El jefe de la Rural. Luis Miguel Etchevehere, aseguró que ‘no podemos volver al pasado‘ al que vinculó con la ‘mentira, impunidad y demagogia‘, mientras destacó que ‘el campo le es indispensable‘ a la política para el desarrollo del país.


La inauguración de la Exposición Rural estuvo marcada por el fuerte apoyo al Gobierno en las tribunas, que alentaron con un ‘sí se puede‘ el discurso del presidente Mauricio Macri y la encendido alocución del presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, contra el kirchnerismo que hizo levantar a más de uno de sus sillas. Pero lo que más llamó atención durante la inauguración de la tradicional muestra en Palermo no fueron las presencias, sino las ausencias: hubo faltazo completo de los gobernadores y casi nula participación de los candidatos para las elecciones legislativas y de los dirigentes de la oposición. Como ya había pasado el año pasado, Macri llegó a la exposición minutos antes de las 11 de la mano de su esposa, Juliana Awada, y con su hija Antonia en brazos, pero quien se llevó la mayor parte de los aplausos fue la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, que hizo su ingreso y salida de la exposición a pura selfie y abrazos con el público. 


La mandataria ingresó caminando y estrechando sus manos con el público que se acercó a saludarla hasta el vallado. Macri y Vidal no hicieron declaraciones a la prensa antes del ingreso, tarea que quedó para ministros como Ricardo Buryaile, Rogelio Frigerio y Guillermo Dietrich.


El acto comenzó apenas unos minutos después de las 11, la hora programada para la inauguración de la exposición rural, con el palco oficial y las tribunas repletas, que se unieron con el canto del Himno Nacional y de la Marcha de San Lorenzo. Aunque los flashes apuntaban todos a Macri, el discurso más fuerte de la jornada salió de la boca del presidente de la Sociedad Rural Argentina, quien apuntó duro contra el kirchnerismo y hasta lanzó, para la algarabía de la platea, un ‘no podemos volver al pasado‘. 


El jefe del Estado ingresó a bordo de un auto oficial y saludó desde el interior del vehículo, sin bajar la ventanilla, mientras pasaba por el pasillo armado con vallas que lo guió desde la entrada por la calle Juncal hasta el ingreso al palco oficial.