A 24 horas de conocerse el suicidio del jugador de Godoy Cruz, Santiago "Morro" García en Mendoza, otro deportista tomó esta fatídica decisión.
Se trata de Alan Joel Calabrese, que desde 2019 jugaba en el equipo de Ciervos Pampas Rugby Club, el primer club de este deporte de diversidad sexual de Latinoamérica. Incluso en las medias de sus uniformes y en la banda de sus brazos, la identificación era la bandera LGTBIQ+.
En octubre pasado, en el programa Pampita Online, Alan contó que el club lo había incentivado a terminar sus estudios secundarios y se sintió contenido.
Sin embargo, Carlos Ale, de 25 años era el mejor amigo del rugbier y aseguró que la determinación de Alan de quitarse la vida fue un "cúmulo de varias cosas" y una de ellas era que "su padre y sus hermanos nunca aceptaron su sexualidad y era algo que le pesaba".
También aseguró que "le costaba expresar sus sentimientos" y que "no estaba bajo ningún tratamiento psicológico porque no creía que lo necesitara", declaró Ale.
"Nosotros hablábamos mucho y éramos muy unidos, incluso hace algunas semanas se había quedado en mi casa, y la semana pasada le había dicho que venga de nuevo, pero no quiso.", expresó con respecto al momento que estaba atravesando Alan.
También se refirió a la mala situación laboral en la que estaba: "Hacía dos años que no encontraba trabajo. Lo discriminaban por su aspecto y su sexualidad."
"No vieron lo buena persona que era. Podía hacer lo que fuera y nadie le dio la oportunidad.", agregó su mejor amigo.
Con respecto a cómo despedirán al joven rugbier, su amigo expresó que no se tomó una determinación: "Todavía está con las pericias y no se sabe qué decisión va a tomar la familia.", concluyó el joven de 25 años.
Fuente: Crónica