, asegurando que "lo sucedido es un hecho gravísimo que atenta contra el sistema democrático de nuestro país y avasalla los poderes del estado. Esperamos que la justicia vaya hasta el fondo de la situación y actúe con la mayor dureza para que este tipo de situaciones no se vuelvan a repetir", sostuvo en un comunicado.

También el Comité Provincial de la UCR expresó su "repudio a este tipo de actitudes, el pleno respaldo al intendente de Vera y todo su equipo de gestión" porque "consideramos que la justicia debe actuar de manera tal que no se vuelvan a repetir estos hechos de violencia que intentan cercenar la convivencia y la institucionalidad del sistema democrático. Seguiremos defendiendo la democracia y bregamos porque cada actividad económica de cualquier localidad del país respete las normativas vigentes para cada jurisprudencia y no se quiera pasar por arriba de ellas imponiendo la violencia", concluyó.

Una conducta de matones

En tanto, para la gente de Vera, nada le sorprende de lo que sucede alrededor de la actividad hípica en la zona, quizá uno de los pocos bastiones donde las carreras de caballos siguen siendo un divertimento donde hay mucho dinero en juego cada fin de semana. La puja es entre los que administran un hipódromo y los que organizan carreras cuadreras -a veces, muchas tal vez- ilegales. Los primeros consideran que al autorizarse esas competencias la gente deja de asistir a los hipódromos, porque los premios son más atractivos en las reuniones en campos o en caminos de tierra. Generalmente, los que dejan de ganar mucha plata quieren hacer valer sus derechos por la fuerza. Las amenazas son moneda corriente. Y tiene razón Fabbroni: que la historia no se repita.

Hay un dato a tener muy en cuenta: en 2009 (asesinato de Seco Encina) el agresor del viernes pasado era la mano derecha de Tregnaghi. La situación expone, por lo tanto, una conducta mafiosa que debe poner en alerta a las autoridades de seguridad.