Los resultados de las últimas pruebas Aprender confirmaron la necesidad de revisar cómo se enseña matemática en la Argentina. Una vez más, los chicos mostraron no tener conocimientos básicos de la materia. Pese al avance en lengua, todavía el 69% de los alumnos de quinto y sexto año tiene serias dificultades para resolver operaciones matemáticas. Hacia allí ahora apuntan los esfuerzos.

El Ministerio de Educación de la Nación avanza en una reforma que se presentará en agosto y modificará la forma en que se enseña matemática. La premisa se sustentará en una máxima del modelo educativo de Singapur, líder en todas las disciplinas que evalúa PISA: "Enseñar menos y aprender más".

Más del 40% de los docentes, consultados en Aprender 2017, reconocieron que no llegan a dar todos los temas que plantea la currícula. "Nos está faltando un método claro, una planificación del uso del tiempo en el aula destinado a los temas relevantes. Tenemos que definir cuáles son esos núcleos de aprendizaje prioritarios (NAP) que permiten que los chicos tengan una trayectoria exitosa en vez de dar toneladas de temas que no son los necesarios",dijo Mercedes Miguel, secretaria de innovación educativa.

Hoy se desarrollará la primera mesa federal de matemática, conformada especialmente para atender la necesidad. Los 24 ministros provinciales enviaron un funcionario de su equipo para establecer consensos. El encuentro contará con la presencia de Charles Torossian, inspector general de educación francés y coautor del informe "21 Medidas para la enseñanza de la matemática", por pedido del ministro Jean-Michel Blanquer.

El documento plantea, entre otras cuestiones, la necesidad de desarrollar automatismos en todas las edades a través de la repetición de cálculos mentales para "liberar la mente de los estudiantes a la hora de resolver problemas más complejos" y tres evaluaciones estandarizadas por año para medir el progreso. También desde la asunción de Blanquer, uno de los funcionarios estrella de Emmanuel Macron, vieron con buenos ojos el modelo matemático de Singapur y firmaron un convenio para alinearse a él.

El método de Singapur se basa en un enfoque en espiral. Veinte días atrás una comitiva de expertos se acercó a Buenos Aires para explicarlo en detalle. En esa ocasión, el profesor Ngan Hoe Lee expresó: "Cada tema es revisado e introducido al aumentar profundidad de un nivel al siguiente, lo que permite a los estudiantes consolidar los conceptos y habilidades aprendidas y promoverlas".

A su vez, la pedagogía propone "conexiones con otras disciplinas escolares, pero también con la vida cotidiana"; un problema visible en Argentina. Consultados, el 35% de los alumnos dijo que nunca aplica los conocimientos matemáticos en la vida cotidiana. Asimismo, el 50% reconoció que lo hace "rara vez".

El modelo no será una copia exacta, sino que harán los ajustes pertinentes. "Lo más trasladable es que tienen una estrategia. Nosotros vamos a presentar un marco nacional muy integral que abarque la enseñanza -qué es aquello que se debe aprender-, las secuencias didácticas para lograrlo y las herramientas para evaluar si el alumno está aprendiendo. Tenemos que lograr un sistema de retroalimentación muy fuerte", sostuvo Miguel.

El nuevo método nacional hará énfasis en la forma en que los alumnos "visualizan" las fracciones, los cálculos y los problemas matemáticos. Según afirman, uno de los puntos fuertes de la pedagogía singapurense es que "pictorizan" la enseñanza para después sí pasar a una fase de abstracción.

Hasta agosto, cada jurisdicción colaborará en afinar la letra chica de la reforma. Buscarán las vías para que la nueva metodología sea adaptable a su realidad. Panoramas que se presentan muy dispares. Por caso, entre la Ciudad de Buenos Aires y Chaco hay 40 puntos porcentuales de diferencia en el rendimiento en matemática.

Desde agosto, producirán el material técnico y se comenzará a avanzar en la capacitación docente. El cambio de metodología se aplicará a partir del año que viene. En la siguiente edición de Aprender, la de 2020, creen que se verá una tendencia de crecimiento en matemática. Esa afirmación se apoya en la mejora de 9 puntos porcentuales que se vio este año en lengua después de poner el foco en comprensión lectora. Lo más complicado, observan, será producir el cambio en los docentes que dan matemática con el actual método hace años. "Ese cambio llevará tiempo", estiman.

Fuente: Infobae