Los pedidos desesperados. La madre de Justina Lo Cane es oriunda de Paraná y había hecho pedidos desesperados para salvar a su hija (foto) de 12 años, que murió ayer dejando un gran dolor en todos sus familiares.


 

La niña de 12 años que encabezaba la lista del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) para recibir un trasplante de corazón, Justina Lo Cane, falleció ayer por la mañana en la Fundación Favaloro.

Su familia la despidió con una carta en la que dice: "No podemos parar de llorar, se nos fue el sol". Si bien no se emitió un parte de prensa, desde la Fundación Favaloro, donde Justina estaba internada desde el 7 de septiembre último, trascendió que el deceso se produjo a media mañana.

En tanto, en la cuenta de la red social Facebook llamada "La campaña de Justina", la familia de la niña escribió cerca del mediodía: "Esperó 4 meses y luchó, con todas sus fuerzas, para que llegara ese corazón".

Desde muy temprana edad, a Justina le habían detectado una cardiopatía que podía agravarse con los años; el 7 de septiembre entró de urgencia a terapia intensiva y dos días después, cuando todos su órganos se descompensaron, la joven tuvo que ser conectada a un ECMO -soporte cardíaco y respiratorio-, mientras aguardaba en emergencia nacional un corazón para el trasplante.

Su familia promovió una campaña bajo el eslogan "Multiplicate x 7", que apunta a visibilizar la capacidad que puede tener un cuerpo de salvar otras vidas. "Por múltiples factores que afectan al sistema de salud argentino nunca llegó la salvación para ella. El sistema nunca juega a favor de los pacientes", advirtió la familia en la carta.

Y en otro tramo del texto, agregaron: "Con sus 12 años resistió, esperando. Siempre apostando a salvarle la vida a los demás que estaban en su misma condición. Justina es un ejemplo de alguien que antepuso la necesidad de otros a su vida misma. Nunca quiso que pidamos un corazón para ella".

"Justina se fue sabiendo que su lucha les salvó la vida a muchos que esperan un trasplante. No llegó su corazón. No lo encontraron. No podemos parar de llorar. Ninguna muerte es justa. Menos la de un niño. Justina está en el cielo", expresó la familia de la niña en la carta.

Sobre la enfermedad de Justina, su papá había comentado que "en términos sencillos, tiene un corazón lastimado en una de sus partes, ya nació así. Vivió normalmente, con medicación y tratamiento hasta hace casi dos meses, pero (necesitaba) un cambio. Télam