Desafiante. "¿En serio que la vicepresidenta está sentada en el banquillo de los acusados, acusada de ser la jefa de la banda, no les parece relevante?", preguntó mirando al Tribunal a pocos minutos de sentarse para comenzar a declarar.

Sentada en el banquillo de los acusados, declarando por primera vez y frente al Tribunal Oral Federal Nº 2, la vicepresidenta electa Cristina Fernández de Kirchner enfrentó ayer su primera declaración indagatoria en una causa por corrupción y aseguró que el juicio que la tiene como principal acusada se lleva adelante porque "había que condenar a un gobierno, al que desendeudó al país" y sostuvo que no espera la absolución de la justicia porque la "absolvió la historia".

La exmandataria declaró durante poco más de tres horas en el marco de la causa conocida como "Vialidad" en la que se la acusa de ser la" jefa de una asociación ilícita" para direccionar contratos de Obra Pública durante el gobierno kirchnerista en favor del empresario Lázaro Báez.

"Este es un tribunal del lawfare. Que seguramente tiene la condena escrita. A mí me absolvió la historia. Y a ustedes seguramente los va a condenar la historia", dijo Cristina sobre el cierre de su declaración tras lo cual rechazó la posibilidad de responder preguntas del tribunal y de la fiscalía. Toda la declaración de la expresidenta versó sobre el concepto de lawfare -guerra jurídica- que, dijo, "fue un plan ideado por el gobierno saliente" y "forma parte del lawfare" planeado con "el auxilio invalorable del aparato judicial".

"Todo esto, el plan, fue ideado para una feroz, inédita persecución contra quien fuera presidenta de la República durante dos períodos consecutivos por el voto popular", sostuvo la expresidenta.

"Venían a hacer lo que hicieron, a decir que nos robaron todo, mientras endeudaban al país", aseguró la vicepresidenta electa, que remarcó que la verdadera "grieta" son "los intereses de millones de argentinos trabajadores, gente que duerme en la calle y las minorías que se empoderaron". "No fue casual, no es la grieta, que se olviden de la grieta. Había que condenar a un gobierno, al que desendeudó al país. Había que traer de vuelta al FMI (Fondo Monetario Internacional) y para eso había que convencer que el que les pagó, el que desendeudó, era un chorro. Estoy sentada acá por eso", disparó.

En esa línea, la expresidenta afirmó que los procesos judiciales en su contra son parte de una persecución judicial contra diversos gobiernos de la región, que las condenas en su contra ya están escritas, pero aseguró: "He elegido la historia antes de que ellos me declaren absuelta. A mí me absolvió la historia. A ustedes los condenará la historia".

Durante toda la declaración, la exmandataria repasó los distintos puntos de la acusación, los respondió, sostuvo que se buscó presentar a su gobierno como una asociación ilícita y cuestionó a los jueces y los fiscales que intervinieron del proceso, como el juez Julián Ercolini y el fiscal Gerardo Pollicita.

"En este juicio se dijo que Néstor Kirchner trasladó toda su estructura delictiva a la Nación, porque trajo al presidente de Vialidad Provincial Nelson Periotti a cargo de Vialidad Nacional. Por eso dicen que se armó una estructura delictiva", sostuvo la expresidenta como ejemplo de cómo se compuso la acusación.

"Este juicio está montado sobre la hipótesis de que Néstor Kirchner fue presidente para armar una asociación ilícita con un empresario de la construcción que era su amigo de Río Gallegos, para venir a saquear las arcas del Estado", agregó, y calificó como "una vergüenza" la acusación.

También se refirió a los supuestos vínculos que se le atribuyen con el detenido empresario Lázaro Báez, a quien se supone que benefició desde la Presidencia de la Nación: "No soy amiga de Lázaro Báez, nunca fui amiga. Pero no voy a tolerar que porque alguien sea amigo de alguien haya que condenarlo, eso hacía la dictadura con la gente que aparecía en las agendas".

En su larga exposición, la acusada reprochó las medidas judiciales en su contra, como la intervención de sus empresas, los registros en sus casas, embargos de sus cuentas y la intervención de la herencia de su fallecido esposo. "Ni qué hablar de la persecución a mis hijos, a Máximo y a Florencia, que cometieron un delito terrible; ser los hijos de Néstor y Cristina Kirchner", enfatizó la vicepresidenta electa.

Sobre este juicio y otros que se le siguen, sostuvo: "Soy jefa de cuatro asociaciones ilícitas, creo que no tuve tiempo para gobernar porque me la pasaba montando asociaciones ilícitas, dos de carácter familiar, dos de carácter público empresarial", ironizó.

En la última asociación ilícita "ya no soy jefa de la banda de un empresario de la construcción, ahora soy jefa de la banda de todos los empresarios de construcción de Argentina en lo que se conoció como la causa de los cuadernos". "Ustedes saben que hay dos causas que son Los Sauces y Hotesur. Los fiscales dicen que el retorno de las obras públicas que hacía Lázaro Báez en Santa Cruz se pagaba a través del alquiler de habitaciones. Pero no dicen que las obras son 16 mil millones y los contratos son en cinco años 20 millones".

Cristina también ironizó sobre el eventual llamado a declarar de su compañero de fórmula, el presidente electo Alberto Fernández, al que su defensa pidió citar: "El responsable de la ejecución del presupuesto es el jefe de gabinete. Ustedes me lo imputan a mí pero el que ejecuta es el jefe de gabinete y aquí no hay ningún jefe de gabinete. Y no digo que deberían estar, porque no cometieron ningún delito. Pero si quieren llamarlos van a tener un problema porque van a tener que llamar al presidente de la nación", advirtió a modo de amenaza.


Enojo por la TV

Antes de su declaración, CFK se quejó en duros términos porque el tribunal rechazó que sus palabras fueran televisadas en vivo y directo como había solicitado. Y agregó: "la causa cayó por sorteo (hizo con los dedos las comillas), voy a tener que comprar un número de la lotería. Siempre me toca Bonadio o Ercolini".


La plata de Florencia

Sobre el hallazgo de más de 4 millones de dólares en cajas de seguridad a nombre de Florencia, CFK explicó: "Cuando terminó la presidencia, después de la primera devaluación, dije "éstos van a hacer un desastre. Hay que cambiar todo a dólares. Se trataba del "dinero de la sucesión, a nombre de mi hija que es la heredera".